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Quisiera entender lo que sucede, domar mis instintos y dejarlos encerrados.

Pero no puedo hacerlo.

Y me gusta.

Domino sus labios saboreando todo lo que tiene para mí mientras me restriego dejando a simple vista mi instinto animal, lo único que me interesa en este momento en llenarlo de mi olor y hacerlo yo con el suyo.

Se nota que intenta seguir el paso, pero no lo logra, sus gemiditos apenas audibles con sus caricias tímidas en mi espalda me fascinan.

Quiero más.

Sé que no podré tenerlo, pero me basta con soñar, al menos por ahora.

Me separo para dejarlo respirar y jadea en busca de aire, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero por su rostro tan rojo y la manera tan brusca que tiene para respirar me dan una idea.

Sonríe levemente mirándome, sé que no está en todos sus sentidos, pero no sé cómo pasamos de jugar a comernos la boca del otro.

Me acerco sigilosamente siendo muy observador, quiero ver si hay algún cambio y si de alguna manera me rechaza.

Pero no.

Se mantiene quieto esperando a que llegue y lo hago, sus labios se abren al sentir el contacto con los míos permitiéndome el acceso una vez más.

Esto debe ser un sueño, hace mucho tiempo que he tenido esta fantasía, una en la que podía besarlo y estar con él, tomarlo de la mano frente a todos y follarlo en nuestra alcoba.

No puede ser incorrecto del todo si sé que es para mí y las palabras de Hyejin solo me dan más motivos para creerlo.

Es mi otra mitad.

Mi destinado.

Siento algunas gotas de agua en mi cabeza y al notarlo el pasto comienza a humedecerse dejando lodo por todos lados.

Me levanto rápidamente y lo jalo de la mano para que me siga, lo hace y corremos al auto, entramos y espero a que la lluvia baje su intensidad para avanzar.

Me mira y parece confundido más no decepcionado, esa expresión es desconocida para mí.

Y no sé si sea algo bueno o malo.

─Geonhak ─nombra llevando su mano a mi barbilla─ nos besamos.

─S-sí.

─Y, me gustó ─afirma con voz desorientada─ ¿Por qué?

─Yo... no lo sé ─miento para no preocuparlo.

─ ¿P-puedo? ─pregunta mirando mis labios.

Parece un niño confundido sin saber qué hacer, no solía salir mucho en nuestra infancia y algo me dice que tampoco lo ha hecho desde que me fui.

Es fácil de engañar por más inteligente que sea porque no suele interactuar tanto con las personas.

─Sí ─permito asintiendo.

Pero yo lo amo.

Se acerca de nuevo y me besa, muevo mis labios esta vez siendo suave, quiero que él lleve la acción.

Y lo hace, delicadamente y poniendo atención en cada detalle justo como lo imaginé.

Tal vez lo esté confundiendo más pero solo tiene que escuchar a su omega, tiene que seguir sus instintos y sabrá que hay algo más.

Que somos más que amigos.

Somos más que familia.

Somos más que primos.

Somos destinados.

Muero de ganar por decirle y explicarle lo que le sucede, pero es algo que tiene que descubrir, solo tiene que dejar de escucharse a él y oír a su lobo.

Él sabe cómo el mío lo que sucede.

El sonido del agua deja de ser tan fuerte y aprovecho para alejarme, sus ojitos siguen sin saber que pasa, pero ya tendrá tiempo de asimilarlo.

─Debemos volver antes de que vuelva la tormenta.

Asiente y suelta mi mentón, enciendo el vehículo y comienzo a andar.

Sigue algo de lluvia, pero no es para tanto, puedo manejar seguro.

Un par de minutos más tarde llegamos a nuestro destino y antes de que pueda abrir el sale por su puerta, corre y entra a la casa.

Algo extrañado lo sigo sin correr, no quiero asustarlo.

Entro, lo veo correr por las escaleras y escucho el fuerte golpe de la puerta azotándose.

No quiero hablar.

No puedo culparlo, yo sé lo que sucede, pero él no y es normal asustarse, más sabiendo nuestra situación.

¿Por qué habrá actuado así? Sé que su lobo me quiere, pero eso no explica porque él habrá hecho algo al respecto.

A menos que. El bosque.

Dongju deja que su lobo lo domine en áreas llenas de naturaleza, es donde siempre va cuando está asustado o solo quiere seguir sus instintos, donde su omega interior escapa y es libre por unos instantes.

Ahí su razón no funciona del todo y para alguien que es tan metódico eso es más que un respiro.

Es libertad.

Maldita sea, ¿Qué tengo qué hacer? Sabía que esto sería difícil pero no esperaba que esto sucediera y mucho menos ahora. 

Passion [leeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora