CAPÍTULO I

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En las vacaciones de verano todos buscaban refrescarse un poco. Es por eso que esta en una una casa que tiene una piscina, pero nunca imagino que sería una mini fiesta. Bueno, de mini no tenía nada eran como unas sesenta personas ahí, si no es más.

Fue traído aquí por un engaño, le habían dicho que solo serían sus amigos y las parejas de estos, una total farsa. Pero bueno, ya estaba ahí y está la piscina, se iría en un rincón para que nadie le molestará.

No es que  Nanon no quisiera conocer gente, pero solo quería estar tranquilo y relajarse, entablar una conversación con alguien no es su mayor deseo en estos momentos.

Observó a las personas en la amplia piscina y encontró un espacio aislado en donde no había mucha gente, agradecía que el sol ya se haya metido. No quería quemarse.

Estando ahí, solo se dispuso a quedarse quieto, por suerte la música se encontraba un poco alejado de donde estaba y no le molestaba. Haces unas semanas atrás termino su colegio y dentro de poco empezaría su universidad, estudiaría Comunicación Social. Es algo que siempre tuvo claro y no cambiaria por nada.

Se relajó en el agua, tanto que en un momento cerro sus ojos. Tenía un flotador así que no se preocuparía por nada. En un momento sintió que alguien se acercaba y decidió ignorarlo. Pero el chico venía con un solo objetivo, y era conocerlo y tal vez de forma muy profunda ese día.

-Hola, ¿por qué estás solo aquí?- hablo sentándose en la orilla.
Nanon dio un suspiro y respondió -Tal vez por qué quiero estar tranquilo y sin ruidos, relajarme. Cosa que hacía antes que llegarás tu- ni siquiera había abierto los ojos, no le interesaba, antes había discutido con su padre y eso lo había puesto de tan mal humor.

-Oye tranquilo tigre, solo quería saber eso. Me habían dicho que te llevas bien con todos, veo que es mentira-

Ahora Nanon si abrió los ojos y se sorprendió. Estaba frente al que fue su amor platónico de la escuela, el mismo que ni siquiera sabía de su existencia. Bueno... seguro sabía pero lo ignoraba, quien no sabría del cuatro ojos, nerd, gay, rata y muchos otros apodos; del 5 grado. Sip, su infancia no fue la mejor. Ese fue uno de los motivos por lo que se mudó de escuela. Desde ese día ya no se volvieron a encontrar, hasta ahora.

Nanon pudo disimular muy bien su sorpresa y al instante se dio cuenta que Ohm no le reconocía.
-Parece que investigaste un poco, por qué y quién te lo dijo?- Arqueo un ceja.

-Pues solo pregunté tu nombre, Nanon. Te vi solo y quise saber quién eras, esas chicas de ahí me dijeron muchas mentiras.- Apunto hacia su amiga Love y hermana.

-No les llames mentirosas- Frunció el ceño.

-Pues tú no pareces nada tierno y ni amable, ¿cuántos años tienes?. No quiero ver cuando seas más grande, serás más amargado y gruñón.- Una sonrisa burlona apareció en su cara, y Nanon solo quiso pegarle.

-En serio, no estoy para tus bromitas. Si vienes para molestar te pido que te retires amablemente, antes que sea de otra manera  y te aseguro que va a doler.- amenazó Nanon.

-Discúlpame, solo te vi un poco decaído y quise hacerte compañía. Se que nos acabamos de conocer, pero si te ayuda en algo. Soy muy bueno escuchando y dando consejos- Su cara se transformó en una de arrepentimiento y culpa.

Nanon dio un respiro profundo -Simplemente no me parece que me estés ayudando a dejarme de sentir mal, me pones furioso- acuso.

-Lo siento, me pase.¿Me perdonas?- Y puso un puchero que Nanon lo encontró tierno.

Una historia de amor. OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora