REFLECTIONS ✧ draco malfoy

OO4

( The train )

Resumen: Draco y reader (Melisa) son amigos con derechos. 

Confieso que es de un fic que mantengo en borradores desde julio de 2021.

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—¿Por qué te has demorado tanto? —. preguntó Melisa con cierta molestia, al ver a Draco entrar en el compartimiento.

Draco cerró con un simple hechizo la puerta y se giró a ella. —Pansy estaba quejándose de Granger.

—Sería raro si no lo hiciera. — admitió.

Draco sonrió divertido, y sin perder más tiempo, la jaló del brazo, haciendo que se levantara del asiento, para así chocar sus cuerpos al mismo tiempo que sus labios.

Ella pudo percibir como Draco pasaba sus dedos por su cabello, peinando el cabello oscuro hacía abajo, mientras movía sus labios contra los suyos. 

Sin despegarse de aquel beso, Draco comenzó a caminar a uno de lo asientos y se dejó caer, mientras ella lo miraba esperando que dijera algo. Sin embargo, Draco no dijo nada, solo la tomó del brazo y la jaló a su regazo, haciendo que sus labios se tocaran de nuevo.

Una explosión en su estomago se desató, en el momento que sintió el bulto de Draco presionado contra su núcleo, el terrible dolor de querer ser atendida como debía se hizo presente cuando Draco no dejó sus labios para tocarla, como ella hubiera deseado.

Ya era una costumbre verse en el compartimiento para hacer algo, pero siempre se sentía como la primera vez. Como algo prohibido y emocionante de sentir.

Sin pensarlo más, por el calor del momento, comenzó a rodar sus caderas contra él. Sin dejarlo de besar, pues Draco la besó con más fuerza al sentir sus caderas rodando.

—Draco, no queda mucho tiempo  —. susurró ella entre besos.

Draco rompió el beso y la observó unos segundos, intentando recuperar el aliento. —Entonces desabrocha mi pantalón.

Ella accedió sin pensarlo dos veces, llevando sus manos a la hebilla del cinturón, para luego desabrochar el botón y bajar el cierre. Subió sus ojos a Draco, esperando que él mismo lo hiciera, pero no parecía querer hacerlo.

—Draco... ¿puedo?  — le preguntó ella, llevando sus dedos al elástico de sus boxers.

Draco la tomó por la nuca, acercando sus rostros. —¿Realmente ocupas saber eso?.. pensé que era obvia mi desesperación por llenarte —. susurró, para luego chocar sus labio —. Por favor, déjame hacerlo.

Ella asintió, sacando solo la longitud de Draco, para luego ella subir sus rodillas y mover su ropa interior a un lado.

Se alineó, quedando sobre la punta de Draco y lo observó a los ojos. Era como si ambos se estuvieran pidiendo permiso para hacerlo, a pesar de hacerlo cada vez que estaban aburridos, cada vez que Draco ganaba un partido, o cuando ella misma lo ganaba, cuando alguno aprobaba una materia, en las fiestas, después de un día estresante, luego de estudiar... básicamente siempre.

—Por favor hazlo.  — le dijo Draco.

Entonces ella se dejó caer sobre él de forma lenta, permitiendo sentir cada parte de él, como si cada vena fuera un paso más al cielo.

La cabeza de Draco se dejó caer sobre el respaldo de aquel asiento, mientras ella gemía y su frente caía en los hombros de Draco.

Se permitió sentir aquella calidez de Draco llenando su cuerpo, de una forma en la que solo él podía; luego comenzó a mover sus caderas de forma lenta, adelante y atrás, en círculos, dejando que Draco acomodara sus manos en su cadera, para deslizarlas a su trasero.

Ella mantuvo el equilibrio con sus manos sobre sus hombros, jadeando en voz baja sobre los labios de Draco.

Pasaron algunos segundos, dejando que ella tomara el control de la situación, hasta que el rubio la tomó firmemente de la cadera y la golpeó con fuerza contra él. Melissa gimió en su oído, mientras Draco cerraba los ojos, intentando no gemir en voz alta.

Empujó las caderas de ella contra él, llegando a lo más profundo de ella.

Hasta que la soltó y la dejó moverse a su ritmo. Mientras ella daba brinquitos sobre él, jadeando por el placer que ambos llegaban a darse. 

 —Draco estoy cansada. — dijo con la voz agitada.

El rubio la tomó de las caderas, quedando inmóvil dentro de ella. —¿Mi pequeña puta quiere que me la folle? — preguntó Draco, obteniendo un asentimiento de Melissa.

Con solo eso, Draco sonrió y volvió a seguir con aquel movimiento. Tomándola de las caderas y golpeando contra él, hasta que la sintió apretarse a su alrededor y comenzó a empujar sus caderas desde abajo. Porque Draco amaba follarla desde abajo, haciendo que ella gritara de placer en su oído, sudando, mientras sus mejillas mantenían ese color rosado, atrapando sus labios entre sus dientes.

Ella comenzó a apretar la camisa de Draco con fuerza, porque estaba dando justo en su punto dulce, mientras su cadera frotaba su clítoris en el movimiento, dando aquella presión que la tenía goteando sobre su polla.

—Draco, ve más rápido.

Ella le estaba rogando en voz baja, mientras Draco seguía lo que ella pedía.

Siempre le gustó estar con ella, porque a pesar de las veces en que se follaban mutuamente, siempre podría hablar con ella en su habitación, sin tener algún tipo de contacto sexual al hacerlo.

Eran dos jóvenes, que creían necesitar un poco de sexo, para liberar la tensión de sus cuerpos y sus vidas, cuando solo eran dos jóvenes que necesitaban que alguien más los escuchara.

Por eso su gran obsesión, con buscarse cada vez que sentían cualquier tipo de emoción, desde ser los más felices por ganar un partido de quidditch, hasta la peor emoción, donde sollozaban hasta dormir en la habitación del otro.

Quizás no solo era el sexo lo que los mantenía unidos, tal vez el sexo era un factor extra... 

Draco gimió en el oído de Melissa, cuando ella se apretó a su alrededor, por segunda vez. —Por favor, córrete dentro. — le pidió ella, mientras lo ayudaba moviendo su cadera.

Draco jadeó y se movió con brusquedad dentro de ella. —No tengo pociones anticonceptivas.

—No me importa, hazlo...

Y con eso, Draco y Melissa se corrieron al mismo tiempo.

Mientras ella mojaba la polla de Draco, sintiendo como los hilos de semen pintaban sus paredes, como si fuera una especie de mural.

En la habitación solo se podían escuchar sus gemidos, hasta que pudieron volver a su estado regular.

Con la frente de Melissa en el hombro de Draco, jadeando por el cansancio y los labios de Draco presionados contra su hombro vestido, intentando respirar con normalidad.

—No sé porque, cada día soy más adicto a esto.  — soltó Draco de repente, obteniendo una risita de Melissa como resultado.

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Algo corto, pero es lo que hay esta noche.

Att: —F💖