Shen QingQiu despertó el día como cualquier otro. Enfadado.
Todos a su alrededor siempre sabían de su típico estado de ánimo, pero eso no evitaría que hiciera todas sus tareas de siempre, con algo de desdén, pero las haría.
Casi al mismo tiempo que despertaba, su discípulo principal le trajo una carta de parte del líder de secta, quien se había ido a una misión hacía algunos días.
En la carta, se describía la necesidad de la presencia de Shen QingQiu en una ciudad algo lejana.
Según la misiva, era algo de suma importancia, lo cual le irritaba. Shen QingQiu leía esta carta con el ceño fruncido, molesto por la siempre presente necesidad de aquel líder de querer crear situaciones en las que ambos estuvieran juntos.
Siempre le causaba un gran estrés el tener que lidiar con cosas como esta, gracias a los constantes intentos de Yue QingYuan de mejorar su relación con su 'Xiao Jiu'. ¡Cómo odiaba que siguiera intentando esa clase de cosas infructuosas!
Shen QingQiu chasqueó la lengua con amargura y arrugó la carta, arrojándola al otro lado de la habitación, completamente irritado de tener casi la obligación de asistir a aquella misión.
Aún permanecía en su habitación, pensando en qué hacer a continuación. Había tenido un miserable sueño en el que era mutilado y convertido en una vara humana por esa bestia que tenía como discípulo, ciertamente eso provocaba que este se sintiera mil veces peor que otros días.
Recordaba las imágenes vistas en aquel sueño como si solo fueran recuerdos, tan vividos que le causaban escalofríos. Lo que más le irritaba de aquella pesadilla, era una extraña escena, en donde no lo presenciaba desde su propia perspectiva, en su lugar, pudo identificar que lo veía desde la visión de su antiguo amigo de la infancia, Yue QingYuan.
Lo recordaba tan claro como el agua, aquellas miles de flechas que le atravesaban el cuerpo como si de mantequilla se tratase, sin asesinarlo por completo, dejándole en completa agonía, falleciendo lentamente a causa de un inmenso dolor, sangrando por cada orificio en el que aún permanecían las fechas incrustadas en su cuerpo. Podía ver la sonrisa en su discípulo, quien fue la mente maestra de aquel acto en el que Yue QingYuan fue completamente asestado por las miles de flechas inyectadas en veneno sin piedad alguna, todo como si solo fuera una escena de comedia para aquel hombre.
Todavía podía sentir en su cuerpo cómo se degradaba lentamente por el veneno. Todo lo vio como una película recortada, pero al mismo tiempo, pudo sentir cada sensación, pudo oler aquel asqueroso e inmundo charco de sangre que se arremolinaba debajo de él. La escena había sido cortada de un segundo a otro, cuando volvió a su 'cuerpo', solo para ver a su desgraciado discípulo frente a él, con Xuán Sù en sus manos, completamente rota, demostrando que aquel cruel acto había sido realizado anteriormente.
Le carcomía la culpa, todo fue a causa de él, si tan solo hubiera logrado que ese estúpido de Yue QingYuan se alejara antes de que eso ocurriera...
"Solo es un maldito sueño, ¿qué tanto estoy pensando...?" susurró Shen QingQiu al notar que sus pensamientos comenzaban a divagar. Suspiro con desagrado. Solo para terminar de arreglar las cosas que pensaba llevar a aquella ciudad. Jamás volvería a pensar en ese maldito sueño. "Es un sueño, y hasta ahí se quedará..."
Había decidido partir esa misma tarde con las cosas necesarias en el bolsillo de almacenamiento de su manga. Tenía pereza por tener que utilizar su espada, por lo que pidió a su discípulo principal, Ming Fang, que le arreglara un carruaje para partir ese mismo día.
A pesar de ser un poco escoria, Ming Fang siempre fue un discípulo que hacía todo lo que su Shizun le encargase, por lo que Shen QingQiu estaba satisfecho con eso.
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Los 7 Días De Una Maldición
FanfictionShen Jiu pensó que sólo sería una misión como las demás, en la que tendría que ir a solucionar inútiles problemas de la gente de los pueblos pobres y eso. Pero lo que jamas espero que, el demonio que estaba en aquel pequeño pueblo, fuera una especie...