Confesiones.

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POV Jennie. 

La felicidad que sentía en estos momentos no la cambiaría por nada en el mundo. Lisa y yo habíamos comenzado oficialmente una relación, habíamos pasado una velada maravillosa y me había hecho sentir como la persona más amada del planeta tierra, así que me encontraba aún más enamorada que ayer. Lisa me había enamorado, y era algo que quería que continuara así por todo el tiempo que fuera posible. 

Me encontraba en la sala recordando cada momento que habíamos vivido la tarde anterior, además de lo sucedido por la noche, cuando de repente el sonido de mi celular interrumpió mis pensamientos. "Tienes que venir al estacionamiento de los apartamentos ahora", decía. Era el numero de Lisa, pero no sonaba a Lisa, así que preocupada tomé las llaves de mi auto para dirigirme al edificio en donde ella vivía. 

Al llegar, lo primero que vi fue a una lisa tirada en el suelo y más pálida que nunca. 

- ¡Lisa!- Dije mientras me acercaba corriendo - Lisa, despierta - continué mientras le daba golpecitos en la cara, logrando que medio abriera tus ojos. - Vamos, ayúdame a llevarte arriba - Dije pasando su brazo por sobre mi cuello para que pudiera sostenerse. 

Al llegar al elevador, me las arreglé para sin soltarla poder presionar el botón. Una de las ventajas de su apartamento es que el elevador conectaba directamente con la sala, por lo que rápidamente, una vez que se abrieron las puertas, pude dejarla caer en el sofá. 

- Vamos, Lisa, despierta - dije una vez más sacudiéndola, a lo que ella reaccionó abriendo los ojos poco a poco. 

- Hola, hermosa. - Dije con una sonrisa, aliviada por verla despertar. 

- ¿Qué fue lo que pasó? - Preguntó aún mareada. 

- Solo me dijeron que viniera al estacionamiento, y una vez pregunté, solo me dijeron que te habías desmayado. - Contesté mientras le acariciaba el pelo para tratar de calmarla. 

- ah - Dijo sería, cosa que me desconcertó bastante - Se que no me vas a creer, pero te diré de igual manera. - Dijo con cara sorprendida mientras yo la miraba atenta a lo que estaba por decir - No sé como, pero estoy segura de que la vi - Terminó por decir. Yo solo me fui levantando un poco extrañada por lo que ella estaba tratando de decirme. 

- ¿A quién viste? - Pregunté para asegurarme de que sí me estaba hablando de lo que yo creía. 

- A Rosé - Respondió mientras se iba levantando para quedar sentada en el sofá al igual que yo. - Sé que suena loco, pero yo venía y la pude escuchar, y cuando volteé para ver quien era la miré. Sé que suena muy loco, pero te juro que es verdad - Continuó y yo solo me limité a asentir lentamente. 

- Honey, si soy honesta no sé bien que responder, pero si tu me lo dices es por algo y te creo - Dije aún sin comprender o saber que decir. 

- Perdón, tengo que irme - Dijo parándose repentinamente. 

- ¿A dónde vas? - Pregunté parándome para estar a su altura - Lisa, te acabas de despertar, por dios - Continué. 

- A casa? - Respondió confundida. 

- Lisa, estamos en tu casa - Dije con voz preocupada.

- Lo siento, tengo que tomar aire. Puedes quedarte y tomar lo que gustes en el apartamento, sabes que mi casa es tu casa. Lo siento, lo siento - Dijo poniéndose una chaqueta de cuero que estaba en el perchero para salir rápidamente del departamento. 

- Bueno, creo que debería esperar para ver que regrese con bien, ¿cierto? - Dije sin quitar la mirada de Leo, quien me regresaba la miraba desde al lado del mueble en donde estaba el televisor. 

¿Cómo te olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora