Natalia.
Podía verla desde lejos y sabía que ella se sonrojaba cada vez que me miraba y quizás me había apresurado al decirle eso, pero no me arrepentiré a menos que sea necesario.
Cami se cambió a mi lado después de ganar un viernes a la noche, pasando mi brazo por sus hombros.
- Vas a verla, no?-
- Eso parece.- Sonrió dejando su cabeza en mi hombro.- Y tú?-
- Vamos a cenar en su casa.- Mordió su labio inferior.
- Tu cena está servida.- Susurre al verlas paradas en la entrada.- Señoritas.- Juliana aún parecía desconfiar de mi, o eso me demostraba con su mirada.
- Juli nos llevará.- Lanzó Makis divertida.- Cierto?-
- Qué pasó?- Cami tampoco entendía.
- Hicimos una apuesta y perdí.- Lanzó entre dientes.-
- Creíste que no haría un gol?- Preguntó con burla Camila.
- Creí que no les harían goles a ustedes, pero ni siquiera sabía cómo jugaba el otro equipo.-
- Es que de aquí ya vamos a octavos de final y no son partidos fáciles.- Expliqué tranquilamente.- Ellas llegaron a la final el año pasado.-
- Y contra quienes perdieron?- Preguntó Makis, siendo inevitable reírme.
- Nosotras les ganamos.- Vi como tenía su cabeza hacia la ventanilla, pero me estaba mirando a mi.
- Primera parada.- Lanzó Juliana estacionando a las afueras de su casa.- Ya, váyanse que quiero estar sola con Cami.- Bajé rápidamente, siguiendo a Makis hasta la entrada, dejando mi bolso ahí.
- Quieres comer algo?- Me acerqué lentamente.- No sé qué haces después de un partido.-
Hasta que recordé algo que tiene en su baño y que quería usar ahora.- Suelo relajarme.- Quité su abrigo, dejando el mío también.
- No te vas a relajar con eso.- Lanzó cuando la alcé.
- No vamos a hacer eso.- Dejé que su bañera se llene.- Aún.- Nos desvestimos demasiado rápido, sentandome para tenerla en mi regazo.
Acarició mis mejillas, sonriendo sobre sus labios.
Mis manos pasaron por su cintura, perdiéndose en su espalda.
- Me tienes como quieres.- Mordió su labio inferior.- Pero algo aún me detiene, no puedo estar completa para ti porque no podemos ser libres. Me encantaría darte la mano y que no sea extraño verte todos los días. No quiero buscar excusas para verte.-
- Si, tienes razón.- Formó una mueca.- Quizás sólo estemos juntas un rato o quizás duremos muchísimo. Eso lo descubriremos cuando pase el tiempo y estos miedos ya no sean importantes. Si estamos seguras de lo que nos pasa, no importa cómo nos veamos.-
- Mientras, aprovechemos a pasarla bien.- Reí junto a ella, tomando sus labios suavemente.
- Despacio.- Susurró contra mi oído, dejando besos por su cuello para dirigir mi miembro a su entrada.
Clavó sus uñas en mi espalda, moviéndonos como si tendríamos pereza, sin apuros, simplemente dejándonos llevar hasta que verdaderamente buscamos ese preciado clímax, que fue cuando ambas nos desesperamos por encontrarlo.
Pedimos comida mientras nos vestíamos más cómodas, esperando en la cocina cuando llegó el repartidor.
Vi una pequeña caja rosada, entendiendo fácilmente de lo que se trataba.
- No sabía que tomabas anticonceptivos.- Dejó el pedido sobre la mesa.
- Comencé hace poco, no es efectivo aún.- Susurró acercandose lentamente a dónde yo estaba, terminando por abrazarla.
- Igual tampoco me voy a confiar de esto, no dejaré de usar preservativos.- No se separó de mi, acariciando suavemente su cabello.
- Mi ex me obligó a tomarlas para no usar preservativo.- Conectó nuestras miradas.- En dos meses, tuve que tomar cuatro pastillas del día después.-
Volví a abrazarla, pero ella parecía ya haber superado el tema.
- Y por qué ahora volviste a beberlas?-
- Antes no lo hice, esa fue su manera de demostrarme que estaba enojado por no hacerle caso.- Nos sentamos sobre el sillón.- Y ahora, tenía la leve sospecha de que podria pasar algo contigo y tampoco me molestaba estar tomando pastillas por si aparecía alguien de la nada.-
- Entiendo.- Ella me miró con ternura, aprovechando para acercar una porción de pizza a su boca.
- Eres madura.-
- Cuando quiero, si.- Se comenzó a reír y tuve demasiadas ganas de darle un beso por el simple hecho de ser tan hermosa.- Y cuando no quiero, también me toca.-
- Y ahora no querías?-
- Ahora sí puedo ser seria.- Susurré alzando una de mis cejas, fingiendo cierto enojo.- Los momentos en los que me toca estar seria es cuando mi madre me obliga a alguna reunión familiar y mis tías dicen estupideces.-
- Y en el colegio?-
- Depende del profesor.- Ella me miró sorprendida.- O es muy aburrido y son temas que no me interesan, entonces intento estar en silencio aunque muchas veces use mi celular o es un tema que me atrae lo suficiente como para tenerme toda la clase escuchando.-
- Conmigo qué te pasa?-
- Contigo me gusta escuchar.- Mi mirada se fijó en sus pechos, así estén cubiertos por una blusa.- Y mirar.-
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Cuando Nadie Ve- (Ventino)[Makia]
FanfictionEn las noches, cuando nadie ve, dos amantes se encuentran para fundirse en su amor "prohibido" y buscan la manera de ser felices, a pesar de que el mundo no esté de acuerdo con ellas.