|11| Tobi y Sukea

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Senkai

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Senkai. País del Fuego
Hace once años (aproximadamente)

        La escuela principal de Senkai constaba con un edificio de cuatro pisos, en el último había una puerta que daba acceso a la azotea, este lugar estaba prohibido para todos los estudiantes, debido a que no contaba con lo necesario para prevenir alguna caída.

A pesar de que sus clases ya habían terminado, el chico aún no abandonaba el recinto.

Subió las escaleras y abrió la puerta que daba paso a la azotea, notó que había alguien más, era otro chico, aparentaba su misma edad, portaba una sudadera azul con capucha, la cual le cubría el cabello.

Él siempre estaba allí, solo.

Decidió acercarse para saludarlo y preguntarle qué hacía ahí, pero justo cuando se dispuso a hacerlo, el otro chico se acercó al borde del edificio, mantenía su cabeza gacha. Si daba un paso más este sería su fin.

—¡Oye, oye, oye! No planeas suicidarte, ¿verdad? —bromeó nerviosamente, mientras se acercaba con cuidado—. No me gustaría tener problemas, llegué hace tan solo un par de semanas a esta escuela. —Se rascó la nuca—. ¿Quieres salir de ahí? No quiero que piensen que yo fui quien te empujó.

El otro chico volteó a verlo sin expresión alguna en su rostro, estaba utilizando un cubre boca de color negro. En su mano derecha tenía un cigarro, el cual tiró al piso para luego pisarlo con su pie izquierdo.

—Mierda... —murmuró en voz baja el del cubreboca, lo hizo tan bajo, que Obito no logró escucharlo.

—No te gusta hablar mucho..., ya veo. Estamos en la misma clase de historia, me senté delante de ti, mi nombre es...

—Sé quién eres, Obito. —Le quedó mirando—. No paras de hablar con Kai, coqueteas con todas las chicas a tú alrededor, eres irritante —dijo con molestia, mientras se agachaba para recoger la colilla del cigarrillo y guárdala en el bolsillo trasero de su pantalón.

Tomó su mochila que se encontraba en el piso y se dirigió hacia la salida.

—«Por lo menos no se suicidó» —pensó Obito.

—«Por lo menos no se suicidó» —pensó Obito

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