Capítulo 20.

31 3 0
                                    

Makis.

Natalia jamás fue problemática, nunca había peleado con alguien ni le habían llamado la atención. No entiendo porqué a muchos de los compañeros de su edad les cuesta tanto ser como ella.

Entiendo que cada uno hace lo que puede, que no a todos les gusta estar en el colegio y los valores que le enseñan a uno, el otro quizás jamás los escuchó, pero me lograban irritar en muchos casos los hombres que por simplemente ser alumnos míos y creerse la gran cosa, creían que les iba a contestar los mensajes fuera del horario de trabajo.

- Te noto diferente.- Lanzó Natalia mientras cocinaba para mí, siendo rápida su recuperación para lograr caminar pero, claramente, era lo único que podía hacer.- Te sientes bien?-

- No.- Leí el típico "por favor, si puede, respondame cuanto antes".- Creo que no debería dar mi número a los alumnos.- Sonrió levemente.

- O podrías comprar otro teléfono y tener uno para el colegio y otro personal.- Tenía razón.- Y que solo tus amigas y tu familia lo tengan.-

- Tú eres parte de mis alumnos, no vas a poder tener mi teléfono.- Sonrió levemente.

- Pero sé que no soportarías no enviarme ningún mensaje.- Reí junto a ella, tomando sus mejillas para besarla suavemente.

- Gracias por cocinarme.-

- Es lo mínimo.- Me guiñó su ojo.- Además, es la excusa perfecta para venir a verte. Asegurarme de que comes bien y si puedo hacerte sonreír, aún mejor.-

- Gracias.- La ayudé a decorar una pizza con forma de corazón que se le ocurrió preparar, siendo demasiado tierna.- Si es por mi, ven siempre que quieras.-

Me encanta pasar tiempo con ella.

Hasta que recordé esos pequeños detalles que son muy importantes:

- Ya pensaste en qué vas a estudiar cuando termines?- Me dio una rápida mirada, formando una mueca.

- Tengo muchas ideas.- Lanzó conectando nuestras miradas.- Antes no tenía tiempo por estar entrenando pero ahora no lo sé. Quisiera algo relacionado con el deporte, pero la literatura también me gusta.- Alzó sus hombros.- Y aunque matemáticas no sea completamente de mi agrado, creo que algo relacionado con luego poder trabajar para empresas también me gustaría.-

- Muchas opciones.- Asintió suavemente.- Tienes tiempo.-

- Si, solo que quisiera ya tener una decisión tomada.- Tomé su nuca.

- Tómalo con calma, podrías equivocarte.-

- En cualquier caso, creo que estudiaría aquí, no me iría a otra ciudad.- Sentí sus manos en mi cintura.- No solo por ti, por mis padres y por Cami. No quiero irme lejos de ustedes.-

- Por mi?-

- Eres muy importante para mi. Desde que estás, le das color a mis días.-

- Te quiero.- Susurré siendo lo que de verdad me nacía decirle. De verdad lo sentía.

Y era tan poderoso que sentía que jamás había vivido algo así.

Omnisciente.

Natalia le abrió la puerta a Cami, quien traía cervezas, subiendo a su cuarto para que la recientemente teñida de colorada se ría.

- No vas a superarlo nunca, no?- Señaló el televisor, obteniendo una negativa por parte de su amiga, mientras se sentaban en la cama de la castaña, tomando un control, lista para jugar con su consola.

- Qué tal Juliana?- La miró con picardía.

- Soy una gobernada.- Se sonrojó.- Y es tan serio que me sorprende, pero tampoco me asusta. Estoy muy cómoda con ella.-

Mientras tanto, Makis y Juliana paseaban por tiendas de la ciudad, haciendo todo tipo de compras.

- Ya le enseñaste tu caja mágica a Natalia?- Lanzó la amiga de la morena, mientras entraban en un lugar prohibido.

- Solo algunas cosas.- Las dos se rieron.

- Y María Cristina?- Preguntó Camila, sin quedarse atrás.

- Makis es... increíble. Es una persona completamente diferente a lo que vemos cada mañana.-

- Qué fantasía tuviste con ella para hacerla realidad?-

- Ninguna, supongo.- Las dos rieron.- Creo que siempre fue una gran admiración por ella y no me puedes negar que es bonita.-

- Tú no te quedas atrás, debes tener a Camila todas las noches haciendo cosas diferentes.-

Asintió.- Pero haciendola sentir como una reina.- Agregó Juliana sin ningún pudor.- Natalia te cuida?-

- Más que Jaime, que Pedro, que cualquier persona.-

- Ya entendí.- Las dos se rieron.

- Nata.- Se miraron fijamente.- Estás pensando en algo más?-

- Tenemos tiempo, no sé si vaya a salir bien decirle eso. Ya lo somos sin serlo y mucho menos decirlo.-

- Y si Camila quiere dar un paso más?- Preguntó Makis.

- Yo pensaba darlo muy pronto.- Le respondió.- Me sorprende que tú no lo hayas hecho aún.-

- Quizás no es el momento.-

Cuando Nadie Ve- (Ventino)[Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora