XI. DESPEDIDA - SEXTA NOCHE

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Desperté con el calor del cuerpo de Trisha sobre el mio

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Desperté con el calor del cuerpo de Trisha sobre el mio.

No tuvimos una pelea real, pero si una reconciliación real. Repetimos una noche de toques subidos de tono, agregando que Trisha me hizo mi primer sexo oral y ¡Dios! Gracias, gracias por crear esa maravillosa experiencia, Trisha es una gran, gran alumna, con solo ver dos videos pornográficos, hizo un trabajo maravilloso, le di un 10 de 10 y prometí que le enviaría su diploma a casa.

Aunque si me pongo a pensar no puedo compararla con nadie, pero siento que ella es insuperable.

- Hola - mi voz se escuchaba algo ronca en las mañanas, pero sabia que no le disgustaría.

- Hola - dijo con una gran sonrisa en el rostro. - ¡Que sexy tu voz!

- Mmmm... lo sé.

- ¿Tu hermano no estará preguntándose donde estas?

No podía contarle a Trisha que JungHyun sabia, mejor dejarlo así.

- Es probable, pero preferí despertar a tu lado. No quería que te sientas vacía.

- ¡Oh que tierno mi conejito! - agarró mis mejillas.

- ¿Conejito?

- Eres como uno esponjosito.

- ¿Esponjosito?

- ¿Sí?

- Ya veras lo esponjosito que puedo ser.

La ataqué con cosquillas, reíamos tan fuerte que no nos percatamos que la puerta sonó, hasta que una llamada, nos sobresaltó.

Los papás de Trisha estaban fuera y era muy probable que nos escucharan, que me escucharan.

El miedo se apoderó de nosotros, nos vestimos como amantes fugitivos, desechamos las evidencias y tuve que salir por la ventana, deslizarme por las enredaderas, lanzarme al jardín y salir corriendo rumbo a mi habitación sin mirar atrás.

Al llegar me desplomé en risas, sobre mi cama. Fue tan divertido escapar de padres celosos, era la primera vez que lo hacía y se sintió increíble.

JungHyun tenía razón, debía vivir al máximo, disfrutar cada cosa que pasaba, Trisha era esa chispa que necesitaba, ella también moría por experimentar y nos encontramos en el momento preciso.

Si lo nuestro no iba más allá, por lo menos nos quedaba esto, seguiría siendo su amigo y hasta estaba pensando seriamente en postular a la NYU, aunque era muy precipitado pensar en eso, muchas cosas pueden pasar en un año, si en tan solo 6 días me siento atraído de una forma extraña por una chica, ese sentimiento podía cambiar en el transcurso del tiempo.

JungHyun salio de la ducha, con una sonrisa picara.

- Habla - dijo - ¿Qué tal?

- No te diré - sonreí feliz.

- ¡Puta! Que suerte tienes Bro. Yo llevo seis días y hasta ahora no tenemos oportunidad.

- ¿Hana no esta en una habitación sola?

- Su habitación está conectada con la de sus papás.

- Oh... pero ayer, yo no estuve aquí.

- Si, pero no es tan fácil.

- Hoy en la fiesta de despedida, puedes aprovechar, es probable que me quede con Trisha.

- Si es así, gracias y cuídense por favor.

- Lo hacemos.

Hoy saldríamos de City Tour, todos iríamos juntos, afortunadamente los papás de Trisha se apuntaron también.

Dejamos de lado la timidez y nos sentamos juntos en el transporte que nos asignaron, Trisha se encargó de apaciguar las aguas con sus papás y llegaron a la conclusión de que era un chico de fiar, que no intentaría nada inapropiado con su dulce hija y estaban en lo cierto, solo quería complacerla.

Aprovechamos para tomarnos infinidad de fotos, todos disfrutando del día y de la compañía.

Tanto para JungHyun, como para mí, eran nuestras últimas horas de vacaciones con las chicas que nos gustaban. Hana se quedaría dos días mas en Seúl, para partir luego a Canadá y mi hermano a Escocia.

Por nuestra parte Trisha regresaría a Sud África y mantendríamos una relación amistosa a distancia, intentaría acoplarme al campamento de Música, porque no podía mentir, extrañaba a mis amigos, pero no quitaba que estos días los disfruté como nunca.

Al regresar del Tour, nos preparamos para la fiesta de despedida, afortunadamente después de la cena, la fiesta se dividida por edades, así que todos estaban atendidos, mi hermano y Hana aprovecharon para escabullirse a mi habitación, mientras que Trisha y yo optamos por bailar toda la noche y después ir al jardín secreto a darnos unos cuantos besitos más.

- Te extrañaré como no tienes idea - dijo mirando hacia el cielo estrellado.

- Y yo a ti. - estábamos recostados sobre el césped. - si remotamente cambian de trabajo alguno de tus pas. Por favor que sea Seúl. - la escuché reír.

- Espero que remotamente eso pase. Quizá pueda convencerlos de pasar mi último año en Seúl, mi abuela vive allá.

- Hazlo ¿sí? - empecé a dejar besos por todo su rostro.

- ¡Esta bien, está bien! - reía - ¿Te quedaras esta noche?

- Debo hacerlo, recuerda que mi habitación esta ocupada.

- ¡Oh! Es verdad, te parece una partida de Smash y luego ¿vemos?

¡Ah!, esa carita picara, la forma como bate sus pestañas, como lame sus labios, como no enamorarse de esos gestos, pero sobre todo de su ser.

Antes de conocer a Trisha, yo solo quería quedarme en el lugar donde estaba: Seúl, mis amigos, la música, bueno en realidad no sabía ni que quería estudiar. En cambio, Trisha tenia en mente viajar por todo el mundo, separarse de sus padres, no solo porque quería estar lejos de ellos, por ser sobre protectores, si no porque quería experimentar por su cuenta, valerse por si misma, destacar por su esfuerzo, hacer sentir orgullosos a los suyos, ser feliz. Ella buscaba ser feliz y no le tenia miedo a nada, ni a nadie.

Por ella vi la posibilidad de salir al extranjero, a pesar de que mi hermano mayor y su novia harían lo mismo, nunca lo tuve como opción, fue Trisha quien me ayudó a abrir mis horizontes.

Quería que se quedara conmigo y me estaba aferrando a ella más de lo debido, pero no sentía miedo por el futuro, sentía curiosidad y eso era bueno. Trisha no seria la última chica de la que me enamoraría, eso lo sabía, pero seria una buena primera vez y estaría agradecido siempre por eso.

Las despedidas son tristes, con Trisha fue agridulce, tenemos la tecnología de nuestro lado y seguiríamos en contacto por mucho tiempo. Catalogamos estas vacaciones como las más divertidas de nuestras vidas, no nos arrepentimos de nada y es genial ese sentimiento.

Espero volver a ver a Trisha pronto, en cualquier parte del mundo, cada uno tiene una parte del corazón del otro y estaré esperando con ansias hasta que ese encuentro se de.

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7 DIAS PARA Enamorarnos (JJK) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora