El Nuevo Black II

Inesperado

Harry no sabía cuándo saldría las entrevistas en la revista del padre de Luna, aunque prefería la incógnita de cuando saldría para ver la reacción de Umbridge. Mientras el tiempo pasaba Harry se sentía apoyado por sus compañeros, quienes estaban impacientes de tener la entrevista de Harry en manos, apoyándolo en cada paso, Neville habia sido uno de los tantos que le dijo que habia hecho lo que debía hacerse, y saber la verdad de lo que Voldemort con sus mortifagos más crueles podrían hacer.

Durante los días Hermione le pregunto sobre la cita con Draco a Harry, este no supo que responder, más bien, no sabía cómo responder sin que los demás lo miraran extraños. Después de la entrevista, Harry se quedó con Gran-gran y la bisabuela Melania, Draco comprendió que necesitaba ese momento con ellos, aunque Maris Black no, y este se quedó charlando entre cervezas de mantequilla con Draco en las tres escobas, así que, dado los hechos, la cita habia terminando en una pelea, por quien conocía más al profesor Snape.

Durante la cena y que Fred y George confesaran que vieron el entrenamiento del equipo de Quidditch y que eran un equipo desastroso, Ron era bueno siempre y cuando no sintiera la presión de ser visto y Ginny no lo hacía nada mal. Hermione les confeso que sabía que desde que tenía seis años Ginny entraba a hurtadillas al cobertizo donde guardaban las escobas y las usaba por turnos.

Finalmente, esa noche llego un cartel bastante grande en la sala común, una visita a la enfermería que estaba programada para cada estudiante, Lavender Brown era la primera que estaba en la lista y ella iría el viernes de la semana siguiente, Seamus tenía que asistir el miércoles de la primera semana de marzo, mientras Hermione el jueves de esa misma semana. Harry busco su nombre, su turno en la enfermería era el jueves de la última semana de marzo, mientras Ron iría el miércoles de la primera semana de abril. No fue hasta el día siguiente que supieron de qué se trataba.

La prefecta Hannah Abbott habia faltado a su primera clase del lunes, al parecer todos los alumnos de quinto año pasarían por orden alfabético a la Enfermería, y la primera del grupo era ella. Hannah se vio rodeada por todos sus compañeros, aunque Susan Bones se veía muy nerviosa, ella era quien debía ir al día siguiente a la enfermería.

— No hay nada que temer, es una Sanadora de San Mungo, es muy amable — dijo sonriendo —. Me hizo algunas preguntas sobre los T.I.M.O.S, quería saber cómo me siento respecto a los exámenes, sobre cómo me siento con mis deberes de prefecta, sobre el estudio y cosas así.

— Al parecer se enteraron de como lidiamos con los exámenes — bromeo Justin —. Ya saben, no comer, arrancarse los pelos y trajeron a alguien especialista en ello.

Al día siguiente, muy por lo contrario, cuando Susan Bones se sentó en la mesa de Hufflepuff se sentó a llorar, todos sus compañeros creyeron que se trataba de que la Sanadora le habría dicho sobre lo mal que llevaba los exámenes, pero su respuesta no estuvo ligada a ello.

— Si, al principio si hablamos sobre los exámenes T.I.M.O.S y como nos preparamos, y luego hablamos sobre mi miedo, sobre los mortifagos que han escapado, mi miedo por mi tía.

Terry Boot fue quien estaba citado el día miércoles, cuando salió, fue director al gran comedor a sentarse en la mesa de Ravenclaw.

— Es una charlatana, cree que sabe más que yo sobre cómo llevar los exámenes — fue lo único que dijo antes de comenzar a almorzar —. Estudiare cuantas horas quiera, si voy a estudiar catorce horas diarias, así será.

Aquella tarde, después de las sesiones de Oclumancia, le pregunto al respecto a su papá sobre aquellas citas en la Enfermería. Le dijo cuando era su cita, pensó que su papá debía estar enterado.

— Cuando sea su cita debe venir a buscarme, suspenderé las clases, hablare con la Sanadora al respecto después que usted tenga su cita — respondió mirando seriamente a Harry —. ¿Tienes alguna pregunta?