8. Hilando Fino. (+18)

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Mian despertó con las luces apagadas, bañado en su propio sudor, incómodo y se vio solo en la habitación, miró la hora algo angustiado por despertar solo. Las tercianas ya habían acabado pero seguía mareado y medio atontado.

Luego de ducharse y vestirse con otra remera de Raikken fue a sentarse al living subiendo sus piernas y abrazándolas mientras miraba televisión, había intentado ponerse los pantalones pero se le caían de la cadera. Hizo una mueca sintiéndose ansioso, donde estaría Raikken? con quién? por qué tardaba. Comenzó a morder su pulgar nuevamente como hacía antes de que Raikken comenzara a mostrarle cariño. Se sentía como un perro esperando a su dueño.

🩸🩸

Raikken abrió la puerta trayendo compras del supermercado y una bolsa pequeña de la farmacia.

Había salido temprano a ver a sus padres. Últimamente había estado desconectado del mundo y de la universidad se habían comunicado con ellos. Había tenido que inventar una serie de excusas para los cuales la bolsa de la farmacia había venido muy oportuna explicando que llevaba semanas sin sentirse bien pero que ya estaba mejorando. Hubo una pequeña charla sobre su compromiso arreglado pero apenas comenzaron a hablar de la chica en cuestión tomó sus cosas y se marchó educadamente.

Colgó las llaves viendo a Mian en el sofá. Dejó las bolsas en la cocina acercándose y prendiendo la luz.

- Hey. Cómo te sientes? - se acercó a él poniendo la mano en su frente algo a la distancia. Iba a buscar agua en un momento para que tomara la medicina que acababa de traerle.

Mian frunció el ceño mirándolo llegar, levantando la cabeza al sentir su mano helada. Antes de que se fuera lo tomó de la manga.

- Por qué no me despertaste antes de irte?.. Me asusté al despertar. - se levantó, parándose en el sofá y lo abrazó del cuello algo molesto mordiendole la oreja - donde fuiste.. - murmuró ahí contrastando su voz con su comportamiento infantil.

- No pensé que...es que Tenías... - le correspondió al abrazo sorprendiéndose. - fiebre. Preferí dejarte dormir. Hice algunas compras y ... - alcanzó con cierta dificultad la bolsa con sus medicinas sintiendo la mordida, pareciéndole agradable. - compré esto para ti. Iré por agua. - lo apartó con delicadeza buscando una botella de la nevera. - toma.

Mian se sorprendió al ver los medicamentos, tragó saliva sintiéndose mal por desconfiar. Suspiró asintiendo con la cabeza, tomando los medicamentos sin cuestionar.

- Gracias Raikken..- murmuró viendo el vaso de agua pero frunció el ceño - te costó mucho encontrar una farmacia?

- Mmh...no. Traje comida china para ti. - Raikken se quitó por fin el abrigo y las zapatillas regresando al sofá y hundiéndose en él. - volveré a clase el lunes, deberías hacer lo mismo.

Mian sintió un nudo en el estómago escuchándolo. Era lo mismo que decirle que debían aterrizar a la realidad. No sabía si estaba preparado. Asintió con la cabeza sin decir nada, no estaba en sus esquemas negarse, estaba demasiado inseguro para tomar decisiones, sobre todo luego del asesinato.

Fue a buscar su comida sentandose a su lado, comiendo pensativo. Se apoyó en su costado para ver la tele.

- La gente estará feliz de que vuelvas.

Raikken se acercó a él poniendo la mano en su pierna.

- Soy feliz de tenerte aquí. El resto son cosas que debemos hacer.

🩸🩸🩸

Los días se habían vuelto tranquilos y algo aburridos. Raikken trataba de alejar a Mian de las noticias manteniéndolo entretenido con películas que nunca terminaban de ver. Se sentía como un adolescente. No podía estar mucho tiempo cerca de él sin necesitar besarlo y luego de eso ya no podía detenerse. Así pasó el fin de semana entero.

Mataría Por Ti (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora