La esperanza de que en la universidad todo cambiaría respecto a las segregaciones sociales se derrumbó completamente para Mian desde el primer día de clases.Estaría condenado toda la vida a ser ese estereotipo desvinculado de los populares y del resto de la gente aceptable o exitosa.
Primero, Mian era un chico de dieciocho años que había entrado a semejante universidad privada y prestigiosa mediante una beca completa, es decir, era pobre en comparación a la gran mayoría, por lo que detalles como ir vestido de forma distinta cada día era impensable.
Segundo, las actividades sociales le daban ansiedad, siendo además de introvertido, tímido por excelencia, lo cual hacía de su forma de relacionarse muy incómoda.
Tercero, físicamente no cumplía para nada con lo esperado de un hombre. Muy delgado, tanto que al estirarse se marcaban sus costillas, dándole una imagen de desnutrido o anorexico, ojeroso, ojos rasgados y tristes, piel pálida y cabello muy negro. Siempre con una expresión de pedirle perdón al mundo por existir.
Y cuarto, pésimo para los deportes. Se saltaba los talleres gracias a sus notas en materias importantes, era asmático y su condición física dejaba bastante que desear. Su dieta consistía en una sola cómida precalentada durante el día y lo demás bebidas energéticas.
Mian vivía en un departamento en una zona peligrosa, era pequeño y se lo había entregado el gobierno después de postular la mayor parte de su adolescencia para independizarse de su madre alcohólica y abusiva, en donde había vivido las experiencias que según muchos dirían, serían perfectas para criar a una persona trastornada.
Ni su pasado, ni presente al parecer eran interesantes o agradables al resto. Todo esto se veía anestesiado por alguien que veía a lo lejos y pensaba que ni siquiera sabía de su existencia. El chico perfecto: Raikken.
Estaban en la misma carrera de ingeniería, era apuesto, muy inteligente y además amable por lo que era humilde acerca de sus atributos, ni siquiera ególatra. Según lo que mostraba, para Mian Él era su pildora diaria y no dudaba en capturar su belleza con su cámara fotográfica que antes de conocerlo captaba la naturaleza y espacios urbanos vacíos pero que luego aquel chico ocuparía las carpetas de sus trabajos artísticos. Además de esto, se adentraba en sus deseos más lascivos y profundos, era casi una obsesión tortuosa. Teniendo que tocarse casi todas las noches mirando sus fotos para luego preguntarse qué tan imposible sería que aquel chico de la dimensión contraria a la suya, la bella y brillante, se fijara en la de Mian y su postura patética.
A las finales, todos estos secretos quedaban en su departamento oscuro, cuando gemía tocandose pensando en él o en tener su primer beso con él o hasta cuando cortaba sus muslos para sentir algo o descargar ansiedades del día a día. Ese era Mian y ese era su segundo año de universidad.
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Raikken había crecido en el seno de una familia ideal. Nunca habían sufrido ni por asomo carencias de ningún tipo. Su padre era director de un canal de televisión y su madre era conductora de las noticias y programa central del canal. Había sido lo suficientemente vanidosa para negarse a la posibilidad de un segundo hijo. No quería arruinar su figura.
Ricos, guapos, dedicados, perfectos. Lo unico que podía considerarse como un problems era la presion que ponian en su único hijo. No le permitían comer libremente para que no engordase. Su carrera universitaria fue elegida previamente por sus padres junto con otras tres y debía acompañar a sus perfectos padres a cada evento importante para que no quedase duda de la familia maravillosa que eran.
Raikken había conocido a su prometida ese fin de semana. Era una chica bonita y educada, pero no le atraía en lo absoluto, aunque sus padres aseguraban que el amor se construía, que llegaría a amarla. Esa semana había estado prácticamente ausente en las clases siendo que era uno de los más participativos, aunque nadie parecía darse cuenta.
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Mataría Por Ti (18+)
Gizem / GerilimDos opuestos se ven envueltos gracias a un evento en común, un chantaje que los guiará por los caminos de la ilegalidad al asesinato y por qué no, con un romance de por medio. Detrás de la sonrisa popular de Raikken y de la mirada tímida de Mian se...