“Entonces, ¿qué has estado haciendo?
Yo he estado amando mi vida y despertándome sola ¿Estás tú haciendo lo mismo?”Camille Silva.
El barniz de sus uñas había comenzado a desgastarse al punto de dejar algunas grietas, sus dedos tintineaban alrededor de su taza de café mostrando su nerviosismo, era raro en Olivia, ella era demasiado extrovertida, los nervios no era común en ella.
—Espero que no te moleste, Gabriel invitó algunos de sus amigos. —Habló suavemente bebiendo un poco de su café que probablemente ya se encontraba tibio.—
—¿Por qué me molestaría? Es su casa, será su fiesta.
Olivia respiró hondo.—Es que es probable que Alan venga también.
Mi corazón revolotea en mi pecho al escuchar ese nombre. Había sido un martirio para mí pasar por mi antigua calle, mi antigüo hogar y que los recuerdos con él me invadieran al punto de ponerme sensible.
Al volver a la Ciudad de México tuve varias cosas presentes y una de ellas era mi posible reencuentro con Alan, mi ex pareja. Sin embargo, estaba convencida de que todo había cambiado, en mi, y que las cosas serían diferentes, es decir… mis sentimientos hacia él.
Justo hace un año fue cuando todo terminó entre él y yo, por decisión de ambos, por nuestro bien. Nuestra relación estaba yendo a un rumbo que no era sano para ninguno. Y sin más me despedí de él cuando en realidad no quería irme de su lado, pero él fue claro cuando dijo que ”ya no había nada por el que luchar”.
—Está bien Liv, las cosas han cambiado. —Murmuré intentando creer lo que yo misma había dicho.—
—¿Estás segura? En verdad quiero que tus días aquí sean agradables, no quisiera incomodarte.
Solté una pequeña risa poniendo una mano en su hombro.— Estoy segura, será bueno volver a verlo. —Me encogí de hombros y añadí.— Además, probablemente esté tan ocupada preocupándome en que no bebas mucho alcohol que ni siquiera lo noté.
Olivia soltó una carcajada, pero no bastó mucho cuando volvió su expresión sería.—Gracias por venir a nuestra fiesta de compromiso, no sabes lo mucho que te extrañé.
—Ay Liv…
La abracé haciendo un puchero, no quería ponerme sentimental porque terminaría llorando a mares.
***
La noche junto a la cena de celebración del compromiso de Olivia y mi hermano Gabriel llegó, mentiría si dijera que no estaba nerviosa, porque realmente lo estaba y cada vez que la puerta principal se abría mi atención se posaba en ella, no sé a quién diablos estaba esperando.
—¿Quieres que te ayude? —Le pregunté a Olivia cuando llegué a la cocina, ella estaba dando los últimos toques a los bocadillos.—
—Oh, no te molestes.— Dijo haciéndome reír.—Está bien. —Añadió rodando los ojos divertida.— ¿Puedes llevar está charola a la mesa de las bebidas?
—Por supuesto.
Tomé la charola de bocadillos, no sin antes llevarme una a la boca sin que Olivia se diera cuenta, era exquisito.
Al salir de la cocina me centré en el camino, esperaba no tener algún choque dramático con alguien y caer al suelo junto a los bocadillos como en las películas de comedia, bueno mi mente jugaba mucho.
Cómo recientemente lo estaba haciendo con los recuerdos de Alan y yo visitando a Olivia y Gabriel meses atrás.
“¿Qué tal las veces en las que se quedaron a dormir en la habitación de invitados?”
Resople cuando mi mente insistía en recordar, como si no fuese suficiente, Alan apareció por la puerta principal siendo recibido por mi hermano Gabriel con un abrazo varonil.
Mi corazón dió un vuelco y mis piernas temblaron cuando nuestras miradas contactaron, supe que tenía que salir de ahí, pero una parte de mi se rehusaba, no quería seguir siendo una cobarde e inmadura, no.
Respiré profundamente tratando de mantener la calma, miré el lugar en el que anteriormente estuve sentada pero ahora estaba siendo ocupada por Julia, la compañera de trabajo de Olivia.
Si no quería huir, debía sobrevivir esta noche.
La noche transcurrió normal, todos los invitados habían llegado y la cena fue perfecta, por suerte me había tocado un lugar muy lejano al de Alan, pero fue inevitable para mí buscarlo con la mirada y una pizca de emoción se formaba en mi interior al ver que él también lo hacía, habíamos tenido varios encuentros de mirada.
—Pareces nerviosa.— Dijo Olivia.—¿Estás bien?
— Estoy perfectamente bien. —Respondí pasando las manos por la tela sedosa de mi vestido negro.—
—Señorita Camille, disculpe si le robó un momento a la futura señora Mendes, necesito que ella me acompañe a una pieza de baile. —Gabriel interrumpió pidiendo la mano de mi ahora cuñada y reí levemente.—
—No hay problema.
Respondí escuchando la sonora risa Olivia cuando se ponía de pie junto a Gabriel dejándome sola en aquel lugar.
Bueno, eso no estaba tan mal, probablemente Olivia comenzaría a cuestionarme si mi estado de ánimo se debía a la presencia de Alan, al final yo le diría la verdad.
—Hola Camille. —La voz de Alan sonó a mis espaldas haciendo que de un pequeño salto del susto, oh no, él estaba justo a mi lado.—
—Oh, hola.— Giré para mirarlo, ahí estaba él siendo tan apuesto como siempre, con esa mirada profunda, su cabello negro perfectamente peinado que hoy lucía un poco más largo de lo que recordaba. No había cambiado en nada, seguía siendo el mismo, incluso su olor que me embriagaba.—
—Quería saludarte antes de irme, ¿Cómo has estado?
Quieres decir ¿Cómo he estado después de que terminamos y creí que era el final de todo?
—Bastante bien, gracias. He estado un poco ocupada con el trabajo. —Me limité a responder.—
Alan rió un poco sin apartar la vista de mi rostro, eso era suficiente para que mis mejillas ardieran, no podía creer que aún tuviera ese poder sobre mi.
—Me alegro mucho, Gabriel está muy feliz de tenerte de regreso.
—Solo serán algunos meses, volveré a Guadalajara en Otoño.— Respondí y creí haber visto un poco de decepción en sus ojos.—¿Cómo has estado tú? ¿Cómo vas con el equipo?
Alan sonrió radiante y ladeó un poco la cabeza.—He estado bien, aunque no tenga idea de cómo sobreviví. —Musitó bajando la mirada, el ambiente estaba comenzando a cambiar y sabía a donde iba está conversación. Pero él pareció pensar un momento y luego se apresuró a decir.— El equipo, ya sabes… a veces estamos arriba y a veces abajo, pero estamos bien.
—Me alegro de que te encuentres bien ahora. —Dije sincera pero la curiosidad por saber si había alguien con él me carcomía aún sabiendo que tal vez sufriría un poco al saberlo.—
—Es bueno volver a verte y saber que te encuentres bien Camille, espero volver a verte. —Alan se puso de pie y yo también.—
—Tal vez esté molestando un poco por aquí a este par. —Murmuré mirando al par de tórtolos que bailaban en el centro.— A mi también me dió gusto volver a verte Alan.
No quería despedirme de él, no quería que se fuera, necesitaba su cercanía está noche, mi loco corazón lo imploraba.
Alan sonrió y se acercó a mí despidiéndose con un beso en mi mejilla que me hizo temblar las piernas.
—Hasta luego Camille.
Y me dejó ahí con el corazón hecho un desastre, tan solo le bastaron algunos minutos para que me hiciera pensar, que lo nuestro no había terminado, el sentimiento seguía ahí.
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.♡͜͡De vuelta a ti.┇Alan Mozo.
Cerita Pendek『¿En qué estábamos pensando? Me pediste un taxi y dijimos que habíamos terminado. Y yo pensé que estaba bien, pero los días eran tan largos, que se convirtieron en uno solo. Y yo... yo no podía creerme que tú te lo estuvieses tomando con calma. Ent...