9

183 27 8
                                    


El conductor del autobús seguía su ruta marcada con apuro, mientras los jugadores del Nekoma dormían.

El efecto no duraría mucho.

El celular del hombre brilló.

"Avísame cuando llegues, aún no hay nuevas noticias."

De pronto se sintió algo inquieto. No noticias significaba algo bueno, ¿cierto? ¿Entonces qué era esta mala sensación en su pecho?

Lo entendió cuando, casi en cámara lenta, vio como a su izquierda un hombre en motocicleta lanzaba un artefacto hacia la parte trasera del autobús y se iba.

Una rueda explotó y el hombre como pudo trató de no perder el control, frenando a unos metros más adelante.

— ¡Mierda! ¿Cómo pudieron darse cuenta? Es imposible -golpeó el volante.

La figura del hombre desapareció dejando a la luz a un joven de no más de diesisiete años, pelinaranja.

La figura del hombre desapareció dejando a la luz a un joven de no más de diesisiete años, pelinaranja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— No tengo otra opción.

Del bolsillo de su capucha roja sacó un artefacto azul, pequeño y circular, el cual lanzó al piso del autobús.

Un gas aquamarino llenó el espacio cerrado, de a poco despertando a los chicos, algunos se fueron levantando, confundidos.

— ¿Qué pasa? -preguntó Lev, frente a ellos se encontraba un chico que en su vida habían visto.

— Todos ustedes, si quieren seguir viviendo, síganme y no se les ocurra hacer algo peligroso.

— Déjate que de estupideces -dijo un pelinegro-. nos vamos.

— ¡Ya basta! -Tanizaki estaba entrando en pánico, una de las personas que más apreciaba, casi tanto como a una hermana más, estaba en peligro.

Y él estaba aquí, encargándose de un montón de niños.

Sacó una pistola y al instante Kuroo se colocó frente a Kenma y Yaku.

— Espera, espera, tranquilo.

— No es para ustedes.

Entonces, disparó.

La bala pasó casi rozando a Lev, que estaba atrás, pero aterrizó justo en el pecho de un motociclista que iba directo hacia ellos. Tal vez el mismo de hace un rato.

— Pero qué...

— Estoy aquí haciéndole un favor Maki, y ese tipo está aquí por ustedes, vámonos.

Todos se miraron.

— ¿Por qué no lo dijiste antes?

Salieron del autobús y corrieron unas cuantas cuadras, siguiendo al pelinaraja, hasta que se detuvieron en un callejón.

Sacrificio [BSD x Haikyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora