Jungkook sale de vacaciones familiares por África, desanimado por no pasar las vacaciones de verano con sus amigos, en el resort elegido conoce a Trisha. Juntos se internaran en una amistad o algo más allá.
- Historia de mi autoría.
- Contenido eró...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me fui a medianoche, misma cenicienta, rumbo a mi habitación. Agradecí que JungHyun, no estaba en la habitación, así me ahorré interrogatorios sin sentido.
Este día los papás de Trisha decidieron por el tan famoso Safari, mis papás tomarían un día de Spa, JyngHyun se escabulliría con Hana no se dónde, pero a la vez harían algunas clases de baile tradicional a la que Hana los inscribió. Yo, bueno aún seguía disfrutando de los recuerdos de la noche anterior dentro de mi habitación.
Me sentía bien, mas que eso. Saber que Trisha me prefería por sobre un tipo de 20 años, con evidente experiencia encima, creo que a cualquiera le subía el ego.
JungHyun se dio cuenta de mi sonrisa de idiota durante el desayuno y no perdió la oportunidad de preguntarme, y agradezco que no me hiciera pasar vergüenza frente a Trisha y su familia.
No pude dar detalles de lo que pasó, no es de caballeros divulgar lo que uno hace con las chicas, solo me limite a decir que estaba entablando una linda amistad con Trisha y que teníamos muchas, muchísimas cosas en común.
No podía quedarme todo el día dentro de la habitación, así que salí a dar una vuelta, por todo el complejo turístico. Me di con la sorpresa de que ofrecían clases de todo incluso de cerámica y me apunté para uno.
No podía sacarme de la cabeza su bello rostro, sus suaves manos y sus deliciosos labios sobre los míos, bueno, no solamente sus labios. Negué varias veces durante la dichosa clase de cerámica, intentando colocar toda mi concentración en lo que hacía, al final logré hacer una taza para Trisha, la envolví en papel decorativo, para luego regalársela.
Llegó la hora del almuerzo y comí con los tortolos, que solo hicieron acto de presencia en el salón, pensando que sus respectivos progenitores estarían presentes, pero al parecer ambas parejas estaban ocupadas en sus asuntos.
Fui a la habitación, a dejar la taza, para evitar que se rompiera y regresé al lobby, para bombardear de mensajes a Trisha.
¿Cómo va el Safari?
Esperé por la respuesta, que nunca llegó, supuse estaba en un lugar de poca cobertura. Me distraje jugando algo de videojuegos en mi celular, pero me aburrí a los minutos, necesitaba a Trisha, me sentía ansioso sin ella, y estaba empezando a preocuparme la dependencia que empezaba a desarrollar y es asi como las palabras de ese sacerdote africano, llegaron a mi:
- Pero ten cuidado... con tu carácter...
- ¿Por qué?
- Podrías alejarla...
- ¿Alejarla?
- Avanzaran... pero todo dependerá de...
¿Ese avanzaran... se refería a lo de... ayer? Si me pongo a pensar detenidamente, son muy pocas las probabilidades de tener sexo con una casi desconocida, a mi edad y en un hotel con vacaciones familiares. Sobre todo, porque estamos rodeados de padres sobre protectores, a pesar de eso, pasó y fue... maravilloso.
Ahí iba una vez más, mi sonrisa de idiota.
- ¡Hijo! – me sobresalté al escuchar la voz de mi madre.
- ¡Ma-mamá!
- Vamos a cenar, ya es hora.
¿Cenar?, ¿Cuánto tiempo estuve aquí?
- ¡Ay Jungkook! – se cruzó de brazos – no me dirás que te quedaste todo el día aquí, jugando esas cosas que juegas.
- No, no, bajé hace poco... para esperarlos, mientras – rasqué mi nuca – mientras hablaba con los chicos – me levanté del sofá.
- ¡Oh! ¿Cómo están?
Mamá intentó pasar su brazo sobre mis hombros, pero como es mas bajita que yo, decidió colocar su brazo alrededor de mi cintura, reí bajo, para evitar un golpe de su parte.
Caminamos rumbo al gran salón, y una vez mas no pude encontrar a Trisha, al parecer aún no llegaban, ya que no contestaba mis mensajes y la ansiedad de a pocos me consumía más y más.
- ¿Cariño? – era mamá de nuevo. – Las vacaciones terminaran pronto ¿Por qué no le preguntas a los chicos, si puedes acoplarte al campamento cuando regresemos?
Iba asimilando las palabras de mamá de a pocos, ¿Quería que esto terminara? No, ¿Quería alejarme de Trisha? No, dejé de pensar en el campamento, desde que la conocí.
- S-si, cla-claro, preguntaré... Regresaré a la habitación, no tengo mucha hambre.
- ¿Te sientes bien cariño?
- Si mamá, descuida.
Sali del salón, sin rumbo aparente, aunque solo tenía en mente ir a la habitación de Trisha, no podía hacer eso, era arriesgado, podría encontrarme con sus padres en el camino y de seguro armarían un escándalo si me ven tocando la puerta de su única hija, su única y "buenisima" hija.
- ¡Ya Jungkook! Baja las hormonas.
Pero era imposible, después de esa maravillosa noche, mi piel quedo tatuada con cada caricia suya, con cada beso suyo, con cada gemido, jadeo.
- ¡Mierda!, estoy perdido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
