This Inconvenient Fireworks

CAPITULO 1

CAPITULO 1

Son las seis de la mañana y Louis tiene a su gato sobre su rostro.

Esto es probablemente una metáfora del estado actual de su vida. No quiere pensarlo, aún no ha tomado su té.

—¡No! —gruñe tras sentir un arañazo. Se da la vuelta y tira a Duquesa al suelo, que maúlla y se escabulle rápidamente fuera de su habitación, probablemente para ir despechada a vomitar en sus zapatos.

Perfecto. Empieza el curso con pelo de gato en la boca.

Se arrastra fuera de la cama y pone una tetera, tropezando con la pila de libros y guiones que hay a la puerta de su dormitorio antes de encontrar las gafas. Debería terminar con toda esa mierda y mudarse como lleva planeado un año, pero nunca lo hace, es lo suficientemente bueno. Zayn lo llama el nido del pájaro. Zayn se podría ir a la mierda.

Ha sido un verano aburrido, como el anterior y el anterior a este. Leyó un libro. Compró un nuevo juego de toallas de baño. Pasó tres días viendo el maratón de reality show americano en su portátil y se alimentó de comida para llevar. Sin salidas ni citas.

Se apoya en el mostrador de la cocina y mira a su colección de tazas dobles tratando de no pensar demasiado en ello.

Se ducha mientras escucha como se hace el té, hace años que sigue la misma rutina cada mañana aprovechando al máximo los diez minutos de agua caliente que su edificio le proporciona. Ha vivido ahí desde que se trasladó a Manchester cuando tenía veintidós años, y ya llevaba allí tres años de su vida. Se las ha arreglado para acumular lentamente una respetable colección de muebles. Es bastante agradable, incluso con aquel gran agujero de la pared de la sala de estar, que hizo Niall lanzando una botella de cerveza en una de sus borracheras.

Cuando termina su té y se seca el pelo, saca unos pantalones de su armario. Vestirse para el trabajo siempre es un poco complicado. Él no es como Zayn, que sin esfuerzo encanta a todas las madres (y algunos de los padres) simplemente por existir. Zayn puede llevar un corte de pelo vanguardista y vestirse como un bibliotecario inconformista y subirse en su gran moto porque es Zayn. Y de todos modos, Zayn es profesor de inglés, su sentido de la moda sólo le hace parecer más sensible y artístico. Louis enseña drama, que como todo tiene sus estereotipos. Hay una delgada línea entre ser artístico y ser “otra cosa” en lo que respecta al teatro.

Así Louis se pone tirantes y pantalones y zapatos de vestir, arremangando siempre la camisa salvo que haga frío y no sea sensato hacerlo. Es un look clásico, y él se enorgullece de llevarlo. Se necesita tiempo para conseguir que su pelo parezca ingeniosamente azotado por el viento, de hecho tiene que programar el despertador a las seis y tratar de no acostarse a una hora intempestiva para lograr mantenerse de buen humor todo el día.

Por mucho que odie levantarse temprano y pasar la mayor parte de sus noches en vela, le gusta su trabajo. Bueno, la mayoría de las veces le gusta su trabajo. Sobre todo los días en que nadie le pide por diez millonésima vez que le explique algo que él ya daba por aprendido y nadie rompe alguno de sus focos justo antes de un ensayo general, le gusta su trabajo. Le gusta trabajar con adolescentes, le gusta el espectáculo y que le paguen por hablar de teatro durante todo el día.

—Te gusta tu trabajo —le dice a su reflejo en la tostadora, mientras espera por su pan.

Deja a Duquesa con un plato de comida y una palmadita en la cabeza como recompensa por sacarlo de la cama más temprano, ignorando la mirada gélida que ella le ofrece a cambio. Un último vistazo al espejo y sale por la puerta, la cartera colgada del hombro. Pasa en coche por la escuela contemplando lo que este año podría ser su clase, con la esperanza de que Dios no vuelva a repetir la pandemia de gripe del año pasado. Él tuvo que quemar un conjunto de ochocientas sábanas de hilo. Fue una época oscura para todo el mundo.