11

132 24 0
                                    

Cada toque.

─Geonhak, más.

Cada palabra.

─Hazlo rápido.

Cada petición.

─Muérdeme.

Pero no.

Al fin logra correrse manchando su cuerpo y el mío, su esencia está por todos lados y de verdad es una oferta tentadora, solo sería para mí, pero no está en todos sus sentidos.

Antes de anudarlo salgo de él y termino de masturbarme para terminar con esto, solo bastan cinco movimientos más y el chorro sale disparado manchando a Dong que sigue bajo de mí.

Es muy placentero poder oler mi aroma en su cuerpo, no solo mi cuerpo sino mi semen lo bañan y me dan la ilusión de que es para mí.

Y puede que así sea, pero no es momento.

Su respiración va haciéndose lenta y se nota que lucha para no cerrar sus ojos, está cansado y aliviado pues seguramente ha dejado de doler.

─Déjame bañarte ─pido tomándolo en brazos y camino al baño.

Sus brazos pasan a mí alrededor para ganar soporte y no caer, seguimos así hasta que llego al cuarto indicado y entramos.

Lo dejo sobre el chorro de agua y tomo la barra e jabón del estante para asearlo.

─Yo lo haré ─pide deteniendo mi mano─ ¿Podrías salir?

Asiento y salgo del baño, creo que sus sentidos comienzan a ahuyentar a su lobo.

No lo culpo, pero cuando su razón liberé su cuerpo del omega que lleva dentro es muy seguro que se sienta culpable.

Yo estoy igual o bueno, algo parecido porque no me siento mal de haber tenido sexo con él, lo deseaba con muchas ganas desde hace tanto tiempo.

Lo que me preocupa es como reaccione, con el calor fuera de su sistema no sabrá como asimilarlo.

Tengo que decirle, tengo que hacerle saber que sentirse atraído por mí no es raro.

Recuerdo los primeros meses con este sentimiento, fue muy difícil sobrellevarlo y él debe estar así en este momento.

Se supone que los destinados son solo cuentos de hadas, no había conocido a nadie que fuera capaz de sentir tal unión y las historias que me contaban parecían ficción.

El ruido del agua cayendo al suelo se detiene.

Abre la puerta y se dispone a salir, pero se detiene al verme frente a él.

─ ¿Cómo te sientes? ─pregunto nervioso─ tú, ¿Tu dolor se fue?

Asiente agachando la cabeza, debe sentir vergüenza.

─Sobre lo que pasó...

─Sé que solo lo hiciste por ayudar, descuida ─me interrumpe seriamente─ déjame vestirme por favor, no quiero hablar de eso.

─Bien... ¿Quieres comer algo? No cenaste anoche y no has desayunado.

─Bajaré en un momento, por favor sal.

Asiento y lo dejo, escucho que coloca el seguro de la puerta.

No quiere que lo moleste, entiendo.

Bajo las escaleras, entro a la cocina y preparo algo rápido para que almuerce, sé que no quiere hablar, pero es un tema que hay que discutir, no podemos simplemente fingir que nada sucedió en la alcoba.

Lo veo entrar por la puerta con la cabeza baja y el paso lento, se sienta a la mesa y comienza a comer lo que dejé para él.

Como insiste en hacer esto me siento al lado con un vaso con agua y le hago compañía.

─ ¿Sabes que son los supresores? ─pregunto bebiendo el líquido.

─No soy estúpido, sé lo que son, pero nunca los he necesitado, bueno, hasta ahora.

─ ¿Tienes de esos?

─No, como te dije nunca me hicieron falta y la verdad dudaba que algún día entrara en celo.

─ ¿Por qué? Los omegas lo hacen más seguido que los alfa.

─Sí, y los omegas son sumisos y obedientes, pero yo no aplico, pensé que tampoco eso lo haría ─se justifica golpeando la mesa con los cubiertos.

─No quiero molestar...

─Pues no lo hagas ─ordena levantándose de la silla.

─ ¿Qué te sucede? Si quieres reclamar algo hazlo ya ─ordeno poniéndome de pie también.

─No te culpo ni nada de eso, solo actuaste bajo tus instintos, sabemos que no se pueden controlar tanto como quisiéramos, pero no quiero hablar de eso, solo no quiero que lo vuelvas a mencionar.

─Dongju, tienes que entender que...

─También ese es el problema, no entiendo, no comprendo porque puedo dormir increíblemente desde que llegaste, porque ahora después de años mi calor llegó y solo cuando tu estuviste presente, no entiendo porque mi lobo solo quiere estar contigo, no entiendo porque en toda mi vida jamás me he sentido cómodo con ningún alfa además de ti, es tan confuso que creo que me volveré loco.

─Dong...

─Nunca he obedecido a nadie por la buena, ni siquiera a los alfas a menos que usen su voz, pero tengo una necesidad de servirte a la primera y eso me enfurece, ¿Por qué me pasan estas cosas?

Cuestiona rápidamente pero no deja que le explique nada, solo echa a correr fuera de la cocina y escucho que se encierra en su cuarto de nuevo.

De por si pasaba por un fuerte periodo de desastres y solo vine a empeorar la situación.

Lo arruiné. 

Passion [leeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora