4. Es Un Sueño? (+18)

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—             Ahora.. Necesito verte.. Elige el lugar – dijo Mian con su voz temblorosa apretando su mano en su pierna – no puedes decirme que no, no puedes.. – repitió agitado.

—             ven a mi departamento. Escribiré la dirección.- Raikken cortó la llamada y le escribió la dirección de su departamento. Miró a su alrededor. La sala desordenada, los platos sucios. Lo único que hizo fue tomar una ducha rápida. Se vistió con ropa deportiva esperando su llegada tirado en el sofá.

🩸🩸🩸

Mian bajó del bus, nunca tomaba ese,  en el lado lindo de la ciudad, empapado, con su terno mojado y su camisa también.

Al estar vestido algo decente no le hicieron mucho problema para pasarlo por el edificio. Todo era bello, las escaleras, el ascensor, los maceteros con plantas y decoraciones alfombradas. Se sintió completamente ajeno a todo eso. Tragó saliva subiendo el ascensor con ese vértigo en su estómago que aparecía cuando se trataba de él. Tocó la puerta mirando hacia abajo.

Raikken abrió la puerta dándole espacio. Tenía el pelo húmedo y desarreglado. Lo vio mojado, frunciendo el ceño.

—        Qué ocurrió? … - pasó junto a él buscando una toalla. – quítate la ropa… - buscó la cubrecama poniéndola sobre su espalda y envolviendolo.

Mian frunció el ceño mirándolo de reojo, se sentía extraño cuando hacían cosas por él. Abrazó la cubrecama ignorando su pregunta. Solo pasó intentando no mojar todo.

Se desvistio tímidamente quedándose con su ropa interior y una remera que tenía bajo la camisa mojada. Comenzó a secarse sus pies y sus piernas sonrojado.

—      Vives en este increíble lugar sólo? O con tu prometida? – no lo miró al preguntar, se envolvió en el cubrecamas  sintiendo placer en el calor, cerrando los ojos. – estás bien?.. No te he visto..

—         No me voy a casar. Mis padres eligieron esa idiotez…. – lo miró un momento tirando del cubrecama para que se sentara. Lo abrió recostándose en su pecho y lo rodeó de la cintura, apretado.

Mian se quedó tenso y helado con los brazos sin rodearlo, mirando impactado a Raikken. Frunció el ceño bajando sus brazos lentamente, abrazándolo del cuello, pestañeando rápido, su corazón podía estallar en su pecho, no sabía qué pensar. Cerró los ojos queriendo callar esas voces en su cabeza que le decían que cualquier caricia sería con una justificación fea. Pasó sus manos por su cabello peinandolo suavemente, sintiendo su aroma.

—        Esto.. – susurró dejando humedecer sus ojos sin importarle – iba a pedirte hoy.. Un abrazo.

—         Tu corazón late muy rápido…- Raikken se tapó también quedando los dos bajo las mantas. Se estiró un poco probando su labio inferior mirándole a los ojos recibiendo sus caricias. Volvió a probar su boca profundamente.

Mian sintió calor en las mejillas al escucharlo, mirándolo a los ojos, asintió con la cabeza.

—        Es que.. Estás tan cerca..- alcanzó a decir antes de corresponder su beso con los ojos entrecerrados inclinando su cabeza para alcanzarlos. Lo cubrió con la manta aún más al abrazarlo mientras lo besaba lentamente. Lo único que escuchaba era la lluvia afuera y el sonido suave y húmedo de sus besos. Mientras correspondía, le acariciaba el cabello con dedicación.

Raikken terminó el beso suave volviéndose a recostar sobre su pecho. También movía los dedos acariciando su cintura. Por primera vez le hacía cariño a alguien en lugar de solo recibirlo él y querer que se acabe. Quería quedarse allí. Se sentía reconfortado por un momento. Pasó sus manos bajo su camiseta queriendo tocar su piel mientras disfrutaba su calor.

Mataría Por Ti (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora