El encanto de una predicción

CAPÍTULO 4: Primer día

Cuando salí de casa tuve deseos de volver enseguida. Claro qué casita no me iba a dejar entrar, así eso era imposible, y además ya había dado mi palabra, no iba a decepcionar a Camilo ahora que iba a actuar luego de tanto tiempo.

Antonio me tendió la mano, esa acción resulto ser suficiente para saber que me apoyaba. Juntos caminamos hacia el pueblo, mis demas sobrinos ya se encontraban haya cumpliendo sus respectivas obligaciones.

En el camino Antonio me contó sobre lo rata qué causó el accidente de ayer con Mariano, resulto ser la misma qué asusto a la chica qué cayó de las escaleras hace unos días. Intrigado le pregunte: ¿Cómo llego desde tan lejos?

—Vino a pedir disculpas tío —me contestó —Se demoró mucho porqué se hizo daño justo en esta parte de su patita. La voy a llevar con la tía Julieta para darle uno de sus remedios.

—Ya veo, bueno por mi parte estás disculpado amiguito —el pequeño roedor chilló en respuesta. Tras años viviendo con roedores me hice una idea de lo que dijo, aun asi por curiosidad cuestioné: —¿Qué dijo?

— Dijo "Gracias" por disculparlo —me felicite por haber acertado. El don de Antonio era sorprendente, hubiera gustado tener su suerte. Todos los problemas qué me hubiera ahorrado —También quiere pedirle perdón a la señora qué asustó, pero ella grita cada vez qué lo ve.

Reí al escuchar eso. Las ratas no eran tan queridas por las personas asi que le prometí ayudar, estaba seguro que la descripción sería suficiente para identificarla.

Antonio siendo intérprete de la rata también me dijo que quería disculparse con Mariano Guzmán.

—Pero será mañana —aclaro mi sobrino. —Primero debe sanar, y ver el lugar qué le prometí, ¿Verdad amigo?

Asumí qué la rata contestó qué si al chillar. Entonces mi sobrino se despidió prometiendo qué regresaríamos a casa más tarde. Tras montarse en el jaguar qué siempre lo acompañaba se marchó.

Cuándo los perdí de vista, me quedé unos momentos viendo el camino por el qué se habían ido. Lentamente bajé mi mano desanimado, y fue cuándo me acomodé la capucha para cubrir mi rostro.

Suspiré. Era una lástima, pero seguía siendo el terror del pueblo, asi que para evitar malas miradas seria Hernando quien realizaría el viaje hacia el teatro.

....

El joven Mariano me saludó cuándo me encontró. Paso a contarme sobre el horario del día de hoy.

Lo primero sería calificar a los más talentosos para el elenco, tarea que me intrigó que no estuviera ya realizada.

Hice un repaso de las fechas de los próximos eventos, y según mis cálculos a este punto ya solo debían elegir a los últimos extras.

—Jamás podría darle un papel de extra a Camilo —me dijo Mariano —Es un chico lleno de talento. Estoy seguro que usted ayudará a que su madre no lo esté molestándolo en los ensayos, ella piensa que hará otra travesura, pero Camilo es un profesional.

¿Que?

—¡Camilo! —la voz de mi hermana resonó fuerte y claro.

Estaba acompañada de un joven alto de cabello rizado. "Mariano" se congelo, más no tardo en marcharse rápidamente. Entonces caí en cuenta que en todo este tiempo se había tratado de Camilo ¡Hay sobrino! ¿Olvidaste acaso tu promesa?

—¡Bruno! —el rostro furioso de mi hermana contestó a mi pregunta —Esta mañana me prometiste que Camilo no estaría cambiando de forma, ¿Sabes cuantas veces ha hecho lo mismo hoy?