Capitulo 24

30 2 0
                                    

{___}

Camine desolada por el gran panteón, estaba oscuro y apenas se veían algunas luces blancas que alumbraban los sombríos pasillos del panteón. Abrazé mis codos en señal de frío mientras mis lágrimas caían lentamente de mis ojos, él hombre que más había amado… me había engañado.
Me senté frente a la tumba de mi padre, la acaricie un poco mientras la observaba detenidamente.
Pensaba que ya nada valía la pena, que todo en mi vida había comenzado a caer, y no sabía cuando había comenzado a sentirme tan miserable, odiaba a Harry con mi alma entera, tenía pánico de que alguien me tocará, y nunca se lo dije a nadie, pensé que era humillante, me sentí tan… sucia y humillada… tan débil, tomada a la fuerza, y luego lo que en mi vida creí perfecto me había roto en mil pedazos, Justin era lo único que tenía, lo único que en realidad amaba de corazón y hasta hubiera dado mi vida entera… pero en cambio, no pude quitar esa imagen de mi esposo y mi “amiga” en la cama.

Era mi cama… testigo de tantas noches de pasión, de sueños incontenibles, de promesas de amo, lleno de nosotros.

Levante la cabeza para dejar ver la luz de Luna, era hermosa aquella noche. 
Gire nuevamente hacia la derecha, y me encontré a dos tumbas a lado de la de mi padre, un joven sentado en mi misma posición, frente a una tumba, seque mis lágrimas, veía un poco borroso y me encontré con los ojos más profundos del mundo, vi a travez de ellos una energía que me hizo estremecer, mi corazón palpito a mil con solo dirigirme una mirada y la piel se me puso de gallina, ese hombre era real.

Baje la mirada nerviosa, otra vez la dirigí a la tumba de mi padre, no pude evitar recordarlo. De pronto mi cuerpo casi se hiperventila al sentir el contacto de piel con piel tan cerca, aquel joven estaba parado frente a mí, mirándome, lleno de dulzura mientras me extendía un pañuelo para poder secar mis lágrimas. Lo mire nuevamente, esta vez más cerca y cogí el pañuelo por inersia, ni siquiera lo pensé, mi mano tubo vida propia en ese instante mientras me encontraba perdida en aquellos ojos cafés verdosos.

-¿Estas bien?-su voz era hermosa, pensé. De inmediato asentí con la cabeza sin decir absolutamente nada. -No parece-respondió el muchacho agachándose a mi altura, para coger un mechón de mi cabello y acariciarlo lentamente, temblé al contacto, tenía la nariz roja y los ojos hinchados por tantas lágrimas, él me sonrío y pensé que mi corazón nunca había latido de esa forma- Puedes llorar-siguió hablando- O podemos hablar.
-Y-yo-tartamudeé, él seco mis lágrimas con el pañuelo- Prefiero estar sola-respondí alejándome-
-No creo que sea un buen estado para ti, estar sola.
-Estoy…-¿bien? Es mentira, estoy destrozada, ¿a quien le iba a mentir?-Estoy…-lo pensé una vez más y suspire rendida-
-¿Quieres ir a tomar un café?-preguntó, yo lo mire extrañamente- Digo, hace frío y es de noche-me miro- Estas helada-dijo cogiendo sus manos para comprobar que lo estaba, yo parecía un cubo de hielo- Y podemos hablar-continuo- Veo que lo necesitas-
-No te conozco-dije soltando sus manos, para limpiarme los ojos cubiertos de lágrimas-
-Bueno…-sonrío- Soy Zayn Malik-dijo presentándose- ¿Y tu eres?
Lo mire por un segundo. 
Su nombre era perfecto.

-____ Miller-respondí-
-Lindo nombre _____-en su voz mi nombre sono como un cantico- ¿aceptas mi café?
-Bueno…-respondí insegura- Tengo frío y quiero volver a casa, asi que acepto-él me sonrió y su risa era tan perfecta como él-
-¿Traes auto?-preguntó, yo asentí- Bien. ¿Me sigues?-volví a asentir mientras salíamos del panteón-

Nos estacionamos fuera de una cafetería no muy alejada, bajamos de los autos y entramos.
Nos acomodamos en una mesa arrinconada, a los segundos llego la mesera, ambos ordenamos un café.
Lo observe mientras pedía nuestras ordenes, era muy lindo a decir verdad, hubo un momento en el que me miró fijamente, sentí mis piernas temblar por debajo de la mesa, luego puso su mano sobre la mía.

Muñeca de Cristal~2 Temporada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora