23. Sol de Jade

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El recorrido adoquinado de los pasillos del Reino Impuro era delimitado por muros de relieve de roca, sus caminos escalonados ascendentes y descendentes conectaban los edificios de una o dos plantas. El atardecer anunció la puesta del sol y el aire helado invitaba a cualquiera a permanecer resguardado en un lugar cerrado y seguro.

Con enojo e impotencia, Jin Ling siguió corriendo hasta llegar finalmente a un espacio abierto en los campos de entrenamiento de Qinghe. Si no fuera líder de Secta, habría montado ya su espada para volver de inmediato a Torre Koi, pero el sermón de Jin Peng sería aún más grande que el que acababa de ganar, al abandonar impulsivamente la sesión que aún se estaba llevando a cabo en la Conferencia Anual de Sectas.

La idea de mandar a Lan Sizhui como carne de cañón para confrontar a Wen Mao era para Jin Ling por demás innecesaria. Posiblemente era la forma en la que el Líder Lan pretendía salvaguardar la reputación de Lan Sizhui, ahora conocido como Wen Yuan, ante el mundo de la Cultivación, pero ese plan absurdo echaba a la basura cualquier intento de Jin Ling de proteger a su Sol de Jade de cualquier amenaza. Y el que Sizhui entrara en éste juego absurdo, dispuesto a jugarse la vida, era estúpido e irresponsable.

Entre las paredes de roca y la vista panorámica que mostraba la extensión del reino de Qinghe en el campo de entrenamientos, Jin Rulan finalmente se permitió gritar a los cuatro vientos: ¡MALDITA SEA SIZHUI! ¿DE QUE MANERA PODRÉ PROTEGERTE AHORA?

Jin Rulan volvió a gritar más fuerte para desahogarse, mientras seguía respirando hondo el aire helado del ambiente, apretando los puños hasta lastimar las palmas de sus manos y nudillos, para sosegar su frustración.

Jiang Cheng también salió del palacio para dar alcance a su sobrino. Al encontrarlo en medio del campo de entrenamientos, se acercó lentamente.

- A-Ling

Al escuchar, Jin Ling volteó hacia su tío y le dedicó una leve inclinación para disculparse, conteniendo la frustración que aún tenía acumulada en el estómago.

- Lo siento Jiu Jiu, no podía permanecer más en ese lugar. No estoy de acuerdo.

Jiang Cheng extendió uno de sus brazos para dar calor a la espalda de su sobrino, y respondió calmadamente - Está bien.

Sintiéndose seguro, Jin Ling correspondió al abrazo, exhalando un sollozo contenido. - ¿Qué estoy haciendo mal? Yo quiero protegerlo, pero ni siquiera el mismo está dispuesto a mantenerse a salvo. ¿No puedo hacer más?

Jiang Cheng intentó comprender a su sobrino. Él mismo no sabía que responder si aún no estaba seguro de lo que realmente pasaba. En cuanto a proteger a su propia pareja del ataque de los demás, nunca había tenido que estar en esa situación, pero su hermano le había dejado un sentimiento de impotencia cuando se alejó de él y de Yunmeng, sin darle la oportunidad de protegerlo. Ahora sentía que podía hacerlo con Lan Xichen, pero si éste cometiera la estupidez de exponerse por si sólo, Jiang Cheng se sentiría realmente frustrado. Así que únicamente le quedaba permanecer al lado de su sobrino el tiempo que fuera necesario, esperando que terminara de desahogarse y que su pequeño A-Ling se sintiera un poco mejor para expresar todo lo que pasaba por su cabeza.

Sin embargo, otra presencia interrumpió ese momento de privacidad.

Superando el miedo a que le quebraran las piernas en aquél instante, Lan Sizhui se vió obligado a llamar la atención de un tío y su sobrino con un nervioso carraspeo.

Jiang Cheng alzó la cabeza para mirar al intruso con seriedad y en comprensión dió un asentimiento. Entonces dió una caricia leve al costado de la cabeza de Jin Ling y le dijo:
- Debes hablar con él.

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