13. Separación

126 16 38
                                    

Su cabeza dolía como si un enorme roca hubiera caído encima. Despertó con dificultad, poco a poco fue consciente de que respiraba también con dificultad. La primera persona que vió al abrir los ojos fue Wen Ning.

Había angustia en el par de ojos opacos, oscuros, como la noche.

– ¡A-Yuan!

De manera taciturna, Wen Qionglin fue cambiando el desasosiego por una sonrisa de felicidad. Al menos ese era el significado de ese gesto, que Lan Yuan había aprendido a identificar de su tío de sangre.

– A-Ling… el líder Jin, ¿está bien?
Wen Ning agitó su cabeza con brusquedad. Ahora mismo está en Torre Koi. Se encuentra perfectamente.

Al saber aquello, Lan Sizhui sonrió satisfecho y sus ojos volvieron a cerrar de nuevo, haciendo que su tío llamara con desesperación a Wei Wuxian o a Lan Wangji.

La siguiente vez que despertó, sintió la pierna izquierda entumecida. Intentó ponerse de pie, pero sus fuerzas no le permitieron levantarse. Parecía como si un gigante de doscientos kilos estuviera encima de su cuerpo, aplastandole. Rodeó con la mirada a su habitación. Wei Wuxian y Lan Wangji estaban hablando.

– Esto no le va a gustar

– Es necesario

– Lo sé, Er Gege. No te preocupes por mí. Mientras Wen Ning siga conmigo, no habrá quien pueda ponerme un dedo encima.

– Regresa con nosotros

La mirada de Lan Wangji se había vuelto suplicante. Aquél “nosotros” solo podía referirse a una persona.

Wei Wuxian abrazó con fuerza a su esposo. – Por favor, sé paciente. A-Ling me necesita ahora más que nunca. Después de que el juicio haya terminado, seguramente habrá consecuencias.

– Que venga el Líder Jiang

Wei Wuxian estuvo a punto de debatir, pero se dio cuenta que Sizhui había abierto los ojos.

Precipitadamente, se acercó a su cama, al igual que Lan Wangji. Con cuidado, Wei Wuxian hizo a un lado un mechón de cabellos oscuros de su frente.

– ¡Por fin despertaste!

Lan Yuan habló con dificultad. – ¿A .. quien se …lleva pa-dre?

Wei Wuxian se hizo a un lado, permitiendo a Wen Ning acercarse y pedirle perdón con una expresión dolorosa. Entonces su mano pálida tomó una aguja de acupresión y tras buscar una nueva aprobación de Wei Wuxian, clavó la aguja en el mismo sitio donde años atrás, su hermana durmió al Patriarca Yiling, el día que se entregaron en Lanling para morir bajo las llamas de odio de sus persecutores.

Antes de perder de nuevo la conciencia, Lan Yuan escuchó a Wei Wuxian contestar a su pregunta.

– Irás de vuelta a Gusu Lan.

☁️

(Un día antes)

El incendio de la Posada Tiāntáng fue tema principal de conversación en todos lados. Había salido a la luz que tres de los huéspedes perecieron en el percance, y sin mayor indagación por parte del Ministerio de Justicia, el caso fue cerrado. La causa del incendio, ante todos, fué una antorcha mal colocada. Las pérdidas para los propietarios del lugar fueron cuantiosas. El administrador del lugar intentó llegar a fondo, discutiendo con el Ministerio de Seguridad, pero no permitieron más investigaciones.

Tan pronto fueron llamados, Jin Tian llegó con discreción, acompañado de Jin Zifeng, Ministro de Seguridad, a la hacienda Mo. Ahí encontraron a su líder de secta recuperándose de sus heridas. Su cara y ropajes estaban cubiertos de humo, y un fuerte golpe inflamó su pómulo derecho de color púrpura, como el uniforme de Junmeng Jiang.

Sol de JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora