Capitulo 1

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Ya hacía tiempo que pensaba en esto. “Él me gusta”. Quizá lo había repetido ya un par de veces esta semana. No me molesta aceptarlo, pero ¿qué pensará él si solo se lo digo? “Me gustas” ¿Qué me dirías? ¿Dejarías de hablarme o quizá lo ignorarías? ¿Pensarías que es una broma? Tantas dudas surgen en mi cabeza que no me dan la seguridad de decírtelo… pero… aún así… ¡QUIERO GRITARLE AL MUNDO QUE ME GUSTAS! Quizá… ¿me odiarías si hago eso? No lo sé, aún así ¿puedo besarte?
-¿En qué tanto piensas, Kirishima? – me decía mi compañero de clase, Deku, realmente es un tipo muy amable. Le sonreí y negué con la cabeza. Él solo me devolvió la sonrisa y volvió a su lugar, lo observé y mientras lo veía sentí la mirada penetrante de aquel chico rubio de mi clase. ¿Quería matarme con la mirada o qué le sucedía? Giré hacia a él y solo giró los ojos soltando un “Tch” al aire, supongo que abre hecho algo que le molesto. Llegó el profesor y nos dio la indicación de salir del salón. Nuestras actividades del día de hoy estaban programadas para tener peleas entre nosotros, una clase de entrenamientos para aquel evento importante que teníamos.
-Las parejas que pelearan entre si son los siguientes… - Dejé de prestarle atención a lo que hablaba el profesor por tratar de resolver al menos alguna de las tantas dudas que surgían de mi cabeza, hasta que la voz del profesor me volvió aponer los pies en la tierra -Kirishima va contra Bakugou, y con eso todas las parejas están listas. Ustedes decidirán si usarán sus trajes o lo harán solo con su uniforme deportivo. –  ¿De verdad debía pelear contra él? ¿Usaría su traje, cómo será? Jamás he visto el traje de Bakugo, quizá sea lindo. Debería usar el mío también dado que es nuestro primer enfrentamiento…
-¿Ya estás listo, pelo de mierda? – su voz me sorprendió y di un pequeño salto en mi lugar, iba a girar para verlo con su traje pero mi cuerpo se sintió congelado al sentir un toque frio recorriéndome por el hombro. -Solo no mueras, jaja- burlándose se fue de ahí. Decidí ponerme mi traje y salir apresuradamente.
Nuestra batalla era el segunda después de Todoroki y Mineta, creo que fue claramente obvio quien ganó. El profesor Aizawa anuncio nuestra pelea. Estaba nervioso por muchas razones, y quizá solo quizá mi mano comenzó a temblar un poco por la ansiedad y el estrés que me ocasionaba no ser lo suficientemente bueno para ti, de todas maneras, quería hacerlo.
Subí a la plataforma de combate y levanté la vista, aquel traje apretado se le veía demasiado bien. Quizá me sonroje un poco al pensar en el cuerpo del chico rubio, solo quizá ver su cuerpo con ropa no holgada hacia que fantaseara despierto. Igual debía concentrarme en el combate, debía dar todo de mi para que él viera lo increíble que soy y me tomará en cuenta.
Aizawa dio inicio al combate, nos acercamos lentamente y yo comencé a endurecer mis brazos, el por su parte, comenzaba con pequeñas explosiones. Comenzamos a caminar más aceleradamente. Él fue el primero en atacar con un golpe de frente que yo frené con una de mis manos endurecidas mientras que con una de mis piernas la deslizaba por debajo de las suyas para hacerlo caer hacia atrás.  Ninguno de los dos decía palabra alguna, solo era una sucesión de “golpe, freno” entre ambos. Mientras planeaba volver a tirarlo de espaldas me sorprendió con una explosión en la espalda, justo a la mitad. Una sonrisa burlona se asomaba por los labios de aquel chico explosivo. Era demasiado genial, tanto que aquello cegó mis pensamientos comenzando así a actuar por impulso, los golpes y la sangre corrían. Endurecí aún más mi cuerpo, dando mayor resistencia a las explosiones. Aún así, él aumento su intensidad. Golpes y patadas inundaban la plataforma de pelea, giré una vez más para tirar de espaldas a Katsuki. Lo logré, pero no calcule muy bien los movimientos de mi rival, de una explosión hizo tambalearme y caer. Me encontraba aturdido y confundido pues, aunque había caído, no sentí gran impacto. Abrí los ojos con lentitud, me encontraba justamente encima de él, una de mis manos estaba en su pecho mientras que la otra se encontraba justo a un lado de su cara.
Lo vi con claridad, su cara se llenaba de un ligero color carmín y sus orejas ardían. ¿Estaba así por mí? ¿Estaba nervioso? ¿Qué pasaba por su cabeza? Justo antes de hacer alguna tontería me alejé apenado de ahí, me puse de pie y el ofrecí una mano para levantarse mientras miraba a otro lado, pegó fuerte y se levanto por su cuenta. El profesor decidió que quedaríamos en empate y nos envió a la enfermería pues al parecer teníamos lesiones graves. ¿Por qué me pasaba esto a mí? ¿Por qué tenía que ir con él? Sentía que me volvería loco, un poco más y soltaría todo lo que llevo dentro. Llegamos a la enfermería, pero no se encontraba la enfermera encargada. Decidimos esperar y mientras sentarnos. Cuando por fin mi mente se despejo un poco pude notar que había hecho una gran herida en la palma de su mano izquierda, sangraba lo suficiente como para desmayarte.

