Realmente bonito.

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Eijiro Kirishima

Embestidas rápidas y certeras, una tras otras, gemidos ahogados y la respiración agitada, mi vista estaba nublosa, pero reconocía a la perfección la voz de quien gemida mi nombre.

-"Sigue así, sigue diciendo mi nombre"- le repetía constantemente, su cuerpo era adictivo. –"Oh, Bakugo..."- tenerlo de esta manera me volvía la cabeza un mundo de emociones.

Seguía mis movimientos, estaba tan fuera de mi que poco me importo que ya se hubiera corrido más de dos veces pues yo aún no llegaba a mi clímax.

Con mi mano desocupada pasé a tocar sus pezones duros por la excitación, mientras más lo manoseaba más apretaba y mejor me hacía sentir, joder realmente era placentero. Otra vez, Bakugo se había corrido otra vez mientras ahogaba en un grito mi nombre.

Pero yo aún estaba ahí a tan poco de llegar a mi orgasmo; él estaba duro nuevamente.

Las embestidas se volvieron hacia un punto fijo, estaba dando justo en su punto, en aquel punto que hacía que se retorciera. Arqueaba la espalda y mantenía sus manos aferradas a las sábanas blancas, mis manos se aferraron a tus muslos y poco tarde en hacer que sus piernas quedaran sobre mis hombros dándome una mayor profundidad dentro de él.

-"Kirishima, hazlo dentro de mi..."- cinco palabras que me llevaron a la lujuria.

Entonces desperté de golpe, abrí los ojos y rápidamente me percaté de que todo había sido un vil sueño, voltee hacía abajo alzando las cobijas, tenía una erección tan dura como una roca y pre-semen saliendo de esta.

Con dificultad y con dolor me levanté para ir al baño y ocuparme de mi "asuntito".

Todo esto de los sueños me pasaba desde el festival de la U.A., el hecho de que hubiera ganado el primer lugar despertó algo en mi poco descriptible, no sabía con certeza que era, pero desde entonces los sueños sexosos se volvieron un habito para mi retorcida mente.

Me gustaba pensar entre mis fantasías que Bakugo dejaba pequeñas marcas de sus explosiones involuntarias en mi espalda mientras así mismo dejaba sus uñas marcadas en perfectos y únicos rasguños.

Una notificación de mensaje me hizo salir de mis sucios pensamientos, era Izuku, quien me mandaba mensajes constantemente pues nos habíamos vuelto cercanos desde que me confesó su sexualidad.

[Hola, Kiri. ¿quieres salir conmigo y con los chicos hoy? Invita a Bakugo, porque a mí me rechazó la invitación ☹]

Leí el mensaje y lo pensé por un momento, no había nadie en casa y no tenía mucho que hacer pues era fin de semana, quizá salir a despejar la mente no estaría del todo mal así que accedí.

Quedamos de vernos en una plaza cercana así que decidí invitar a Bakugo porque la invitación de Deku la había rechazado, entonces me dispuse a mandarle mensaje antes de meterme a bañar.

[Eyyyy Katsuki, ¿quieres salir un rato conmigo y con los demás? Podemos escaparnos después de un rato si no te sientes cómodo] presioné enviar un tanto nervioso y me metí a la ducha.

Al salir me cambié y me dispuse a revisar si había contestado, lo había hecho.

[Mmm, así que ese idiota te convenció]

[Vamos, quiero despejarme un rato]

[Salgamos desde tu casa así que espérame ahí, maldito idiota, no se te ocurra irte sin mi]

Sonreí ante el último mensaje, era divertida su forma de escribir y lo que había dicho, algo completamente contradictorio. Pero así era como me gustaba, ojalá hubiera recibido más mensajes así.

Bajé a la sala y me recosté en el sillón mientras revisaba mi billetera, tenía bastante dinero de mis trabajos de tiempo libre así que no habría problemas hoy. Cerré los ojos dos segundos y enseguida se escuchó el timbre, por la forma poco paciente en la que tocaban supe quién era, emocionado y feliz caminé a paso apresurado para abrirle la puerta.

-Hola, pelos de mierda. – me saludó y yo admiré su bonita apariencia del día, portaba unos pantalones grises, una playera holgada y tenía una bolsa negra atravesada. El impulso de decirle que era bonito volvía a mi mente haciendo de él una necesidad, pero ahora nadie podría interrumpir sus preguntas así que con dificultad me quite esa idea de la cabeza. -¿Nos vamos?- me pregunto un tanto confundido por mis largos segundos de silencio. Asentí rápidamente y me puse los zapatos para salir de casa.

El camino fue sencillo, hablamos de cosas sin importancia, extrañaba eso, todo después del festival había sido un tanto agotador pues la presión de llevar el puesto numero uno en los hombros nos había distanciado un poco y no habíamos tenido tiempo para mucho. Así que sí, lo extrañaba.

Llegamos a la plaza y busqué con la mirada a Izuku, me había dicho que nos esperarían cerca de la entrada y realmente se puso muy contento cuando le dije que Bakugo había aceptado la invitación; entonces los encontré, un grupo no tan grande de caras familiares. Deku, Uraraka, Iida, Kaminari y... la presencia de las ultimas dos personas me altero un poco, Momo y Todoroki estaban allí también, ella con una sonrisa gigante y el con su expresión seria. Nos acercamos.

-¡Hola, Kiri! – me saludo Izuku alegre mientras estrechaba mi cuerpo en un abrazó, las muestras de afecto son su comunicación más asertiva. Giro a ver a mi acompañante y con un poco de pena lo saludo, no se atrevió a darle un abrazó por la cara que este le había puesto. Era divertido, hasta que vi un gesto realmente molesto de parte de Katsuki hacia mi persona. Mierda.

-Hola chicos, ¿qué haremos hoy? – pregunté quitando un poco de la tensión en mi cuerpo gracias a su mirada inquietante.

Me explicaron el plan y realmente era algo tranquilo, iríamos a comer ramen a la nueva tienda que abrieron en aquella plaza y después a los videojuegos. Algo fácil y agradable. Caminamos todos a buscar aquella tienda, pero yo espere un poco para poder hablar con Bakugo, así que ambos quedamos hasta el final.

Me acerqué hasta su oído y en un susurró le pregunté -¿Estas bien con el plan que tiene los chicos? – me alejé un poco esperando su respuesta pero lo único que obtuve fue una cara un poco sonrojada del chico bonito. Realmente era muy bonito, y la necesidad me gano, así que volví a acercarme a su oreja y sin pensarlo se lo dije. -Eres muy bonito –

Al parecer ignoró eso último y siguió caminando mientras que con la cabeza asentía, me golpee internamente por no poder controlar mi bocotá, pero no me arrepentía.

El día paso rápido y todos nos acoplamos, el ambiente incomodo había desaparecido y de vez en cuando me gustaba admirar las expresiones en el rostro relajado del rubio. Así llego la noche, y todos nos despedíamos, acompañaría a Katsuki a su casa ya que no me gustaba que se fuera solo.

-Oye tú, ¿así que abrazas a todos tus amigos cuando apenas los ves? – me preguntó un tanto molesto, pero con la vista hacía enfrente. -Eres extraño. – eso último lo dijo con la cara hacia el lado contrario donde yo estaba, lo molestaría un poco.

-Así que, el gran rey explosivo esta celoso. – dije con fingida sorpresa -No me digas que estas celoso por un plebeyo como yo. – si seguía así un buen puñetazo si me iba a meter. No me contesto, pero si se escuchó una risa un poco burlona por lo mala de mi actuación.

Sin casi darme cuenta, habíamos llegado a mi casa. No me había fijado que tome el camino equivocado. Pero él tampoco había dicho nada al respecto.

-Déjame quedar contigo hoy, idiota. –

El corazón me dio un vuelco y el miedo de soñar algo con él, estando él conmigo me carcomía.

Vaya problema. 


Gracias por leer la historia, espero poder sacar el próximo capitulo pronto así que espérenlo con ansias. 

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2023 ⏰

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