𝑻𝒊𝒈𝒓𝒆 ★♡𝑪𝒉𝒂𝒏𝒎𝒊𝒏♡★

♡.｡.:*Capítulo XVI.｡.:*♡

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— A.. ¿A dónde me llevas, Channie? — La voz rota y adolorida de Jeongin resonó por el silencioso bosque, haciendo suspirar al nombrado mientras pesadamente mantenía sus pies firmes en la tierra mojada.

— Eso no importa ahora.— Bang dijo firme, con el ceño fruncido.

— Claro que importa ¡Hyunjin hyung!~ — Jeongin llamó mirando por el hombro de Chan.

— ¿Que? — Respondió la pantera fijando sus ojos verdes en el híbrido tigre.

— ¿A donde me lleva este cabeza hueca?

Hyunjin bostezo pesadamente regañándose mentalmente de poder estar durmiendo ahora mismo en su árbol en vez de creerse superman al rescate. Definitivamente Hyunjin era un pésimo compañero para hazañas y actividades que impliquen movimientos corporales y esfuerzo necesario.

— Con la cosa morada, llorona y fea.— Respondió sin más.

— Te voy a dar una patada en el culo.— Gruñó Bang amenazante.

— Vamos con la cosa morada, mimada y hermosa del planeta.— Corrigió rápidamente
el híbrido.

Ahora el bosque era decorado por una notoria y leve llovizna, empapando aún más a los felinos cansados. Solo deseaban una buena siesta, comida... y mimos.

En especial Bang, extrañaba demasiado a la cabeza de mora.

— ¿Cosa morada? ¿Quien es? — Preguntó el híbrido cerrando sus ojos.

— Te daría miles de descripciones de quien es pero no acabaríamos nunca y honestamente quiero llegar a dormir.— Comentó Chan.

— Es el novio de tu hermano.— Changbin, quien iba bastante callado en todo el camino, hablo.

Jeongin abrió de golpe sus ojos y observó las facciones de su hermano, este no lucía molesto con el comentario de la pantera. Chan era la amargura en persona y el hecho de que estuviese conteniendo una sonrisa en ese justo momento sacaba de su transe a Jeongin, está, armando sus preguntas, abrió la boca listo para hablar.

— Sin preguntas, Innie.— Advirtió el tigre mayor, justo en el mismo momento que un furioso trueno sacudía los oídos de todos, la lluvia nuevamente se volvió a intensificar y el híbrido jadeó molesto con la madre naturaleza, de pronto sus brazos comenzaban a dormirse por el peso extra de su hermano.— Mierda.

—Deja de llorar, rayado, ya casi llegamos.—Hyunjin regañó caminando hasta pararse frente a él.— Dame.

Chan, extrañado con su comportar y su petición de la cuál no entendió, arqueó una ceja dudoso.

— ¿Qué?

— Jeongin.— Dijo sin más.

Bang, sin entender, le entregó a Jeongin extrañado, éste parecía no quejarse por el cambio de persona guía y bastó suficiente para que Chan siguiese su camino. El camino comenzaba a hacérsele conocido y supo en ese momento que estarían pronto con su pequeño niño preguntón. El híbrido ya deseaba llenarlo de besos, diciéndole cuánto lo amaba y lo mucho que le hacía falta, ansiaba sus regordetas manos acariciando sus cabellos o sus mejillas, sus cortos brazos rodearle con tanta dulzura y su dulce voz llamándole gatote salvaje en su oído.