-Bakugo, ¡¿Estás bien?!- pregunte un poco alterado al darme cuenta de lo que había hecho. Él me miro de mala manera y solo se quejó. -Espera, déjame ayudarte en lo que viene la enfermera- Le dije para después dirigirme al botiquín. Regresé y me senté en un banco justo frente a el. -Dame tu mano, la sanaré. – le dije tratando de tomar su mano, acto que casi me cuesta la vida. Katsuki alejó rápidamente su mano.
-¡¿Qué haces, maldito idiota?!- preguntó enojado. -Solo voy a curarte, tranquilo- y volví a tomar su mano, esta vez solo dejo que yo hiciera lo necesario. -Ahora te pondré la venda, ya casi termino- El me miro un poco dudoso, y sonrío burlonamente. -¿En realidad eres estúpido, verdad? – lo miré confundido. -¿No te has dado cuenta de que estas mas herido que yo, idiota?- La verdad que no, no me había puesto a pensar en mis propias heridas. Terminé de ponerle la venda alrededor de la mano como pude, realmente no se veía muy estética, de hecho, se veía terrible. -Listo, termine. Ahora solo déjame guardar esto y …- Antes de que pudiera comenzar a guardar sentí un ardor en la cara. -Quédate quieto, solo limpiaré esta herida de aquí- Dijo casi sin querer hacer contacto visual. Con un algodón con alcohol limpio aquellas heridas de mi cara, haciendo que casi todo mi estrés se liberara y comenzará a relajarme. -¿Pelo de mierda?- escuché que preguntaba. -¿Qué mierda te pasa? Espera Kirishi… - mi visión se comenzó a tornar borrosa y dejé de escuchar lo que él chico rubio explosivo decía. Supongo que estoy un poco cansado, iré a dormir. Pero antes, ¿estuve increíble, chico rubio?

Abrí los ojos con cuidado, el sol estaba en aquel punto dorado que a todos gusta, me incorporé lentamente y giré hacia mi derecha. En un rincón de la habitación estaba él, sonreí inconscientemente.
-¿De qué tanto sonríes, maldito idiota? – mierda, lo notó. -¡¿SABES POR LO QUE ME HICISTE PASAR, EH?! IDIOTA- estaba enojado, pero aún así se le notaba en la cara que se había preocupado por mí. Era lindo. Le mire y le sonreí burlón.
-Gracias por esperarme, Kacchan~- me reí burlón. Me miro y se fue de ahí, al parecer no le gustaban las bromas, solo intentaba hablar con él…
Después de un rato de que Bakugo se fuera, la enfermera me explico el porque me había desmayado. Había recibido gran daño en el área de la espalda y de la nuca, quedando así debilitando mis fuerzas y actuando solo por la adrenalina que me restaba. Ahí es cuando entendí que todo esto se lo habían dicho a Katsuki, llegué a la conclusión que realmente no estaba preocupado por mi y solo sentía lastima pues él había sido el causante. Realmente me decepcioné, aún así me levanté de la camilla y me dirigí a mi habitación. 
Después de cambiarme surgieron tantos pensamientos en mi mente que comencé a divagar en algunos. Hoy fue un día increíble, y más cuando yo… Mierda, caí en cuenta de lo que había hecho, yo… toqué y había caído justo encima de él… mierda aquél toqué de espalda también… carajo su peco era suave, como el de una chica, mayormente por el uniforme no se nota pero también tiene un cintura bastante linda… Carajo, estoy caliente. Me senté en mi cama y pegué la espalda a la pared, voltee mi vista hacia abajo, en efecto, estaba duro.

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MI CHICO EXPLOSIVO ~KIRIBAKU~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora