Cuando Nadie Ve- (Ventino)[Makia]

Capítulo 4.

Natalia.

Miramos una película romántica en absoluto silencio, aprovechando para observar su perfil, lo madura que la volvían sus gafas y lo mucho que me gustaba estar así, pasando mi brazo por sus hombros para pegarla a mi.

- No estaba en tus planes esto, no?- Reí junto a ella.

- Me gusta.- Confesé haciendo que ella me mire por un momento, devolviendome la sonrisa.

- Es una película basada en la segunda guerra mundial, su trama es tan atrapante y también muestra otras realidades.- Asentí suavemente.- No te aburre?-

- No le presté tanta atención.- La luz se cortó y aunque ella se desconcentró, yo no me alejé, incluso me acerqué más.

- Debe ser un desperfecto.- Buscó su celular para encender su linterna, acompañándola detrás hasta que simplemente movió una tecla y la luz volvió.- Creo que estás muy cerca.-

- De qué?- Agachó su cabeza.- Sólo por hoy.- Junté nuestras manos.- Sólo una vez si no es lo que usted quiere.-

- Lo que quiero es difícil, sobre todo cuando eres mi alumna.-

- Aunque seas mi profesora, me importa un carajo. Lo único que me interesa es lo que siento y lo que sientes. Si no sientes nada, no haré nada pero si aunque sea lo dudas, déjame hacerlo para que también sepa lo que se siente.-

- No sé si pueda.-

- Si podríamos elegirlo, creo que ninguna quisiera sentir esto que sentimos.- Conecté nuestras miradas.- Pero yo no quiero ocultartelo, no voy a rogarte nada más que sólo pasar un momento solas, como ahora.- Mordió su labio inferior.- Una sola vez, si es que no quieres que vuelva a pasar.-

- Es que si es una vez, podrían ser dos.- Acarició mis mejillas.- No quiero problemas.-

- Y no los tendrás.- Me animé a dejar mis manos en su cintura.- Porque aquí si pierde una, también pierde la otra.- Pegué nuestras frentes.- No sé qué me pasa, pero me gusta.- Sentí sus brazos rodearme.- Con esto me conformo.-

- Te quieres quedar a dormir?- Asentí suavemente.- Nunca fuiste una alumna que me dio problemas, por favor estoy confiando en ti.-

- Si.- Fue fácil alzarla.- Yo también confío en ti, aunque ahora no quisiera hablar sobre eso.- Asintió suavemente, llegando a su habitación para encontrar todo perfectamente ordenado, sintiendo como ella buscó mi mirada antes de levantar lentamente la camiseta que me había prestado.

- Podemos parar si lo necesitas.- Asentí suavemente.

- También puedes hacerlo si algo no te gusta.- Apoyó sus manos en mi pecho, acercandome lentamente a dejar besos por su cuello, tomando su cintura nuevamente para pegarla a mi cuerpo.

Dejó sus manos en mis mejillas, mirando sus labios para acercarme lentamente, confirmando que quería lo mismo cuando los relamió, besandola con demasiada suavidad.

Dejé su camiseta a un lado, bajando lentamente hasta quitar su calzado, conectando nuestras miradas antes de bajar su pantalón.

- No subas.- Dejó su mano en mi cabeza, bajando lentamente sus bragas, perdiéndome en su intimidad, haciendo que su cuerpo se remueva aferrandome a sus piernas cuando me di cuenta de que estaba temblando.

Cerré mis ojos para que el resto de mis sentidos recuerde perfectamente sus gemidos, subiendo nuevamente.

Limpió mi mentón, volviendo a besarla antes de recostarla con cuidado, volviendo a besarla para tocar con mis dedos su clitoris.

Sus manos bajaron lentamente mi pantalón, quitandolas para dejarlas encima de su cabeza.

- Déjame hacer eso a mi.- Frunció su ceño.- Hay cosas que molestan e incomodan y espero que no te pase a ti.-

Bajé mi bóxer, acercando mi glande a su entrada después de buscar un preservativo en mi bolsillo.

- Perdón.- Susurre sintiendo como ella simplemente me abrazó, sin poder moverme.- Perdón.-

- Tranquila.-

Esta vez, ella estaba segura de que lo quería. Tanto como yo lo quería, pero no podía hacer como si nada, me sentía sucia y sentía que le hacía daño a ella al tocarla.

- Nati, mírame.- Conecté nuestras miradas.- No necesito explicaciones, confío en ti y quiero que ahora lo hagas conmigo.- Asentí rápidamente.- Disfruta, no pidas disculpas por algo que no es tu culpa.-