Jungkook sale de vacaciones familiares por África, desanimado por no pasar las vacaciones de verano con sus amigos, en el resort elegido conoce a Trisha. Juntos se internaran en una amistad o algo más allá.
- Historia de mi autoría.
- Contenido eró...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bajamos al salón, en donde se daría la famosa cena de bienvenida, había una cantidad impresionante de personas, parejas, familias con niños pequeños, adolescentes, como nosotros.
Esperamos a que los anfitriones, nos indicarán la mesa a la que debíamos ir. Nos asignarán otra familia para compartir las comidas, durante la semana.
- Espero sea la familia de Hana - me dijo JungHyun emocionado. Reí, me agradaba Hana, pero no estaba muy seguro si quería compartir la mesa con la parejita melosa.
Buscamos la mesa 9, aún estaba vacía. Pero tenía 6 sillas más, al parecer una enorme familia nos acompañaría.
Para suerte de mi hermano, la familia de Hana fue asignada a nuestra mesa. Mis padres no podían estar más contentos y ni que decir de mi hermano. Ambos actuaron sorprendidos de verse reunidos nuevamente. A mi muy humilde opinión, una pésima actuación por parte de los dos tortolos.
La cena empezaría pronto y aún faltaban 3 sillas más.
De pronto una señorita se acercó a nuestra mesa y se puso a conversar con los adultos. No escuchaba nada, porque todos hacían mucho ruido y no podía chismosear. De pronto la vi alejarse y al poco tiempo regresó acompañada con dos hombres y una chica.
Lucía algo tímida, de tez bronceada, ojos grandes y verdes, cabello rizado, y hermosa, vaya que si era hermosa. Ella abrió los ojos, lo que le dio sus órbitas, al verme.
- Familia Jeon, Familia Kang - se dirigió a nosotros la señorita del hotel - les presento a la familia Han, quienes los acompañarán esta semana.
Los adultos sonrieron, estrecharon la mano de los dos hombres, Hana y JungHyun hicieron lo mismo y nosotros, solo nos quedamos callados, ambos dirigimos la mirada a otro lado, visiblemente incómodos. Ella debía tener mi edad, lucia joven, de seguro era así.
Mi papá empezó a hablar en inglés y afortunadamente uno de los hombres, él que tenía facciones asiáticas, respondió que era coreano.
Todos suspiraron aliviados, ya que el idioma les resultaba difícil, sólo los tortolos lo manejaban a la perfección.
Cómo los buenos adolescentes inadaptados que éramos, al menos, yo lo era, y ella al parecer también, no hablamos, ni intentamos hacerlo. Escuchamos las palabras de bienvenida, las indicaciones sobre los tours, actividades y demás, nos acercamos al buffet, comimos en silencio, mientras todos entablaban conversación y toqueteos, por debajo de la mesa.
De rato en rato le echaba una mirada, y siempre la pillé mirándome primero, pero rápidamente, la desviaba.
De repente la vi levantarse de la mesa, en un perfecto coreano, se despidió, hizo una reverencia y se fue, no sin antes despedirse de los dos hombres, que la verdad no entendía que eran de ella, osea lo intuía.
Los jóvenes copiamos su actitud, JungHyun y Hana se levantaron, agradecieron y se fueron, les dieron una advertencia de buen comportamiento, reí porque ambos pares de padres lo hicieron e hice lo mismo.
