7. Cambios Y Emociones

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Las clases de hoy en su mayoría me gustaron mucho. La profesora Mcgonagall es increíble, y el profesor Moody está loco- no de la manera buena, si es que hay una manera buena-.

Mienteas estábamos en encantamientos, nos llegó el rumor de que el profesor Moody hizo que un chico de cuarto año- Neville o algo así- estuviera a punto de llorar. Nadie lo podía creer, sabíamos que era muy exigente y sus métodos no eran los mejores, pero no nos imaginábamos que pudiera llegar a eso.

En clases me sentí muy sola- incluso más que en casa. Por lo menos allá si no estaban mis abuelos no me preocupaba no hablar con nadie. Pero aquí, teniendo tanta gente para hacerlo y que nadie quisiera conversar conmigo, en cierto modo me dolió-.

En el recreo me sentí mejor. Ginny me fue a buscar a mi salón luego de la segunda clase y almorzamos juntas. Me contó sobre su familia, primero sobre sus hermanos- ¡sus seis hermanos!, ni si quiera había escuchado que existiera una familia tan numerosa- y atando algunos cabos pude llegar a la conclusión que los chicos que tenían esa guerra de bromas con Ced eran sus hermanos, los mismos a los que hace un par de horas acababa de bañar en vinagre- Se me escapa una pequeña risa al recordarlo- y luego me contó sobre sus padres, Arthur y Molly.

Luego llegó mi turno, pero mi mente fue como si se quedara en blanco. No podía contarle sobre mis padres, sentía que ni yo sabía quienes eran- después de "eso", nada me encajaba, y por eso no pude decirle mucho sobre ellos- pero sobre los que si le hablé fue sobre mis abuelos, Edward y Andromeda Tonks Black.

La historia de amor que tuvieron ellos es increíble. Pudo con todo y todos, incluso con las creencias que le habían infundado a mi abuela sobre la pureza de sangre. Perdió a su familia claro, pero ganó a alguien que la aceptó tal y como era, y un primo que la apoyaba en todo.

*. *. *.

Después se almorzar, ambas fuimos a nuestros salones- Ginny a diferencia mia, iba recién en su tercer año, por lo que no compartimos clases- así que me dirigí a pociones, mi asignatura menos favorita.

-señorita Lupin- me recibe el profesor.

Es alto, con el pelo negro y tan pegado a la cabeza, es que como si no se ubiera lavado el pelo en meses. Y su cara es pálida y con una expresión de asco, como si todo el tiempo estuviera oliendo algo asqueroso.

-¿llegué tarde? - pregunto algo preocupada.

El me mira de los pies a la cabeza intensificando su expresión de asco.

-llega diez minutos antes de la hora de entrada-.

Una sonrisa se forma en mis labios al escuchar eso. No quería arruinar mi primer día en esta clase- después de todos los problemas que me traerá ser una Lupin, no quiero añadirle otra razón para odiarme- así que feliz voy a mi asiento y saco mis materiales.

-¿Qué cree que hace? - pregunta Snape disgustado.

-sacando mis cosas para la clase- digo como algo obvio. ¿Qué más podría estar haciendo?.

-tome sus cosas y salga de mi salón-.

¿Qué? Mi confusión es evidente así que vuelve a hablar.

-¿acaso no escuchas?- una sonrisa se forma en su horrible rostro-.

No permitiré que me hable así, no como lo hizo con mi padre.

-claro que escucho, no soy sorda- digo apretando mis puños a los costados para controlar el enojo- pero no entiendo por qué me esta pidiendo eso.

Mackensy Lupin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora