Cuando Nadie Ve- (Ventino)[Makia]

Capítulo 3.

Natalia.

El fin de semana llegó, notando como Cami estaba empeñada en que le cuente lo que me pasaba a esa chica misteriosa para ella.

- Irás a verla?- Negué suavemente, sin pensarlo demasiado para intentar actuar normal.

Pero la fiesta parecía un velorio de lo aburrido que era.

María Cristina De Angulo
(En línea)

Tenía miedo de arruinar algo, no quería arriesgarme a enviarle un mensaje.

Busqué algún trago que me sirva para encontrar a alguien con quien pasar la noche pero aunque tenga el vaso en la mano y sienta que varias chicas me miraban, no quería hacer nada de eso.

Quería verla.

María Cristina De Angulo

Está en su casa? Necesito hablar con usted así sean sólo cinco minutos.

- Nos vemos mañana, si mamá pregunta, yo estaba en tu casa.- Asintió rápidamente, dejando un beso en su mejilla.

- Nata.- Tomó mi mano.- Ve con cuidado.-

- Te llamaré si algo sale mal y necesito descargarme.- Sentí sus brazos rodearme, sintiendo como mi celular vibró en mi bolsillo, caminando con cuidado por si veía a alguien conocido y reconocía su casa.

María Cristina De Angulo

Te espero.

Tuve que correr cuando algunas gotas comenzaron a caer pero no llegué a tiempo porque había logrado empaparme, aunque, para mi suerte, ella logró abrirme a tiempo.

- Creí que con esto no vendrías.- Susurró dejándome pasar.- Buscaré una toalla y algo de ropa, quítate tus zapatos.- Asentí suavemente, logrando ver su casa aunque sea hasta que ella volvió.

- No pensaba venir, ni me esperaba que el clima esté así.- Ella sonrió.

- No creo que hayas venido a hablarme sobre algo del colegio, no? Podrías haber ido a tu casa y hacer tu consulta en otro momento.- Negué rápidamente.

- No quiero incomodarla ni que se enoje por algo que no sé qué es.- Miró hacia otro lado cuando quité mi polo.- La conozco hace años, me vio cuando recién iniciaba mi adolescencia y aún así siempre sentí algo extraño en usted, pero quizás estaba ebria cuando me habló sobre eso esa noche y tampoco quiero arruinar nada ni que ninguna salga perjudicada, sólo intento aclararme.- Se giró lentamente, pero no me miraba.

- Toda la semana me la pasé leyendo novelas con la esperanza de encontrar algo como lo que me estás diciendo y como el lío que yo tengo en mi cabeza, pero no me entiendo. Tampoco me reconozco, me siento perdida ahora que surgió esto y no sé cómo actuar al respecto.-

- También te pasa algo?-

- No sé qué es, pero tampoco sé cómo explicarte a ti. Se supone que debería tener experiencia pero estoy aterrada ante este planteo que me estoy haciendo.-

- Siente algo?- Agachó su cabeza.- Por favor, necesito dejar de pensar en esto si también le parece una locura, pero también pienso en...- No me atrevía a decirlo, ella igual es mi profesora.

- En qué piensas?- Negué rápidamente.- Dilo.-

- Pienso en que podría ser lindo que tengamos algo.- Formó una mueca.- Si, es estúpido, lo siento.-

- No sé si estúpido.- Susurró suavemente.- Es algo irreal. Peligroso.-

- Cree que será mejor si nos alejamos?-

- No tengo idea.- Di un paso hacia ella y no se alejó.- No quiero problemas, es tu último año y yo empecé a trabajar un año antes de que ustedes entren en la preparatoria.-

- Si, creo que ninguna quiere que pase eso.- Conectó por primera vez nuestras miradas, siendo inevitable sonreír.- Yo... haré lo que usted decida, incluso podría firmar algo para que no tenga problemas, no sé, lo que sea que quiera hacer yo creo que soy capaz de aceptarlo. Estoy bajo mi consentimiento aquí.-

- No te voy a someter a cosas aburridas para tener en paz mi conciencia en caso de hacer algo que no quieras.-

- Pero yo quiero. Tengo pensamientos extraños con usted, como el libro que nos dijo que podíamos leer durante las vacaciones.-

- Los leíste?- Asentí suavemente, haciendo que ella sonría.- Creí que nadie lo haría.-

- Es que nadie lo habrá hecho, yo quise hacer algo diferente y eso me ayudó mucho.- Mordió su labio inferior.- Yo estoy segura de que necesito aclararme de alguna forma y si tienes alguna idea de cómo hacerlo, podrías simplemente... hacerlo.- Reí junto a ella.- Lo siento, pero...-

- Estás nerviosa.- Asumió demasiado despacio.

- Si, obvio.-

- Puedo...- Lanzó un pesado suspiro, entendiendo que le pasaba lo mismo.- Podría abrazarte?- No le respondí, simplemente lo hice, sintiendo que iba a explotar por dentro, sobre todo cuando se relajó en mis brazos.

- Qué te gustaría hacer?-