POV Jennie
Cuando al fin entré al cuarto de Lisa, lo primero que pude notar fue que su rostro sorprendido, que más allá de eso, demostraba lo agotada que estaba. Pero en especial, el ver sus ojos tristes fue lo que me terminó por romper. Me dolía verla así, me dolía haber pensado que en verdad a ella le daba igual todo lo que estaba pensando, cuando en realidad no tenía ni la más mínima idea de lo que realmente estaba pasando por su cabeza.
Lo único que pasaba por mi mente era el deseo de abrazarla y decirle que todo estaría bien, que estaríamos bien sin importar que pasara, que la amaba... pero no podía, sería una falta de respeto a el tiempo que me había pedido, y era por eso mismo que me había prometido que solo vendría para ver como se encontraba y luego me iría a casa, pero verdaderamente no podría dejarla así.
Su tono de voz era diferente, en verdad parecía que la Lisa de antes había vuelto, la Lisa rota, la Lisa que todo mundo juzgaba sin comprender lo que pasaba dentro de ella, y yo me había convertido en esa parte del mundo al dejarme pensar lo que claramente ella no era.
<<Es increíble como para cosas buenas nosotros no creemos en nosotros mismos, pero es tan fácil creer en nuestras suposiciones, como si fueran la verdad absoluta del mundo>>, pensé .
La escuchaba hablar, ella respondía apenada a preguntas que yo le hacía por respeto a su espacio, y la actitud que tenía antes de entrar a la habitación de enfrentarme a la Lisa antigua como hice aquel primer día en que la conocí se esfumo por completo, pero el querer estar con ella, el no quererla dejar así como así, no dejaba mi mente.
- ¿Qué planes tienes hoy? - Pregunté al fin.
- Ninguno - Respondió mirándome atentamente.
- Sé que esto no sería respetar tu tiempo pero... - Dije aún cuestionándome si estaría haciendo lo correcto, no solo para ella, sino también para mí - ¿Y si pasamos el día juntas? - Pregunté sin hacer más caso a mis pensamientos.
- Me parece un gran plan - Dijo con una sonrisa. Por lo menos la había hecho sonreír ya, y eso me bastaba para sentirme más feliz y no arrepentirme de lo que acababa de proponer. Y es que, sin duda alguna, su sonrisa era una de las más lindas del mundo... no, era la sonrisa más linda de mi mundo. De nuevo lo confirmaba, haría lo que fuera por ver cada día esa sonrisa. - Pero, ¿podríamos quedarnos en casa? - Preguntó y de pronto su sonrisa se había borrado. <<No, no, vuelve a sonreír, por favor>>, pensé.
- Me parece el plan perfecto. - Dije e instantáneamente recordé algo que probablemente la haría sonreír de nuevo, y claro está que lo tenía que intentar - ¿Ya notaste como vengo vestida? - Pregunté rápidamente y ella me comenzó a ver de arriba para abajo, logrando que los nervios se apoderaran de mí, nervios que desaparecieron luego que escuchara una leve risita de su parte y una sonrisa en su rostro. - Bueno, ahora vuelvo, ¿si?. Mientras piensa en que es lo que quieres que hagamos hoy - Continué hablando, pues había recordado que tenía que hablar con Jisoo y Rosé para saber qué era lo que realmente estaba pasando y el por qué Rosé había decidido hablarme.
Lisa solo asintió un tanto confundida mientras yo me ponía de pie. Había comenzado a caminar hasta la puerta, y no podía dejar de notar como no me quitaba la mirada de encima, estaba comenzando a ponerme nerviosa nuevamente, pero este juego era de dos y yo sabía perfectamente como jugar, por lo que antes de salir de la habitación me giré hacia ella y con una sonrisa le guiñé el ojo, logrando que soltara una risita nerviosa, y antes de cerrar la puerta pude notar como el color rojo se había comenzado a apoderar de sus mejillas.
- Tardaron mucho, ¿no? - Escuché que decía Jisoo de forma coqueta detrás de mi, logrando que pegara un saltito por el susto mientras ponía una mano en mi pecho tratando de calmarlo. - ¿Ahora resulta que yo soy el fantasma en esta casa? - Dijo exasperada poniendo los ojos en blanco, mientras escuchaba como Rosé estaba muerta de la risa en el sofá.
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¿Cómo te olvido?
FanfictionHablar sobre la vida es hablar de momentos mágicos, únicos e increíbles por los que pasamos, e incluso notamos que ciertas vidas llegan a aparentar estar repletos de este tipo de momentos, en donde los disfrutan al máximo y presumen de ellos; sin e...