15

111 22 2
                                    

Dongju y yo en el sillón mientras usa mis piernas como almohada.

En definitiva, es una excelente manera de pasar el rato.

Acaricio su cabeza mientras pone atención a la televisión, es como revivir nuestra infancia porque solíamos hacer esto, pero el sentimiento es distinto porque ahora cada toque y cada palabra tienen otro significado.

─ ¿Qué vamos a hacer ahora? ─le pregunto dejando un beso en su mejilla.

─No tengo la menor idea, esperaba que tú lo supieras.

─ ¿Quieres formalizar lo nuestro?

─No lo sé.

─ ¿Tan siquiera me amas?

─De eso si estoy seguro ─responde asintiendo─ no sabía que nombre ponerle a lo que siento por ti, nunca entendí el significado de amor o eso creía, pero es justo lo que siento por ti.

─ ¿Cómo puedes estar tan seguro?

─Cuando te fuiste me derrumbé, lo admito, me dolió demasiado tu partida y no entendía el por qué, cuando volviste todo eso cambió y por más que quise estar enojado contigo no lo logré, sé que es amor porque hago cosas por ti que no haría por nadie más.

Tiene sentido para mí, pero quería estar seguro.

Me agacho y beso sus labios sin miedo al rechazo, me acepta sin necesidad de insistir y deja a mi lengua pasearse por su boca.

Tanto tiempo pensando en este momento y hacerlo realidad me parece la más dulce de las locuras, sus labios son tan suave y su interior tan cálido.

Es perfecto.

Me separo levemente y aprovecho para tomar aire, hace lo mismo pero sus mejillas rojas no son solo por aguantar la respiración.

Está apenado.

─Me gustaría morderte ─afirmo volviendo a besar su rostro.

─ ¿S-sí?

─Nada me haría más feliz que la gente supiera que tu dueño soy yo, quiero tener bebés contigo Dongju.

─Hakkie.

Nuestro celo ya habrá pasado, pero no quita lo que siento cada vez que lo toco, una excitación menor pero continua se apodera de mí deseando penetrarlo duro y con fuerza.

Y ahora no tengo porque detenerme.

─Yo también quiero ─accede Dongju sentándose en mi regazo─ pero no sé si podre con eso.

─ ¿Con qué?

─A ti te da igual y a mí, pero los demás son los que me preocupan, ¿Comprendes?

─ ¿Por qué te importa tanto lo que piensen?

─No quiero que nos hagan daño.

Creo que entiendo.

Las relaciones por destino pueden ser muy respetadas y hasta envidiadas, pero al ser de la familia no sé qué tan aceptado pueda ser.

El miedo es normal, pero puedo con ello si tengo a Dongju conmigo, vivir sin él fue una verdadera prueba del infierno y no quiero pasar por ello de nuevo.

No dejo que piense tanto y llevo mis labios a su cuello dejando pequeños besos, no quiero adelantarme, pero sé que aceptará que lo marque.

Lo sé porque al estar unidos siento lo que él y no noto nada de arrepentimiento viniendo de él.

Escucho su risita y sonrío en medio de mis acciones, acaricia mi cabello buscando más contacto así que continúo con mis labios sobre su piel.

Mis colmillos duelen por no permitirles clavarse todavía, pero necesito qué él me lo permita primero, quiero que esté totalmente seguro de su decisión él día que decida hacerlo mío por completo.

─Creí que solo en mi celo tendría ganas de follar ─dice en un susurro.

─ ¿Tienes ganas?

─Recuerdo tu polla dentro de mí y cosas en mi despiertan.

Santo cielo.

Quito su camisa de un jalón y paso mis labios por todo su pecho, gime a momentos, pero no se resiste.

Me encanta como se me ofrece.

Y voy a tomarlo con mucho gusto.

Mis manos van a su cintura y lo acaricio con mis pulgares, él mantiene sus manos en mi cabeza y sus caricias tiernas se convierten poco a poco en un agarre firme.

─Tú eres su alfa ─dicen tras nosotros.

Dongju se quita de mis piernas de golpe y cae al suelo, creo que le duele así que me levanto rápidamente y lo ayudo a levantarse.

Giro y me encuentro con esa busca fortunas.

Wheein.

─Era eso... no, no sé qué decir.

─Pues no digas nada y vete ─pide Dongju enojado.

─ ¿Qué pensará tu padre si se entera de esto?

─No me preocupa mi padre.

─ ¿Y los demás? ─insiste sonriendo─ sé que eres un alfa Geonhak y que podrías ordenarme irme porque como tal la marca no la tengo y no reconozco a ese hombre como mi pareja.

─Oh que sorpresa, solo quieres a mi padre por su dinero no lo esperaba ─reta Dongju sarcásticamente─ eso ya lo sé.

─Entonces sabrás que mi ambición no tiene límite y si no quieren que todos se enteren lo enfermos que están me darán parte de lo que tienen, con eso me conformo, ya aparecerá un alfa que sí tenga los pantalones para poner en raya a su hijo.

Passion [leeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora