Don't hurt the ones you love J.G ||

3K 188 18
                                    

Jared Garber

+___+

Maia

Todo estaba listo, la mesa de aperitivos, la de los regalos, la decoración, todo. Solo faltaban los invitados y que yo cambiara a Leah.

—Ni mis fiestas de cumpleaños eran así, que envidia —reclama Liam.

—¿Querías un fiesta de Frozen, Liam? —el asiente repetitivamente.

—Tiene hasta nieve falsa —se queja —los autitos no son tan divertidos.

—Liam, nuestros padres siempre te hicieron mejores fiestas que a mi —reclamo.

—Si, siempre supe que era el favorito —y me saca la lengua.

Yo ruedo mis ojos y me dirijo devuelta dentro de la casa, Jared esta sentado en el sillón frotándose la frente con una de sus manos. —Leah se durmió.

—¿Como sabes que había entrado? —le pregunto.

Levanta su mirada y sus ojos azules conectan con los míos —Se cual es el olor de tu perfume.

—Nunca lo olvide. —susurra pero la alcanzó a escuchar de igual manera.

Carraspeo intentando quitar la sensación que dejo sus palabras en mi.

—Tengo que cambiarle la ropa a Leah, los invitados llegarán en una hora —empiezo a caminar hacia las escaleras pero Jared me para agarrandome del brazo.

Me doy vuelta sin querer ver sus ojos directamente.— Mírame a los ojos, Maia. —su voz suena como un susurro suave —Por favor —suplica en el mismo tono.

Levanto mi mirada y sus ojos azules brillan —¿Que tengo que hacer para que me perdones, Mai? —en sus ojos brilla la sinceridad —hare lo que sea para que me perdones.

Se acerca lentamente y peligrosamente a mi, sus cercanía crea un revuelto en mi estómago al igual que cuando salíamos. El olor de su perfume se me hace tan familiar y quiero enterrarme en su cuello para olerlo por horas, mi vista viaja hacia sus labios. Los recuerdos de sus labios cubriendo los míos por completo llena mi mente, sus labios tibios y carnosos y al pregunta de si seguirán así se introduce en mis pensamientos.

—¿Porque lo hiciste? —pregunto —¿No era lo suficiente para ti? ¿No te ame lo suficiente? ¿Te cansaste de mi? —mi voz se quiebra con cada pregunta.

—No, Maia. No fuiste tú. Nunca fuiste tú. Siempre fui yo, el que era poco para ti. El que no se dio cuenta que en su casa estaban siempre esperando su novia y su hija que lo amaban con todo el corazón —dice mientras agarra mi cara con sus dos manos.

>>Siempre fuiste demasiado para mi, y lo sabia. Pero era tan egoísta que solo querías que fueras para mi.

Mis ojos arden y su tacto quema. Su mirada me traspasa y siento que puede leerme tan fácilmente, el sabe todo lo que siento.

—Quiero que vuelvan a mi vida. Las dos. —dice.

Mi mente se empieza a aclarar y lo primero que hago es quitar las manos de Jared de mi rostro.

Wattpad's One-ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora