|12| Devil town

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Senkai

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Senkai. País del Fuego
Hace diez años (aproximadamente)

        Conforme pasaron los meses, Kakashi y Obito se volvieron más cercanos. Cada vez que podían se encontraban en la azotea para hablar de lo que fuera mientras fumaban. Las pequeñas sonrisas y las miradas indiscretas cargadas con algo más que amistad nunca faltaron. Aun así, ninguno nunca dijo nada.

Obito se dirigió a la azotea, inmediatamente, cuando vio al Hatake sentado en el piso con una capucha que cubría su cabello, una sonrisa se dibujó en sus labios.

Caminó hasta él y se sentó a su lado. Miró su rostro y notó algo diferente, traía puesto un par de lentes, que contaba con un marco de color azul oscuro. El resto de su vestimenta era la msima de siempre: una sudadera con capucha de algún color oscuro, unos pantalones negro y un cubreboca del mismo color.

—¿Desde cuándo ocupas lentes? —preguntó el Uchiha.

—Casi todas las personas albinas tienen problemas de visión —explicó obvio sin mirarlo—. Utilizo lentes de contacto, pero hoy me quedé dormido y no tuve tiempo de ponerlos. —Restregó sus ojos.

—Claro... ¿Estás bien? —preguntó—. Tus ojos se ven rojos.

—¿Debería estar mal? —le miró con una pequeña sonrisa.

—No, es solo... No importa. Es mi imaginación. —Kakashi asintió y se mantuvo en silencio sin moverse de su posición.

—Simplemente no he tenido una buena semana... Además,  es el cumpleaños de mi mamá —dijo mientras miraba el piso—. No compré cigarros hoy, lo siento.

—No te preocupes por eso. Eres mi amigo por más que solo darme cigarros. —Le sonrió—. ¿Cómo te fue en el examen de historia? —trató de cambiar el tema.

—Bien. Fue bastante fácil.

—Lo dices porque siempre tienes las calificaciones más altas. —Rodó los ojos—. Siempre me ha complicado la política, y más aún si se trata de algo que sucedió hace más de cien años —se quejó.

—No es tan difícil en realidad —dijo distante—. Las personas ricas de esa época siempre son de derecha, mientras que el pueblo... la clase obrera y trabajadora, sólo quiere tener las mismas oportunidades que los demás, ellos siempre son dejados de lado. Es por esto que siempre suelen estar con los partidos de izquierda —explicó—, generalmente son comunistas o socialistas.

—¿El comunismo no era cuando mi vecino tenía dos vacas y yo ninguna...? —dijo confundido. Kakashi soltó una pequeña  risa.

—Algo así —dijo divertido.

—¿Quieres estudiar algo que tenga que ver con política? Eres realmente bueno en todo eso.

—No... me parece interesante, pero no —respondió—. Quiero ser detective, ¿qué hay de ti?

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