Mackensy Lupin

1. La Primera Salida De Casa

Y aquí termina todo.. Con una varita apuntando mi frente, lágrimas saliendo de mis ojos por las personas que perdí este año, y mirando a los ojos a los dos hombres que más amo en este mundo.
Tomo aire para poder tranquilizarme. Estoy haciendo lo correcto, estoy protegiendo a los que amo.. Ubiera deseado poder hacer lo mismo por los demás..

Mejor empecemos por el principio de todo..
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- ¿tienes todas tus cosas? - coloca su mano sobre mi brazo.
Están preocupados por mi. Jamás salí de casa, nunca tuve contacto con otras personas- es extraño, lo sé- pero así lo decidieron. No porque fueran malos conmigo, son las mejores personas de este mundo, pero encontraron que era lo mejor para mi. Perder a mi mamá tan joven los rompió por dentro, les quito una parte de ellos- y aunque no lo asuman se que así es- por eso nunca me dejaron salir, no querían perderme al igual que ella, hasta hoy..

-claro que si abuela- le doy una sonrisa para tranquilizarlos- preparamos esto hace más de un año.
-lo sabemos mackensy- si, ese es mi nombre, pero nunca me a gustado que me llamen así- solo queremos estar seguros de que tengas todas tus cosas, no te veremos en muchos meses.
-abu teddy- lo abrazo- es hora de que me dejen salir de aquí.. - señalo nuestra casa.
-lo sabemos cariño- toma mi rostro- solo tenemos miedo a perderte.
Puedo ver en sus ojos un destello de miedo, tristeza y culpa. Jamás podrán perdonarse que mamá falleciera por tratar de huir de quien es.. Una mestiza, con sangre muggle y mágica por su padre y sangre pura por su madre. Jamás aceptarían que una black fuera mestiza y por eso ella ya no esta.

-no podemos seguir con miedo- tomo sus manos- ¡no quiero dejar que ganen!
no puedo permitirlo..
-cariño.. - la abuela trata de tranquilizarme.
-perdí a mi madre por culpa de ellos, por culpa del miedo.. - una lagrima cae por mi mejilla- y mi padre..
-tu padre te quiere mucho cariño- el abuelo me mira con tristeza- pero..
-por culpa del miedo se alejó.. - tomo mis bolsos- hace quince años que lo único que veo de él es su letra en las cartas que me envía, y eso tiene que cambiar.

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-recuerda escribirnos seguido- besa mi mejilla.
-claro que lo haré- los abrazo a ambos-.
-y recuerda- sonríen mientras me pasan a incler, mi lechuza- sea cual sea la casa en la que te elijan estaremos orgullosos de ti..

Cuando logran soltarme de su ataque de abrazos y besos me subo al tren. Todos los vagones están ocupados, claro, llevan aquí desde primer año e hicieron amistades, yo estudiaba desde casa y entraré a quinto año.. tengo que admitir que me asusta no conocer a nadie, pero no dejaré que nada me venza.

Camino hasta el final del tren tratando de encontrar un compartimiento vacío, pero todos estaban repletos, o eso pensaba..

-disculpa.. - digo al ver a un chico sentado solo leyendo en uno de los compartimientos- ¿te molestaría si me siento aquí? Es que ya no quedan más asientos.. -.
El chico alza la vista y puedo ver unos hermosos ojos color gris impresionante, no puedo evitar sonrojarme.
-lo siento, pero los asientos están ocupados- dice volviendo su vista al libro.
- ¿podría dejar mis bolsos aquí mientras tus amigos llegan?- digo cansada y algo triste- no conozco a nadie y estoy cansada por cargar los bolsos tanto tiempo..
El vuelve a alzar la vista y vuelvo a sonrojarme, es el primer chico con el que hablo.. Y tengo que admitir que es muy guapo.
-¿crees que soy tan tonto para creer que no conoces a nadie más en todo el tren? - se levanta y queda al frente de mi, es muy alto e imponente, pero no me gusta el tono en el que me esta hablando.
-no tengo porque mentir- dejo mis bolsos en el suelo- no quedan compartimientos vacíos y este es el único que queda.
-solo quiero estar solo- dice acercándose a mi- ¿por qué crees que estoy en el último vagón? Es asfixiante que las chicas  no te dejen solo un momento.
-estas en el último vagón porque eres un engreído y no es mi culpa que te sigan todas las chicas- me siento en una de las bancas- así que te guste o no me voy a quedar aquí porque es el último que queda.

Jamás había hablado con alguien que no fueran mis abuelos, y es frustrante que el primero con el que hablo sea así.. Engreído y con el ego en las nubes.

-mientras me dejes leer tranquilo- toma asiento al lado de la ventana-.
-no te preocupes- lo miro directo a esos ojos que me intimidan un poco- no tengo intención alguna de volver a hablar contigo en mi vida.

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