𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐒 | ˢᵃⁿᵃ ʸ ᵗᵘ

𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐒 - 06

-Entonces cuando fuimos a visitar a sus padres, mi suegro, cuando le dije que los papeles de adopción ya habían sido aprobados y que pronto nos entregarían a nuestra pequeña saltó de la felicidad, incluso me cargo dando vueltas por toda la sala -la señorita Park Jihyo terminó de explicar mientras reía, haciendo que Haseul, la señorita Zhou, el ministro ruso y la ministra japonesa rieran igualmente- Ese hombre que aparentaba ser de corazón de piedra y que me veía con odio lloró cómo un niño pequeño al saber que sería abuelo, ¿Pueden creerlo?

-Si no hubiera estado ahí presente no te habría creído -dijo Tzuyu risueña, luego se dirigió a sus homólogos- Pero mi padre no te odia cariño, más bien sería todo lo contrario... Aunque tal vez este un poco resentido, digo, el era la luz de mi vida hasta que, bueno, hasta que me casé contigo.

Jihyo asintió, alzando su copa para beber otro sorbo de su vino.

-¿Y usted, ministra Minatozaki? -luego Jihyo se dirigió a la japonesa, la cual se encontraba concentrada comiendo su sandwich, está alzó la vista- Sé que todo lo relacionado a esto está siendo tendencia en internet, pero, ¿Cómo ha estado llevando la situación en su gobierno?

Sana tragó el bocado, limpiando sus labios con una servilleta.

-Mi índice de aprobación ha subido a más del ochenta porciento desde que aprobé la revocatoria de mandato del ministro de relaciones públicas que estuvo involucrado en el ataque al puesto naval de Jeju -explicó Sana, la coreana de hermosos ojos asintió- Y con la finalización del tratado de hoy... Puede que mi periodo de mandato se extienda otros cinco años más, no lo sé, tal vez lo haga o no, este trabajo me quita varias horas de sueño a la semana.

-Es por eso que no presenté mi candidatura a las reelecciones de este año -dijo Tzuyu- Ya va siendo hora de dejar el país en manos de otra persona.

-Más aún si vas a iniciar en el ámbito de la maternidad, ese empleo no lo puedes dejar así como así -Haseul agregó, tanteando el resto de vino en su copa- ¿Y tú, Vladimir? Has estado muy callado.

El ruso alzó la vista del suelo, mirando a las mujeres con una sonrisa bastante extraña. Este tosió, aclarando su garganta.

-Estaba pensando en que mi periodo también terminará pronto -dijo él, su coreano era suavemente maltratado por su brusco tono de voz- Justamente en el setenta aniversario de la caída de la Unión y del robo más grande en la historia, majestad.

Las tres mujeres notaron los obvios reproches en su voz, Vladimir cruzó su pie por encima del otro. Haseul se removió incómoda en su silla, las expresiones faciales de Vladimir le hacían tener un sabor amargo en su garganta.

-No jodas Vlad, ¿Aún sigues resentido por eso? -reprochó Jihyo en voz alta- Ni siquiera fue en tu época, y según sé la compra fue totalmente legal, robo fue el partido del mes pasado entre Rusia e Inglaterra, claramente era gol.