Alejo durante toda su vida estuvo escondido detrás de un montón de mentiras y fracasos, ya que no es el chico perfecto que todos creen o que al menos el que les hace creer, escondido detrás de aquella falsa sonrisa que forcejea cada que pasa alguien por su lado en los pasillos del colegio.
- ¡Alejo! - gritó Agustín Giay corriendo hasta su posición.
En realidad, no pudo escucharlo ya que tenía puesto los auriculares, solo vio como abría la boca y corría hasta él. Retiró uno y entonces observó cómo trataba de recuperar la respiración.
- ¿Qué vas a hacer mañana a la noche? - preguntó el ojiverde recargando sus manos sobre las rodillas.
- Ir... ¿a la joda de Noviembre? - levantó una ceja.
- Perfecto ¿Conseguís minitas lindas? O ¿Las consigo yo?
- Tenes un pésimo gusto de minitas, las últimas que llevaste fueron por lo menos cuestionables, una no dejaba de repetir: ¿PODRÁN? y la otra se la pasó llorando toda la noche porque le mancharon la pollera blanca. Lo que tenían de lindas lo tenían de insoportables - rodó los ojos comenzando a caminar nuevamente.
- Mentira boludo no era para tanto - dijo entre risas - Entonces las conseguis vos - comenzó a seguirlo - Cuidado al entrar al aula, tu admirador está esperándote.
- Estoy harto de su acoso - dijo frustrado - Ni siquiera intenta disimularlo.
- Eu no es tan malo, solo hay un problema: tiene pito - dijo en tono burlón.
- Vos y tu estúpido sentido del humor- gruño recargado sobre los casilleros.
- Vos y tu estúpido humor de mierda - dijo quejándose.
Giay entró al salón y Véliz lo siguió segundos después, miró por todo el lugar y buscando una silla vacía, para su mala suerte solo había una y era delante de la persona más insoportable del colegio según el santafesino, Matías Soulé. Bufó aceptando su destino y se encaminó a su silla eléctrica.
- ¿Está disponible? - dijo apretando los dientes al hablar.
- Claro que sí - dijo el menor igual de hiperactivo y hablador que siempre - Disponible solo para vos, también el asiento por si te lo preguntas - dijo con la "estúpida y desagradable" sonrisa que provocaba en el mayor una sensación de suicidio.
- Gracias - dijo sentándose para luego colocarse nuevamente los auriculares y cruzó los brazos sobre la mesa, escondiendo su rostro en el hueco que estos formaban.
Al marplatense le fascinaba tener tan cerca al santafesino, ha sido su crush en lo que va del año, sabe que el más alto se muere por él pero le gusta jugar ese papel de heterosexual.
- Creo que está en sus días - dijo Valen observando a Alejo.
- Siempre está de mal humor - sonrió observando el ancho de la espalda del recién nombrado.
- Deberías dedicar tu tiempo a otra persona que no sea él, es un pelotudo superficial...
- Es lo que lo hace el hombre perfecto para mí - respondió recargando su barbilla en el hueco que formaban las palmas unidas. El colorado solo negó, molesto por la respuesta de su mejor amigo y se cruzó de brazos.
El profesor Pablo Aimar entró rápidamente al aula con una caja que contenía los libros que iban a leer este trimestre, Soulé observó como Véliz se estiraba en su asiento, quitando los auriculares blancos de sus oídos ¿Ese pibe podía ser más perfecto?. Las dos horas de Literatura pasaron rápidamente, en realidad no prestó atención, debido a la cercanía del santafesino. Que se levantó apenas sonó el timbre y para la mala suerte del marplatense no tenía más clases con él, así que el resto del día no fue importante.
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Jueves // Souliz
FanfictionAlejo Véliz cae bajo un fuerte hechizo, donde tiene que revivir el mismo día una y otra vez, viviendo siempre la muerte de un chico insoportable para él, Matías Soulé, tiene que buscar la manera de que el hechizo se rompa y pueda pasar por fin al vi...