𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐒 - 18

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Haseul suspiró audiblemente, la azabache mayor se encontraba sola en su oficina

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Haseul suspiró audiblemente, la azabache mayor se encontraba sola en su oficina. Habían pasado cerca de cinco días desde que su hija, T/n, y Sana, fueron secuestradas. Desde hacía cinco días todo su ejército, incluyendo a su servicio secreto y cualquier organización con fines militares estaban en la tarea de encontrar a su hija y dar caza a los infelices que habían perpetrado el ataque.

Haseul jamás pensó que aquel hombre que conocía de toda la vida, aquel que fue su amigo durante tanto tiempo pudiera haber sido capaz de hacer tanto daño. La azabache jamás pensó que Vladimir, aquel hombre de paz había sido el causante de la mayor desgracia que su familia y su imperio habían sufrido en más de doscientos años de historia, ¿Cuál fue su motivo para hacerlo?

Un par de toques en la puerta distrajeron a la emperatriz de sus pensamientos, después de dar la autorización para entrar allí aparecieron Tzuyu y Jihyo, el matrimonio Park había llegado casi de inmediato desde que se había corrido la voz entre los mandatarios más importantes del consejo de naciones unidas y demás. Haseul sonrió levemente, viendo como sus amigas hacían una reverencia protocolaria -aún cuando Haseul había perdido la cuenta de todas las veces que les pidió no hacerlas- y se sentaban después frente a ella.

—Mis más sinceras disculpas majestad, de haber sabido que algo así pasaría... -Jihyo fue la primera en hablar- Habríamos actuado más rápido.

Tzuyu asintió, tomando la mano de su esposa. —Hemos corrido la voz sutilmente, he ordenado la militarización de las fronteras y movilizado gran parte del ejército en la frontera con la provincia siberiana -dijo la Morena- El sudeste asiático ha estado un poco movido, así que movilizar a cientos de miles de militares no fue algo tan extraño.

Haseul asintió con una sonrisa, agradeciendo el esfuerzo que sus amigas hacían para encontrar a su hija, y tal vez, futura nuera (si, Haseul había notado las miradas que Sana y T/n compartían ocasionalmente.)

—Gracias -dijo Haseul, luego, cerró sus ojos- Nunca pensé que mi hija volvería a casa después de tanto tiempo, y estaba tan feliz que... -luego su voz se quebró- Que esto pasará una segunda vez es un golpe duro a mi orgullo, y Kahei... Bueno, trato de resistir por ella -finalmente abrió sus ojos- Solo espero que todo esto termine y mi hija pueda volver segura junto a Sana.

Ante la mención de la japonesa, la boca de Jihyo se abrió levemente, recordando algo, Haseul miro a su coreana amiga y enarcó una ceja.

—¿No te enteraste? -preguntó Jihyo, Haseul negó- La ministra Minatozaki pertenece a una antigua familia real -Haseul siguió sin entender, Jihyo suspiró levemente- El emperador dimitió, no tuvo descendientes, y en caso de que la guerra civil termine la siguiente en la línea de sucesión es Sana.

—Básicamente, y resumiendolo todo, si se da la noticia del secuestro de Sana y de tu hija todo el mundo entrara en una especie búsqueda de su líder -Tzuyu explicó, Haseul abrió sus ojos sorprendida al entender lo que el matrimonio quería decir- Si un heredero a la corona desparece todo el mundo hará su esfuerzo para buscarla, y cuando digo todo el mundo es TODO.

𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐒 | ˢᵃⁿᵃ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora