Antes 2

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Luego de la cita con Rosie, la semana había transcurrido de manera muy lenta, pues solo esperaba que llegara el domingo para poder verla en persona, y por supuesto que estaba nerviosa por presentarla a mis amigos. 

Esta ultima semana el contacto con Rosie se había vuelto constante, todos los días por la noche nos hacíamos videollamada para contarnos como había sido nuestro día y relajarnos juntas viendo alguna serie. Pero mi día favorito había sido el jueves, el jueves había logrado que ella cantara algo para mí, y fue de lo más relajante del mundo, <<tiene una voz angelical>> pensé, y desde entonces no dejaba de escuchar sus canciones camino al trabajo y de regreso a casa. Tal vez me estaba apresurando mucho en las cosas, tal vez estaba sintiendo todo demasiado rápido, pero honestamente no me importaba, solo pensaba en la emoción que sentía al saber que al llegar a casa, además de ver a mis gatitos, la vería a ella, aunque fuera a través de la pantalla. 

De nuevo fin de semana y mis amigos se encontraban ya en la sala de mi casa, sentados en la sala, viéndome caminar de un lado a otro mientras trataba de controlar mis nervios. 

- A ver, Lisa, ya tienes una semana hablando cada día con ella, hay más confianza que la primera vez que se vieron, así que no deberías de estar nerviosa - dijo jisoo. 

- Si, lisa. Además, si le gustas le vas a gustar con el paquete completo, por quien tu eres en realidad, por quien es Lalisa Manoban y no Lisa "la cantante", ¿no crees? - dijo Bambam poniéndose de pie. - Ya me mareaste, para -  Se acercó a mi lentamente para tomarme por los hombros y evitar que siguiera caminando en círculos - Solo respira, ¿si?- Dijo con voz dulce y mirándome a los ojos, a lo que yo asentí lentamente. 

- Bambam tienes razón, Lisa. Ella debe quererte por quien eres en realidad, no trates de impresionarla - Dijo Jisoo mientras se ponía de pie a mi lado. 

Cuando apenas abría la boca para agradecerles por ayudarme a calmarme, se escuchó el timbre de fondo, y de repente, todo lo que habían dicho se borró de mi mente, abriendo paso a los nervios. 

- Ya llegó - dije para tomar un largo respiro. Caminé hacia la puerta para recibirla. 

- ¡Hola!, bienvenida. Pasa - dije con una sonrisa tras abrir la puerta. Se veía más hermosa que la ultima vez, era eso o que había comenzado a gustarme más que la ultima vez. 

- ¡Hola! - dijo al pasar.

- ¡Hola, Rosé!. Hemos escuchado mucho sobre ti - dijo Bambam, y yo comencé a sentir como la vergüenza se apoderaba de mi rostro. 

- ¿en verdad? - Respondió Rosé, volteando en mi dirección con una sonrisa en su rostro, a lo que yo simplemente le devolví la sonrisa, con las mejillas rojas por la vergüenza. 

- Hola, soy Jisoo. ¿Podríamos llamarte Rosie? - Dijo Jisoo para llamar la atención de rosé y su vista volviera a dirigirse hacia el frente. Formule un "gracias" hacía ella  y me dirigí hacía la cocina para traer la cena, rogando porque esta vez Bambam conservara todos los modales que lo caracterizaban cuando no se encontraba con nosotras en privado. 

La noche transcurrió de manera muy amena, entre risas y preguntas triviales con el objetivo de conocer más a Rosé y que ella nos conociera a nosotros, tales como <<¿En dónde naciste>> o <<¿Cuál es tu color favorito?>>, pero hubo una en especial que me causo mucha gracia, y es que luego de que Bambam le contara a Rosé que yo no le quería mostrar una foto de ella, ella preguntó <<¿Y por qué no utilizaste Google?>>, y solo quedó con la boca abierta sin saber que responder, a lo que nosotros estallamos en risas. 

Ese fue el primer fin de semana de muchos que pasaría con nosotros. 

~

Con el pasar de los días, Rosé se había convertido en alguien verdaderamente especial para mi, y los siguientes tres meses habían pasado muchas cosas entre nosotras, como la primera vez que tomé su mano en el cine, el primer beso en aquel parque bajo el árbol, y en especial, el día en el que le pedí que fuera mi novia en parís, en un restaurante cerca del lugar en donde la había visto por primera vez, ese día fue mágico, sin duda un día que jamás olvidaré.

¿Cómo te olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora