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Debí cambiar la cerradura a tiempo, esto no hubiera pasado si lo hubiera hecho.

Ni siquiera escuché cuando llegó, estaba tan cegado por el contacto con Dongju que no me importó nada más.

Vaya error.

─Volveré mañana y espero su respuesta, piénsenlo bien, no les pido todo, pero me niego a irme sin nada después de los años que le invertí a ese hombre.

Sentencia y sale de la casa.

Dongju no ha dicho nada después de su amenaza, solo observa la puerta cerrarse una vez se marcha.

─Dong, perdón, si hubiera cambiado...

─Está bien Geonhak, tranquilo ─dice serenamente─ es algo que tarde o temprano iba a pasar, sino es ella cualquier otra persona hablaría.

Asiento porque tiene razón, pero no me hace sentir mejor.

─ ¿Qué quieres hacer?

─No lo sé.

─ ¿Quieres pagarle?

─Tampoco sé, son las cosas de mi madre y no se las merece.

─Puedo pagarle yo.

─No suena bien esa idea ─niega frustrado y se sienta de nuevo─ nunca sé qué hacer, dímelo tú.

─Dongju, sé que no te es fácil decidir ahora, pero es tu elección.

─Es mucho para mí.

Quisiera poder ayudarlo, pero no puedo hacerlo, es el dinero de su madre.

Si le pido que me muestre como su pareja lo hará, pero más adelante pueda arrepentirse, mismo escenario que si le digo que le pague y acabemos con esto.

Tiene que hacerlo él.

Soba su cara intentando dar con la respuesta, es muy metódico y como tal debe evaluar todas las opciones lo más detallado que le sea posible.

Hace eso desde que somos niños.

Ojalá pudiera apagar su razón un momento y escuchar a su lobo, su instinto podría ayudarlo, pero casi siempre lo mantiene callado.

Aunque hay un modo.

─Dong, ponte tu camisa y busca un abrigo-─ordeno con una idea.

─ ¿Vamos a salir?

─Sí.

─ ¿A dónde?

─Ya verás.

(...)

Avanzo por la carretera tomándome mi tiempo, Dong va en el asiento de copiloto y observa por la ventana.

Es algo tarde y estoy seguro que la noche nos alcanzará antes de volver, pero valdrá la pena, necesito que esté conectado con su omega interno si quiere llegar a una solución.

No saber decidir es de sus peores debilidades y tarde o temprano iba a pasarle factura.

Llegamos.

Estaciono el auto como las veces anteriores y lo invito a salir, lo hace, pero parece confundido.

─El bosque ─nombra mirando los alrededores─ ¿Por qué?

─Es donde tu lobo sale con más confianza.

─ ¿Mi lobo? ¿Y para qué lo quiero?

─Te ayudará a tomar una mejor decisión.

─No, ese instinto solo nos hace impulsivos y no lo necesito en este momento- ─asegura intentando volver al vehículo, pero bloqueo su camino─ Geonhak, mi lobo no me dirá lo que tengo que hacer.

─No, pero te dirá lo que quieres hacer ─afirmo sonriendo.

Rueda los ojos, pero asiente resignado, da la vuelta y camina adentrándose en el bosque.

Le hago compañía caminando detrás de él, conforme avanzamos los árboles se hacen más grandes y los arbustos más espesos, ese olor a naturaleza invade mi olfato y me hace sentir tranquilo.

Es justo lo que pasa con él, pero se niega a aceptarlo.

Parece contento, este entorno siempre fue su preferido en tiempos de crisis o solo para divertirse, suele buscarlo, ahora más que nunca necesita de este lugar.

Sus pasos se vuelven apresurados poco a poco, también los míos para seguirlo de cerca y cuando lo noto ya estamos corriendo.

Sus risas me guían a través de las plantas, disfruta demasiado del entorno y eso me hace feliz.

Verlo feliz me alegra también.

En un mal movimiento lo pierdo de vista, podrá ser omega y considerado inferior, pero es más rápido que muchos alfas y eso me incluye a mí.

Pongo atención a los sonidos para localizarlo como la vez pasada y alcanzo a oír una madera crujir.

Una pisada.

Me acerco sigilosamente tras él árbol que creo que lo oculta y me preparo para atraparlo.

No está.

─ ¡Te tengo! ─grita tras de mí y me taclea.

Rodamos por el suelo entre risas y ahora él está sobre mí, sus lindas carcajadas arrullan mis oídos.

Para de reír pero su sonrisa se mantiene en su cara, se acerca un poco más y deja un beso superficial en mis labios.

─Gracias Geonhak ─agradece en un susurro.

─Lo que sea por ti, ¿Ya sabes qué hacer?

─Por ahora sé que me quiero quedar a dormir aquí.

─Entonces quedémonos.

Passion [leeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora