Parsel

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El Slytherin de blanco cabello con ese particular mechón rojo, se acercó a quienes hablaban cerca de la ventana, de inmediato tomo a la chica de la muñeca y la jalo hacia él. —Gina, nos vamos.

—¿Eh? ¿A dónde?

—Es tarde, tu y Dareki deben volver a su sala común. —Argumento Reiji, pero Damian no parecía muy contento, algo lo cual sus compañeros notaron rápidamente, y se acercaron, acorralando a los dos Slytherin entre ellos y Damian.

—Bueno, bueno. Ryuga y... ¿Tú quién eres? —El de ojos grises observo de pies a cabeza, a quien estaba junto al mencionado

—Reiji. —Aclaro Gina.

—Oh, Reiji. Reiji Mizuchi, ¿No? El chico que habla lengua parsel.

Mas bien el que te dará una paliza si no dejas a Gina en paz. —Respondió en tal idioma, los demás se mostraron confundidos, Ryuga sonrió levemente y Gina frunció el ceño.

—¿Que fue todo eso? —Jack dio un paso adelante, sacando su varita y apuntándola contra Reiji. —¿Intentas burlarte de nosotros? Mas te vale que no estes diciendo tonterías.

—No es nada, nada. El... Solo me convencía de irnos y tiene razón. —Ella volteo hacia Damian, haciendo una pequeña reverencia. —Espero puedas disculparme. Hay ciertas personas en mi casa que desconfían de mí, no quiero levantar aún más sospechas.

El chico de celestes cabellos le sonrió. —Bueno, es comprensible. No queremos que nos descubran antes de tiempo. —Volvió a tomar la mano de la joven. —Porque cuando llegue la hora, todos conocerán nuestros nombres y nadie jamás olvidara nuestros rostros. —Volvió a depositar un beso en la mano de la chica y esta le sonrió, en ese momento Ryuga tomo su otra mano y la jalo hacia él, provocando que ella apartara su mano.

—Como sea, vámonos. —Hablo el de blanco cabello. Los chicos tras ellos se quitaron del camino con una señal de Damian, el comenzó a caminar rápidamente llevando a la chica aun de la mano, Reiji los siguió.

—¡Dareki! ¡Dareki vámonos!—La pelirroja hablo a la chica cerca de un librero, esta arranco la página de un libro que tenía entre manos y con un suspiro desganado, dejo el libro donde estaba, llevándose la página guardada en su bolsillo a lo que caminaba hacia la "salida" con los dos Slytherin y su compañera de casa.

Una vez fuera, en el patio principal, Dareki y Reiji se quedaron algo atrás, pues Ryuga seguía jalando a la chica con fuerza mientras caminaba apresuradamente. —Ryuga, ya basta, estas lastimándome. —Pero el parecía no escucharla. —¡Dije basta! —Se soltó de su agarre con fuerza. —¡¿Que ocurre contigo?!

—Hem, Gina. No deberías gritar, alguien podría- —Reiji se acercó hablando en voz baja, pero fue interrumpido por el otro Slytherin.

—¡¿Conmigo?! ¡Contigo más bien! —Ryuga volteo hacia ella. —¿A qué quieres jugar? Hace un rato estabas aterrada de hablar con Damian, y mírate ahora. ¿A quién intentas engañar?

—¿Perdona?

—Reiji tiene razón. —Dareki rio nerviosamente, luego con bastante enojo en sus palabras dijo. —Si no se callan nos descubrirán.

Pero ellos parecían no escuchar. —¡Tu misma sabes lo peligroso que puede llegar a ser alguien como el! ¡¿Por qué no piensas un poco antes de hacer las cosas?!

—¿Que intentas decir?

—¡No quiero que te acerques a el de nuevo!

—¡¿Que?! ¡¿Y tú quién te crees que eres para decirme eso?! ¡Ni Doji me prohíbe cosas así!

—¡Lo digo por tu seguridad!

—Chicos, basta. —Reiji intentaba calmar a Ryuga.

—Tenemos que irnos antes de que alguien venga. —Dareki hacia lo mismo con Gina.

—¡¿Y tú desde cuando te preocupas por mí?! ¡No finjas que te importo!

—¡Si me importas y me asusta que algo te pase..! —Su expresión enojada se fue de su rostro lentamente, a la vez que hasta Reiji y Dareki lo observaron sorprendidos. Gina se calmó, miro al suelo y soltó un pequeño suspiro.

—Reiji, Dareki. ¿Nos dejan solos un momento?

—Eh, no, yo quiero ver como sigue la novela. —La de ojos violeta se cruzó de brazos. Pero el chico de cabello castaño puso una mano en el hombro de ella, haciendo que esta lo mirara, él le indico con un gesto en su mirada, apuntando desde ella hacia Gina, solo ahí la joven pudo ver como esta tenía una expresión bastante seria y afligida. —Está bien, yo... Hem. Te espero fuera de la sala común, Gina. Es mejor que entremos juntas.

Ambos jóvenes se fueron cada uno en dirección a su sala común, con la mayor cautela posible luego de la discusión de los otros dos.

—Ven conmigo. Tenemos que hablar, pero no aquí, ya hicimos mucho ruido y alguien podría llegar en cualquier momento. —El de dorados ojos comenzó a caminar, seguido inmediatamente por la pelirroja, ambos iban en silencio, entraron a una especie de pasillo que conectaba con el interior de una torre. Mientras aun caminaban, a mitad del pasillo, ella lo detuvo tomando su mano.

—Espera. —Pronuncio haciendo que el más alto se volteara a observarla, momento en el que ella se acercó lo más posible a él, poniendo sus manos ahora en las mejillas de este, sujetando así su rostro mientras se hacía unos centímetros más alta al pararse en las puntas de sus pies, logrando así encontrar los labios contrarios con un repentino beso en la oscuridad del pasillo, donde solo unos tenue rayos de luz de luna lograban atravesar con dificultad por culpa de la torre frente a esta. Cerro sus ojos sin separar sus labios, acción que el chico imito, mientras llevaba una mano a sujetarla con firmeza por la cintura y la otra tras la nuca de esta, deslizando sus dedos por el rojo y oscuro cabello de ella. La chica soltó el rostro contrario, separándose unos segundos mientras entreabría los ojos y observaba el rostro frente a ella, iluminado con esa débil luz algo azulada, donde sus ojos dorados y de delgadas iris resaltaban y la observaban una vez el también abrió sus ojos al sentirla alejarse.

—Gina, yo... —Quiso decir este, pero ella le interrumpió.

—Cállate, ¿Sí? Solo cállate. —Se hizo pequeña otra vez, escondiéndose en el pecho contrario con sus manos sobre este y su rostro sobre estas. Ryuga la sujeto con fuerza en un abrazo, recostando su barbilla en la cabeza de la chica, quien daba un suspiro y se dejaba estar ahí sin cerrar sus ojos aún. Había soñado durante años con ese beso, y le había encantado que fuera quizás en una situación más romántica, en un momento más bonito, o algo por el estilo, pero por sobre todas las cosas, que no fuera el inicio de una posible despedida. Pues al fin y al cabo, esa fue su razón para hacerlo ahí y ahora, él tenía razón y ella lo sabía, pero aun así, no lo sabía tanto como el, pues después de todo, Ryuga sabe algo que Gina aún no se imagina, pero no es el momento, no aun. Del mismo modo, Gina sabía lo que Ryuga quería decir, pero tampoco era el momento, la diferencia era que probablemente ese momento nunca llegará en realidad, al menos eso es lo que ambos piensan, quien sabe si tienen razón o no.

—Es mejor que nos demos prisa en volver a nuestras salas comunes. —Ella menciono mientras se separaba y se daba media vuelta, dándole la espalda. —Deja que yo me vaya primero, Dareki está esperándome.

—Mhm. —Acepto el de blanco cabello, desviando su mirada a un lado antes de cerrar los ojos, no quería observarla irse. Pero de pronto sintió sus suaves labios sobre los suyos una vez más, por un breve momento, en el cual también pudo sentir la mano de esta sobre su mejilla, copio su acción y puso su mano sobre la mejilla contraria también, sin abrir los ojos ni aun cuando esta se separó. No lo hizo, no abrió sus ojos, no dijo una sola palabra, solo espero, paso saliva, y abrió sus ojos luego de varios segundos de esperar a que ella finalmente se marchara. Entonces fue su turno, se marchó de ese pasillo en completo silencio, intentando callar su propia mente en la oscuridad y el frio de la noche misma.


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⏰ Última actualización: Jul 10, 2022 ⏰

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