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Despierto al sentir un cuerpo calientito acomodándose mejor a mí, abro los ojos lentamente y con una sonrisa observo lo que ya sabía.

Mi Dong me abraza.

No aceptará jamás en público que disfruta mis abrazos, pero al menos yo lo sé, sigue inconsciente pero como siempre cuando duerme su lobo toma posesión de él.

No me molesta el contacto, al contrario, paso mis brazos a su alrededor y lo acerco más hasta quedar pegados, sonrío cuando se queda quieto porque significa que su lobo está feliz y doy un beso en su frente.

Despertar de este modo y que él sepa que lo quiero y me corresponda en definitiva es el mejor sentimiento que puedo tener.

Lo amo.

(...)

¿Qué demonios?

Volví a dormir porque estaba muy cómodo y más con Dongju a mi lado pero ahora que despierto no lo veo por ningún lado.

Me levanto de la cama y voy al cuarto de baño, pero tampoco está.

La planta baja.

Alcanzo a oír movimiento, debe ser él, es bueno cocinando así que tal vez prepara el desayuno.

Aprovecho para tomar una ducha rápida, me visto al terminar y salgo de la habitación.

Cuando Hyejin vuelva lo mejor será mandarla con mi mamá, sabe estas cosas de destinados, pero dudo que el vernos actuar como tal le resulte cómodo.

Aunque si el mundo no lo acepta me importa poco porque yo lo quiero y él a mí.

Bajo las escaleras y escucho algo en la cocina, sonrío y entro encontrándome con mi chico.

Y con mi tío y su omega.

Nada me sale bien.

─Buen día ─saludo sentándome a la mesa.

─Geonhak ─nombra seriamente─ no sabía que seguías aquí.

─Lo sabías, yo te lo dije ─avisa Dongju sentándose a mi lado─ pensó que las escrituras ya estaban a mi nombre y quiere que las cambie, pero no le resultó.

─Te ordené que no le dijeras nada ─regaña dando un golpe a la mesa─ ¿Por qué me desobedeces?

─Usó su voz ─nota Wheein confundida─ debiste haberle hecho caso a menos que...

─Que un alfa lo haya reclamado ─completa mi tío mirando su cuello─ no hay nada.

─Eso no lo sabes ─asegura Dongju tomando mi mano por debajo de la mesa─ no reconozco tu autoridad nunca más, papá, esta casa era de mi madre y no vas a deshonrar su memoria trayendo a esa mujer aquí así que les pido que se vayan y no vuelvan nunca más.

─ ¿Quién eres para mandarme? Eres un omega Dongju, estás por debajo de mí.

─No creo que eso sea verdad, pero si a eso quiere apegarse le recuerdo que yo también soy un alfa y el dueño de esta casa así que márchense ─exijo presionando la mano de Dongju─ no quiere verlos y yo tampoco.

Suelta una risa burlona y se levanta de la silla, jala con él a su mujer y salen de la casa.

Que jugada tan cruel, creyó que la casa ya era de Dongju y como es omega puede usar su voz para cambiar las escrituras a su voluntad.

Le ordenó que no me dijera nada, pero no lo obedeció.

¿Qué carajos? No lo he marcado.

─Tampoco entiendo que haya sucedido ─dice como si leyera mi mente─ antes cuando me ordenaba hacer algo sentía la necesidad de obedecer, pero ahora no, es como si mi voluntad fuera mía.

─Eso es raro, no sé qué haya pasado.

─Eres mi alfa ─suelta mirándome fijamente─ y mi lobo no reconoce a nadie que no seas tú, al menos ahora que sabe que me correspondes.

No sé si sea una explicación válida, pero es lo único que tenemos.

Además, me gusta la idea.

Sonrío y me acerco más hasta que puedo besarlo, no esperaba que lo hiciera porque tardó en reaccionar, pero al fin lo hace y me encanta.

Ambos somos inexpertos en el amor, mi primera vez le pertenece, así como la suya a mí y seguiremos aprendiendo entre nosotros.

Me separo levemente y le sonrío, hace lo mismo y se levanta de su silla.

─Preparaba el desayuno cuando llegaron, de verdad necesitamos cambiar la cerradura ─sugiere sirviendo en los platos─ y mi papá seguirá buscando la forma para quedarse con la casa.

─También lo pensé, pero no va a poder, ya lo demostraste.

─Pudo ser un golpe de suerte y no me quiero arriesgar, no cambies la propiedad de nombre, a ti no te afecta en nada.

─ ¿Estás seguro?

─Sí, no quiero que se queden con lo que le pertenece a mi mamá.

Asiento y deja el plato frente a mí, se sirve también y se sienta a mi lado.

─Siempre comemos en la cocina, ¿Por qué no en el comedor? ─pregunto dando un bocado.

─Yo comía aquí con Hyejin, me acostumbré ─informa luego de beber algo de café─ ¿Te molesta?

─Para nada, pero me resulta curioso, si te trataba mal porque mi tía no hacía nada.

─Lo intentó, pero la voz de papá siempre la controlaba, supongo que él no se imaginaba que mamá pudiera pensar en algo para quitarle la casa.

Asiento y continuo con mis alimentos, siempre subestiman a los omegas y debo admitir que yo lo he hecho en algunas ocasiones.

Mi tío solía tomar ventaja sobre ellos todo el tiempo, pero quién diría que unas omegas de hecho serían su perdición, una se defendió al final dejándolo sin nada.

Y la otra lo manipula paraobtener todo lo que quiere. 

Passion [leeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora