♡.。.:*Capítulo III.。.:*♡

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— Quédate quieto.— Repitió Seungmin por quinta vez en aquellos veinte minutos.

El tigre quiso nuevamente zafarse del agarre de Seungmin pero era en vano. El chico podía parecer pequeño y frágil pero era muy pesado cuando se lo proponían. Kim terminó de quitar la venda que cubría la herida del tigre y comenzó a desinfectarlo, obviamente el gatote estaba tentado en enterrar sus garras en el trasero de Seungmin, porque vamos, mataría dos pájaros de un tiro, descargaria el dolor que está sintiendo y por fin sabría si sus glúteos eran tan suaves como parecían a simple vista. Estaba apunto de hacerlo, sin embargo, caricias llegaron tras su oreja y eso fue todo para que el tigre se relajara sobre el sofá.

Maldito humano. Pensó Chan ante las caricias de Seungmin bajo su oreja.

— Aww, el gatote está ronroneando.— Mencionó Seungmin suavemente.

Y tenía razón.. Chan estaba actuando como gatito de sala.

— Listo, te he puesto una nueva venda.— Seungmin palmeó suavemente el costado del tigre, haciendo un grave eco.— Más te vale
que no andes de curioso mordisqueandola.

Seungmin le dio la espalda, tomó el maletín donde guardaba las vendas y otras cosas más para sanar la herida de cierto gato gruñón que ahora estaba recostado en el sofá.

Habían pasado exactamente cuatro días
desde que esa criatura híbrida invadió su
hogar y prácticamente su sofá. Seungmin poco a poco se fue acostumbrando a su presencia, tanto al gatote de sala como al caliente chico en el que se convertía. La tarde era muy fría, y aquella cabaña no ayudaba para nada, Seungmin comenzaba a temblar de frió mientras veía el televisor, aclarando que solo tenía un pedazo donde sentarse en el sofá puesto que el feo tigre ocupaba todo el gran espacio.

— Hace tanto frío..— Se quejó el peli-morado frotando sus brazos para obtener un poco de calor.

El tigre observaba con sus preciosos ojos
azules sin moverse de su lugar, Seungmin era tan pequeño como vulnerable, aunque Chan sabía que solo su capa de "Niño fuere" era falso ya que lo avía visto todo meloso cuando el se restregaba contra él en busca de esas caricias tras su oreja. Ronroneo y con toda la pereza, con sus dientes atrapó la camisa de Seungmin, jaloneándolo hasta recostarlo a su lado. Kim estaba confuso, el tigre pasó una pata sobre el, cómo si lo estuviera abrazando y el calor llegó al peli-morado gracias al pelaje suave de Chan.

— Después de todo tienes corazón, gatote.— Murmuró Seungmin acomodando su cabeza en el pelaje del tigre.

Chan gruñó en respuesta y cerró sus ojos, dispuesto a dormirse con el humano miedoso acurrucado contra el.
Seungmin estuvo mirando al tigre unos minutos eternos, sus manos acariciaban el pelaje naranja con rayas negras y algunas finamente blancas, era hermoso, claro que lo era..¿su lado humano? Uff ¡para chuparse los de.. ¡Contrólate, Kim Seungmin! Se quejó mentalmente el peli-morado.
Aunque la relación de Chan con Seungmin eran algo así como: "Gato idiota ¡ese es mi sofá", "Oh !El humano fuerte se asustó con un trueno!", "¡Cállate, tigre estúpido!" No se quejaba, Seungmin realmente apreciaba tener compañía en su solitaria casa en medio de la nada, por mas raro que suene ¿el tigre se acostumbró a él cómo Seungmin de Bang?

Muchas tensiones en la cabeza, Kim, es hora de dormir. Pensó el peli-morado antes de entregarse a los brazos de Morfeo, durmiéndose por completo.

Seungmin abrió lentamente sus ojos, de sentía cansado, odiaba su reloj biológico a despertarse tan temprano. Talló sus ojitos con sus pequeños puños y lo primero que vio fue el rostro de Chan plácidamente tranquilo,
sus brazos fuertes lo rodeaban
protectoramente, Seungmin se sonrojó rápidamente ¡El chico/tigre caliente lo estaba abrazando y no parecía querer soltarle a pesar de estar dormido!

𝑻𝒊𝒈𝒓𝒆    ★♡𝑪𝒉𝒂𝒏𝒎𝒊𝒏♡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora