Capítulo 1

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╰─────────────➤✎ Inefable 🍂

La primera vez que se vieron, no fue algo especial, ni pomposo, ni mucho menos "refinado".

Fue incluso, se atrevió a pensar, una horrenda casualidad, de esas que ocurren sólo una vez; era de aquellas veces que aunque sólo duran un par de horas o segundos, te marcan para el resto de tu vida.

Para Simón Bolívar, eso había sido, una extraña cita casual que lo había marcado de una manera extraña, pero no solo a él, sino a toda la república en general.

Era 1816, si no mal recordaba, acostado en su cama, mientras se disponía a divagar. Era algo que solía hacer mientras le ganaba el sueño, cansando así su mente, aunque sus recuerdos no fueran necesariamente bonitos.

Ah, sí, la primera vez que vió a Sucre.

La primera vez que vio al Mariscal fue en 1819... la verdad sabía de él desde muchísimo antes; Cuando destacaba en el batallón de Santiago Mariño como General.

De hecho le tenía en un muy buen concepto. Y mentiría si dijese que no tenía información de él.

Era de estatura mediana, uno de los mejores soldados a cargo de Mariño. También que era un hombre con carácter y templanza dignas de Admirar... de hecho, también era extremadamente listo, porque las últimas batallas que él había dirigido en contra de los realistas, acabaron con victorias aplastantes, siendo así, un excelente estratega.

Bolívar no había creído en ello, hasta que escuchó de los labios de Antonio Páez (uno de sus comandantes) la misma descripción.

— ¿De quién estás hablando, marico?— Había preguntado al verle cotirrear con otros llaneros durante una noche de campamento, mientras terminaban de comer.

— Ah, ¿Disculpe? — el de piel bronceada se volteó ligeramente para interrumpir su conversación y mirar a su superior.

— ¿De quién andas hablando por ahí? No es por ser metiche, pero eso hasta donde sé, eso es oficio de las doñas.

— Ah, eso... — Dijo aquél con un leve alivio — Es del nuevo consentido de Mariño. Nada serio.

— ¿Nada serio? — Arqueó Levemente la ceja.

— No. Es un Carajillo, de esos que tienen sus 15 minutos de fama y ya... Sabéis muy bien, Mi General, que nuestro colega se impresiona con evidente facilidad.

Bolívar se había quedado de una, intrigado, preguntándole en silencio a su amigo más de ese misterioso hombre. Sin embargo sólo recibió una sonora carcajada.

Pero, señor, obviamente no lo supera a usted, si eso se pregunta... pero sí, dicen que es un excelente estratega... de hecho, gracias a Él, se pudo recuperar parte del oriente de la Capitanía....

¿El oriente de la capitanía? Eso era...mucho.

¿Cuál es su nombre? — Preguntó nuevamente, sin ocultar su interés.

José...de Sucre, algo así, a todo esto ¿Porqué tanto interés, capitán?

— No, por nada. — Respondió tajantemente — Sigan en lo suyo.

Después de ello, decidió intentar con los pocos recursos que tenía, investigar sobre el edecán, pero la guerra era larga, la Nueva Granada tenía climas crueles, y como si fuera poco, Los generales y el ejército mixto (llaneros y granadinos) estaban empezando a morir de hambre y de hipotermia.

Inefable "Sucre x Bolívar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora