Llegando a Tí

Ir para no volver

Después de rezar a todo lo existente, llegaron las fiestas de Navidad. Era un respiro que necesitaba con urgencia. Tenía que estudiar y pasar el tiempo con sus amigos, algo que vería casi imposible de realizar. Necesitaría una buena agenda.

Las chicas hablaban de comprar regalos para sus chicos, cosas tanto útiles (martillos, materiales para sus talleres, vales para los recreativos...) como cosas inútiles (figuritas, estupideces varias del chino...) y realmente Natasha no sabía si merecía la pena en regalarle algo a Bucky. Pepper le decía que si merecía la pena regalarle algo que la caracterizase y que fuer útil. Quizás un juego militar para el ordenador o una bufanda. Realmente no sabía, porque no llevaban el suficiente tiempo como para escoger algo. Le preguntaría a Clint, pero le daba un poco de corte. Cuando aun salia con Alexei, por lo menos sabia que le gustaba lo Rusia soviética y regalarle algo bolchevique era lo que realmente lo volvía loco. ¿Tendría que visitar algún lugar realmente americano? Quizás Steve se animaba a recomendarle algo que pegara con su mejor amigo. Hacia tiempo que no hablaba con Steve y eso la ponía aun mas triste. Ella no comprendía porque no habían hablado como hacían antes. Echaba de menos los buenos dias donde él la molestaba y hablaban de cosas sin importancia. De aquel chico que estaba con la gente porque le caía bien y no por un interés un tanto vil y cruel. Ese que estaba mimando a Sharon no era para nada el Steve que ella conocía. Seguía sin aceptarlo.

Se termino de arreglar y terminar su rutina. Era una rutina que no la molestaba en absoluto. Era mas, le encantaba pisar esa poca nieve que llegaba hasta los tobillos (bueno, debería, pero las calles estaban despejadas a esa hora y con ese toque sobrado de sal que podía desteñir sus botas color negro favoritos). Notaba que era algo asquerosamente inútil, ya que todavía nevaba y la nieve se pegaba a sus maquilladas pestañas. Se quedaba un negro corrido que la hacia parecer un pequeño oso panda. Saludo a los chicos como todas las mañanas y aguanto el frio hasta que llego el autobus de forma lenta para no pegársela. Intento pasar sin que nadie viera sus ojos panda, pero no lo logró, solo las risas de Hydra y Clint, al que le pego una buena y se desmaquillo evitando mancharse las mangas. Seria una asquerosa negra visión de ella. Finalmente llegaron al instituto donde gracias al poder de los radiadores pudo estar en manga corta y con su habitual maquillaje negro. Pepper la advirtió de que no lo hiciera, pero era algo innecesario ya que ella lo seguiría haciendo. Así sus ojos podían llamar la atención de su chico. Steve la evitaba para poder ir a sacar a su novia de las garras de Amora y Synthia, quienes miraban con asco a la futura traidora a la que apalear. Ella no sabia si confiar ella, podía ser un maldito truco mas. Las veía capaces de estar usando a su propia amiga para esos fines tan maquiavélicos, mas sabiendo todo el secreto mejor guardado de aquel al que trataba como hermano.

- Nattie, cariño, recuerda que hemos quedado con ellos para ir a tomar chocolate a otro bar

Ella odiaba tener que incluir en varios de sus planes a la pareja, era como invitar a pequeños parásitos sociales a su maldita casa. Tomar chocolate con ellos era como tomar chocolate con el diablo y Rasputín juntos. Ella no dejaba de intentar atrapar la razón y la atención de su ya pareja. A diferencia de ellos, Bucky y Natasha tenían una relación un tanto mas vergonzosa, en la que, como una serie típica americana, se sonrojaban a la mínima. Tenían algo que a Steve y Sharon les faltaban: amor. Ella sabía que el amor de Steve le pertenecía, pero no era correspondido. Lo veía más como un amigo que la había ayudado desinteresadamente. Pero al parecer, no era eso para nada y aquello hacía pensar aunque no fuera necesario. Estaba convencida que su amor era eso que sentía cuando estaba con James.

-Nat, Buck,¿Qué haréis después de este curso?

-Todavía no lo tengo claro, quizás una carrera artística o algo que tenga que ver con lo empresarial como mi padre...-respondió Natasha bastante dubitativa. No le gustaba mostrarse indecisa ante Sharon ya que esta siempre presumía de sus seguridades ante cualquier momento y duda.