Capitulo 8

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Ya había pasado algunas noches en la casa de Bakugou, pero jamás había visto a su madre, estaba nervioso. Las preguntas se enredaban en mi cabeza y pasaban a ser grandes piquetes en mi pecho. ¿Seré suficiente? ¿Por qué tenía que venir así vestido? ¿Por qué quería que cenáramos en su casa?

Admito que el hecho de conocer a la mamá de la persona que me gusta me ilusionaba, era como pensar que estaba saliendo con él, era mucha fantasía para mí. Comencé a juguetear con mis dedos, los tronaba y los estiraba de manera ansiosa, era algo que hacia sin darme cuenta.

-Tranquilo, pelo de mierda. – me dijo Katsuki mientras tomaba unas de mis manos, sin darme cuenta ya estábamos en la puerta de su casa. Mire el agarre de su mano con la mía, me gustaba tanto la manera en la cual había intentado calmarme que me sonroje un poco y aprete su mano con poca fuerza, lo mire a los ojos y nos quedamos así unos segundos.

Que lindo es tú AMIGO, Kirishima. La molesta voz me hablaba, pero yo me encontraba tan perdido en esos lindos ojos que lo ignore por completo.

La puerta se abrió abruptamente, una figura esbelta apareció, una mujer rubia, alta y de alegre sonrisa nos miraba, sus ojos pasaron de estar en su hijo a estar en nuestro agarre de manos.

- ¿Qué están haciendo? – preguntó con una sonrisa en sus labios, arrebate la mano rápidamente de ahí y me incline para saludar. Bakugou desvío la mirada con fastidio.

-¡BUENAS NOCHES, SEÑORA! ¡SOY EL AMIGO DE SU HIJO! ¡Disculpe las molestias! – dije haciendo que fuera notable que estaba nervioso.

Sus carcajadas resonaron en toda la calle, ¿se estaba burlando de mi?, físicamente hablando era exactamente igual a su hijo, bastante linda la verdad.

- ¿Kirishima, cierto? Entren y no te preocupes no tienes por qué ser tan formal conmigo. – me dio unas ligeras palmadas en la espalda y entro a la casa, gire hasta quedar de nuevo frente a el chico rubio, este solo movió la cabeza en señal de que yo pasara primero. Entre.

-Permiso… - una burla sonó tras de mí, el rubio explosivo se estaba tapando la boca con la mano para evitar que su risa se escuchara fuerte. - Ey, ¡no te burles de mí, estoy nervioso! – paro de reír con pequeñas lagrimas en sus ojos y me miro aún con una sonrisa enorme en su rostro, él realmente era un ser divino.

-Hace tiempo que no te veía sonreír así, hijo. – escuché la voz de la señora tras de mí y giré hasta ella. -Y tú. – su mirada se tornó amenazante, me recorrió una gota de sudor frio por la frente; -No tienes porque estar nervioso. – rio fuerte y me dio dos palmaditas en el hombro, solté un suspiro de alivio, pero poco después se repitieron sus palabras en mi mente. 

“Hace tiempo que no te veía sonreír así, hijo.” ¿A qué se refería la su madre al decir eso? Yo casi siempre tenía el privilegio de ver aquella sonrisa iluminando su rostro, era realmente lo mejor de mi día, cuando él sonreía para mi…

-Pelo de mierda, ¿en qué tanto piensas? Deja de distraerte y vamos al comedor. – me dijo encaminándose el primero, lo seguí como un pequeño cachorro.

Su madre nos indico sentarnos, bueno, de hecho, solo me lo dijo a mí; a Bakugou le dijo que pusiera la mesa y cuando intente ayudar literalmente me ordeno que me sentara.

Puso en la mesa tres platos de ramen, sinceramente era la primera vez que alguien preparaba una cena para mi y eso me llenaba de emoción de alguna manera.
Supongo que algo en mi expresión cambio pues el lindo rubio me miro confundido, quizá el no entendiera mucho, pero esto era significante para mí, cenar en la casa y con la madre de la persona que me tenía mal desde hace meses, era increíblemente asombroso.

- ¡Esto es increíble, señora! Ahora sé de dónde su hijo aprendió a cocinar – dije entusiasmado, ella me miro sorprendida y pensé que había dicho algo mal y rápidamente  gire mi vista hacia abajo y comencé a jugar con mis dedos.

Sentí el hombro de Katsuki rozar con él mío, era una calidez inexplicable cada vez que su piel rozaba con la mía y también era tan reconfortante.

-Bakugou nunca ha querido cocinar para nosotros, es algo sorprendente… - dijo su madre mientras pasaba sus manos para hacer una expresión de sorpresa bastante exagerada.

-Pero yo si le hago de comer a él, lo seguiré haciendo. – le dijo a su madre de manera desafiante mientras pasaba su mano por mis hombros abrazándome con ese único brazo, yo luchaba por entender la situación y por mantener el sonrojo de mi cara controlado, era la primera vez que Katsuki, despierto y consiente, tomara la iniciativa y cortara nuestra distancia corporal.

Traté de alzar la mirada pero sentí otro brazo rodeando también mis hombros, madre e hijo estaban abrazándome, como si ambos quisieran adueñarse de mí.

No entendía mucho el porque de su pequeña guerra, o el porque a su madre le parecían extraños algunos comportamientos completamente naturales para mí. Ambos me sacudían de un lado hasta otro, su madre se rindió y soltó su agarre de mí, Bakugou sonrío triunfante.

- ¿Te quedarás a dormir? –
- ¿Te quedarás a dormir hoy? –

Oh no, ¿ahora qué hago?

En definitiva, eres un idiota Kirishima. Ya lo sé, no debes recordármelo.




Tarde pero aun es lunes<3






MI CHICO EXPLOSIVO ~KIRIBAKU~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora