CAPÍTULO II

1.6K 124 16
                                    

☁️🌈☁️

Los rayos del sol entraban por la ventana, el hombre de cabellos castaños fue el primero en despertar, admiro el rostro dormido de su acompañante. Realmente era hermoso, se veía tan delicado, sabía que el chico esconde más problemas que el de su padre, pero le daría su espacio. Estaba seguro que con el tiempo le contara las demás cosas, ganaría su confianza.
Al principio penso que solo era atracción física, ver un chico tan precioso alejado de todos, le causó curiosidad. Ayer al pasar unas horas en compañía de él, se dio cuenta de la maravillosa persona con que se encontro.
Quiere conocerlo más y cuidarlo de todo lo malo. No permitiría que vuelva a estar triste.

En ningún momento apartó la mirada de lo que el consideraba, una obra de arte tallado por los mismos dioses. Pudo observar cada detalle en la piel del otro. Todos sus lunares, cicatrices y hasta algunos granitos. Era perfecto.

Se llevó una mano a su pecho y sonrió. Su corazón latía como loco, en verdad le había hechizado. ¿Sera brujo?. Ohm soltó una pequeña carcajada, claro que no.

En ese mismo momento, Nanon empezo a abrir los ojos. Conecto su mirada con el de Ohm para luego bostezar, colocándose boca para arriba se estiro. Se dispuso a rememorar todos los acontecimientos de la noche anterior. Sus mejillas empezaron a tornarse rojas y las empezaba a sentir calientes.

Ohm estuvo pendiente de él todo el tiempo y tampoco se perdido el cambio de color.-Buenos días precioso, ¿estuviste recordando nuestra noche?- y cuando penso que Nanon no podía estar más rojo se equivocó, el color se extendió hasta en sus ojeras.

El chico de cabellos negros estaba por explotar, Nanon no entendía por qué se sentía así. No era la primera vez que se acostaba con alguien, capaz sea por qué nunca pensó que estaría en esta situación con su amor de escuela, su primer amor. Vamos estuvo soñando esto desde que descubrió que le gustaban los hombres. Si, seguro es por eso.

-Deja de molestarme- se tapó la mano con sus manos, soltó un suspiro y quiso levantarse de la cama, un dolor en su parte baja la impidió. Frunciendo el ceño volvió a recostarse.

-¿Quieres levantarte?, te ayudo- Ohm se sentó en la cama y con mucho cuidado ayudo a Nanon a sentarse -espera aquí, voy a buscar algo para el dolor- y con eso se puso su ropa para desaparecer en la puerta.

Nanon no sentía mucho dolor era soportable, así que se levanto para tomar una ducha rápida poniéndose su ropa que estaba desparramada por toda la habitación.
Bajo las escaleras yendo hacia la cocina, su panza pedía comida. Se preparó unos huevos y encontró jugo en la heladera. Al sentarse para desayunar escucho como abrían la puerta, Ohm había vuelto con una bolsa y se acercaba a el con su típica sonrisa.

-No me esperaste- abulto su labio en forma de reclamo -¿no me has hecho el desayuno?- acercó su cara al del más bajito.

-¿Y por qué tendría que prepárate el desayuno?, no soy tu sirviente- dio un pequeño golpe en la frente haciendo que el otro se aleje.

-¡Ay! ¿Por que hiciste eso?- dijo agarrando su cabeza y dando masajes -siento que mi cabeza va explotar, eres cruel precioso-

Nanon rodo los ojos -Exagerado,ahí tienes la cocina y la heladera- apunto cada cosa -Preparate algo tú solo- Llevo su comida a la boca y empezó a masticarla.

-No vas a tomar tu remedio, ¿no te dolía algo?- y esa sonrisa juguetona volvió.

-¿Y por culpa de quién estoy así?- el de cabellos negros acusó, levanto una ceja

Una historia de amor. OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora