Capítulo 12.

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Natalia.

Para mi suerte, el cuello de la camisa del colegio ocultaba varias marcas que había dejado, desayunando con mi padre, quien simplemente leía el periódico como cada mañana.

Mi madre siempre se va demasiado temprano al trabajo y muchas veces vuelve tarde, ella suele controlarme más pero también sabe que ya es momento de que yo misma me cuide y aprenda otras cosas sola.

Me encontré con Cami de camino al colegio, notando su sonrisa en todo momento.

- No hablaremos sobre el tema en el colegio.- Susurré estando aún algo lejos del lugar.

- Mientras se cuiden y nadie las descubra, no hay ningún problema.-

- Estuviste todo el fin de semana con ella, no?- Asintió aumentando (si es que eso era posible) aún más su sonrisa.

- Me hizo sentir como una princesa.- Mordió su labio inferior.- Tú también, no?-

- Si.- Fue inevitable suspirar al recordar la película que vimos el sábado a la noche y lo mucho que disfruté el domingo de estar acostadas prácticamente todo el día.- Me prestó su libro favorito.-

Luego de terminar esa novela sobre los amantes, me compartió algo similar a un secreto suyo, entendiendo que era el libro que más había marcado su manera de percibir muchas cosas.

Entró en el salón cinco minutos más tarde, con la típica ropa relativamente formal y sus gafas puestas, sin mirarme en ningún momento durante la clase, sintiendo los brazos de Valenina rodearme.

- Por qué no contestaste a mis mensajes?- Me preguntó apenas la clase terminó.

- No vi el celular durante el fin de semana.- Makis pasó a mi lado, disfrutando de sentir su aroma aunque sea por un momento.

- Cuándo vendrás a mi casa?- Me pegó a una pared.

- Creo que sería mejor si buscas a otra persona.- Me miró sorprendida.- Yo no soy para ti, tú y yo la pasamos bien en el colegio, pero fuera de aquí...-

- Nos podríamos llevar mejor.- Insinuó sin ningún tipo de descaro, negando suavemente.

- Lo siento, pero creo que te mereces a alguien que se muera por verte y tenerte y esa no soy yo.- Busqué a Cami, quien no dejaba su celular por nada en el mundo.- Espero que no sea impedimento para seguir entrenando y todo lo que incluye el equipo.- Negó suavemente.

- Ella insiste en que debo estudiar y hacer mis cosas, que me puede esperar.-

- Ya hablaron de eso?- Asintió sin problema.

- Tú no?- Negué suavemente.

- La paso bien, no hay que arruianrlo con cosas que podemos hablar cuando tengamos más confianza.-

- Crees que aún no es suficiente?- Alcé mis hombros, observandola hablando con otros profesores mientras bebía su café.

El señor Posada la mira de otra manera.

Él le habla y ella le responde sin ningún problema.

Creo que deberíamos tener esas conversaciones incómodas que quería evitar.

Makis.

Pasé por una farmacia en busca de cosas básicas para encontrar a Natalia revisando los preservativos.

- Que casualidad.-

- Yo creería que es una coincidencia.- Tomé una de las cajas que traía aún más preservativos, observando que ella también tenía el mismo tipo, pero con menos cantidad.

Busqué también un lubricante de sabores, siguiendo con mis compras para no verla más.

Sabía que si seguía en esa sección, me pondría demasiado nerviosa tenerla a mi lado.

Y quería jugar un poco sucio.

Natalia Afanador

Quisiera comprender por qué es tan hermosa, pero mientras descubro eso, no voy a perder el tiempo. Debo hablarle así me deje muda y no sepa qué decirle.

Página 157.

Exacto.

Me sorprende todas las marcas que tiene.

A pesar de tener diecisiete, es capaz de comportarse como una adulta.

Me atrae demasiado y tengo miedo que no sea sano.

La paso demasiado bien con ella, tengo miedo de aceptar que podría conseguir a alguien que la ame libremente y le dé todo lo que yo no puedo darle.

Tengo miedo de perder algo que no es mío, pero que quisiera cuidar y proteger para que nadie más lo haga.

Cuando se va, la soledad me aturde, me hace sentir vacía. Ella le da color a mis días.

Ella es ella.

Y nadie va a cambiarlo.

Cuando Nadie Ve- (Ventino)[Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora