Raikken llegó a la puerta con el número doce de bronce. Golpeó suave pero enseguida tomó el pomo de la puerta abriéndola y pasando, cerrandola tras de sí.
Frunció el ceño contorcionandosele el rostro. Apartó una silla casi saltando la cama, abalanzandose sobre Mian.
- ... Tu...
Mian sintió escalofríos al sentir el pomo de la puerta. Se volteó para verlo entrar. Se había sacado la chaqueta, el poleron y los zapatos, estaba todo húmedo. Agrandó los ojos retrocediendo enseguida. Lo esquivó temblando y agitado.
- Espera espera! - Mian estiró sus brazos en señal de defensa mirándolo temeroso pero con un destello de frenesí en la humedad de sus ojos y su expresión. Estaban en otro mundo en ese momento, otra dimensión, en donde Mian podía ser alguien importante - yo que tu no me atrevería a hacerme algo o siquiera tocarme - aclaró entrecortado, respiraba pesado por el asma - si me haces algo, todo el mundo sabrá lo que hiciste. Tus fotos irán a los medios y tu vida se acabará por completo.
Raikken se había acercado a él de igual manera amenazante y resoplando contrastando con la imagen de niño amable y humilde que vendía, mientras lo escuchaba, continuaba avanzando deteniéndose casi con sus frentes pegadas cuando ya no pudo retroceder encontrando la pared en su espalda.
- Yo no hice nada. Qué quieres? Dinero? - Raikken respiraba agitado mirándolo a los ojos. Podía sentir también su respiración y hasta los temblores en su cuerpo. - rata miedosa, cómo te atreves...
Mian retrocedió casi tambaleándose mirándo hacia arriba, su expresión, cómo podía ser ese chico Raikken, pensaba, esa expresión era completamente distinta y nadie la conocía, eso le excitaba. Ladeó la cabeza tiritando, intentando no verlo a los ojos. Se armó de valor de pronto tragando saliva. Frunció el ceño apartándole con una mano en su pecho.
- Tuviste sexo fuera de un bar con un chico y cortaste su garganta. Tengo las fotos.. Me golpeas, las envían a la policía, me matas, las envían.. Pero no quiero dinero, no.. - Mian volvió a tragar saliva mirandolo fijo, todavía impresionado por todo - quiero.. Que me folles.. - declaró. Estaba sudando frío y miraba su rostro buscando su respuesta.
Raikken se quedó de piedra tratando de procesar lo que le acababa de decir.
- Qué ...? Enfermo pervertido, qué estás diciendo? Dónde las tienes? - lo arrojó a la cama tomándole del cuello para que no se moviera revisándole los bolsillos, dejando las pocas cosas que tenía en ellos sobre la cama. Lo soltó agitado estando encima de él sobre sus piernas. Lo miraba desde arriba, con la mandíbula apretada. - sería tan fácil... increíblemente fácil... - se inclinó sobre el apretandole más el cuello, también la otra mano alrededor. - a quién se las enviaste? - le susurró muy despacio en el oído. - cómo sé ... que no tienes cámaras y micrófonos?... Que si ...- se aguantó el desagrado.- te follo... no habrá más material para que me destruyas? - se apartó un poco para mirarle a los ojos apretando un poco más las manos en su garganta. Estába tan tentado a continuar apretando, pero no podía.
Mian comenzaba a aferrarse a la confianza que comenzaba a tener. Sonrió agitado, comenzando a ahogarse y llorarle los ojos, de lado mirándolo desde abajo, tomando su mano desde la muñeca y apartándole para respirar desesperado.
- No estás entendiendo.. Mi vida me importa una puta mierda.. No tengo nada más que perder, tu? Me matas, las fotos se envían. Qué opción tienes más que hacer lo que digo? - Mian se sentó alejándose de él, los temblores persistían y los escalofríos. - no me interesa que nadie sepa lo que pasa aquí.. Podrías revisar la habitación y no encontrarías nada.. - miró hacia el frente mordiéndose su pulgar ansioso - es todo lo que pido.. Iniciarme contigo.. - se levantó mirándolo - si o no. - apretó su puño todavía con los ojos algo agrandados por la situación.
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Mataría Por Ti (18+)
Mystery / ThrillerDos opuestos se ven envueltos gracias a un evento en común, un chantaje que los guiará por los caminos de la ilegalidad al asesinato y por qué no, con un romance de por medio. Detrás de la sonrisa popular de Raikken y de la mirada tímida de Mian se...