Side history
¿Podía ser todo tan perfecto? No, claramente no. Desperté de mi siesta donde tuve un sueño tan lucido que sentía que, por un momento, todo fue real. Pero no lo fue, realmente nada podía serlo.
Ahora viéndome así, fui un estúpido al dejar que mis propios sueños me engañaran.
Me limpie las lágrimas que de nueva cuenta estaban saliendo y me levante del frio pasto, había oscurecido, quien sabe por cuanto tiempo había dormido. Me dirigí a mi casa y de camino revise mi celular, el cual estaba apagado, 20 llamadas perdidas de mi madre, otras 5 de Uraraka y solo una de un numero desconocido, me centre en eso, pero primero llamé a mi casa para reportar que estaba bien. Volví a abrir mi registró de llamadas, el número no me era conocido, pero sentía el presentimiento de que era él. No descarté la idea y seguí caminando, ya era tarde y debía llegar a casa primero, después investigaría.
Llegando pasaron las cosas tal cual me las imagine, mi madre estaba enfurecida conmigo, le tuve que pedir disculpas alrededor de media hora, pasado eso, me dio la cena y agradecí internamente porque me estaba muriendo de hambre. Me duché mientras mi celular cargaba y me recosté en la cama una vez estaba listo para sufrir otra noche de insomnio.
El recuerdo a que tenía algo importante que hacer me llegó a la mente, volví a encender mi celular y llamé al número desconocido; si no contestaban a la primera me iba a dar por vencido. Pero sorprendentemente lo hicieron.
-¿Hola?- pregunté esperando con ansias escuchar la voz de Todoroki. Pero toda mi ilusión se vino abajo al reconocer la varonil voz que estaba del otro lado del teléfono.
-¿Hola, Deku? ¡Me tenías preocupado, por satán! – Era la reconocible y entusiasta voz de Kirishima. -Espera dame un segundo. – se escuchó que le decía unas cuantas palabras a alguien que estaba junto a él y después se escuchó una puerta cerrarse.
-Si estas ocupado podemos hablar después, realmente no tengo problema... – y antes de decir nada Kirishima me interrumpió.
-No te preocupes, ya se ha ido a dormir y realmente no tengo nada que hacer. ¿Te sigue atormentando lo que hablamos? – Me preguntó mientras, supongo yo, se sentaba en algún lugar.
Tome aire y proseguí a contarle sobre mi sueño y el cómo me sentía, después de minutos de estar hablando solo yo, el soltó un suspiro. Se escuchaba tranquilo y agradecí mentalmente que el fuera mi amigo.
-Mira, Deku. Los sueños no son malos, y quizá tu sueño te quiso decir algo, una visión de un futuro cercano o no sé, quizá la conexión de sus almas. Lo que sé con seguridad, es que deberías dejar de ser tan pesimista y verle el lado bueno a las cosas, digo ¿qué tiene de malo eso? Deja de sugestionarte, pequeño, y mejor míralo de la mejor manera. – ahora era yo el que soltó un suspiro, pues el tenía razón.
Siempre me la pasé viendo el lado malo de las cosas, desde que era un crio, entonces, por una vez en mi vida me permitiría no ser tan pesimista y dejarme llevar.
Escuché un bostezo del otro lado de la línea, debía colgar porque no era el único que estaba cansado.
-Gracias Kiri, eres un gran amigo. Ahora ve a dormir que seguro que tienes sueño. – se despidió y colgué.
Todavía tenia muchas cosas en mente pero había una en especifico que desde que lo escuché no paró de darme vueltas en la cabeza. ¿Quién era la persona con la que estaba Kirishima? Recuerdo sus palabras con exactitud: "No te preocupes, ya se ha ido a dormir". Según recuerdo, él no tiene hermanos, ¿entonces quien era?. Deje de sobrepensar cuando un bostezo mio interrumpió mis propios pensamientos. Era tarde y debía dormir.
-¡MIERDA, OTRA VEZ TARDE! – maldecía mientras corría lo más rápido posible para llegar a tiempo a mi primera clase del día, era la tercera vez en la semana que llegaría tarde a una clase. Como pude llegué al salón pero no había ningún profesor presente, solo alumnos desparramados por toda el aula. Mi cara fue de confusión pero igual, inconscientemente busqué con la mirada a aquel chico que últimamente me tenía la mente hecha un asco. Y ahí estaba, con los brazos apoyados en la mesa y su cabeza encima de estos, ocupándolos como una especie de almohada.
Acariciar su pelo, si, eso era lo que quería hacer. Pero me era tan imposible que el miedo volvió a invadirme. Pero una vocesita en mi cabeza me impulsaba a hacerlo, si no podía tenerlo al menos no me daría por vencido ahora.
Me acerqué con cuidado hasta su banca y me senté en la de enfrente que por suerte estaba desocupada; bien, ya estoy aquí ¿qué hago ahora? Me arrepentí y me levante, tratando te escapar, de nuevo.
-¿Qué estabas haciendo?. – se escuchó decir cuando me levanté de la silla, pero al escuchar aquello volví a sentarme por inercia.
-Iba a agradecerte, ya sabes, por lo de ayer... - sentí que mi voz se iba apagando poco a poco y mis mejillas comenzaban a calentarse. Entonces, levanto la cabeza haciendo que su mirada y la mía se encontraran, el sentimiento de calidez me invadía de lado a lado, quería esa mirada en mi por siempre. Pero, desvío su vista hasta el otro extremo del salón.
-No agradezcas, lo hice por... - detuvo sus palabras momentáneamente -Lo hice porque los estaban molestando y eso me molesta. – estiro su mano hasta mi cabeza, cerré los ojos y sentí su suave toque.
-Me acaricias como si fuera un perrito. – reí y lo miré -Aún así... no me molesta. –
Abrió un poco sus ojos y me sonrío, era la primera vez que lo veía hacerlo, era una vista simplemente perfecta, que fue interrumpida a los pocos segundos por la llegada del profesor.
Sin decir nada más me fui a mi asiento, siguieron las clases y mi mente solo estaba en la sonrisa de Todoroki, realmente, era perfecto. Así seguí hasta que las clases llegaron a su fin, pero yo no quería irme así que hice tiempo mientras esperaba que todos salieran del aula. Recosté mi cabeza unos segundos, cerré los ojos y suspire. Hasta que eso fue interrumpido por un toque en mi cabeza, rapidamente levante la vista y ahí estaba; con la mochila en su hombro y una expresión indescriptible.
-¿Tienes algo qué hacer? – moví la cabeza en forma de negación -Vamos a comer, yo te invito. – Se rascó la nuca y enseguida asentí, Todoroki me había invitado a comer.
Continuará...