♡.。.:*Capítulo XIV.。.:*♡

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Habían pasado los días desde el incidente del desayuno con Seungmin y ahora parecía estar ese tema en el olvido, ambos se encontraban en el césped recostados mientras miraban el cielo y los frondosos árboles sobre ellos, cantar de las aves junto el viento levantando las hojas secas dejaban una situación un poco relajante. Chan parecía demasiado cómodo en el pecho de Seungmin y el peli-morado apoyó su mentón en su coronilla.

— Podría dormirme ahora mismo estando entre tus brazos, Cabeza de mora.— Chan murmuró roncamente, relamiendo sus labios resecos.

— Tú donde sea te quedas dormido, Channie, eres un perezoso.— Bang sonrió adormilado cuando la risita dulzona de Seungmin llenó sus oídos.

Su risa era el mejor cantar que el de las aves, saber que esa contagiosa melodía alteraba su corazón dejaba a Chan en un estado crítico. Sin embargo, la relajante tarde pronto les haría correr hacia la cabaña, puesto que pequeñas gotas heladas de la prometedora lluvia comenzaron a empapar los rostros de los dos melosos jóvenes.

— ¡No puede ser! — Seungmin chilló levantándose junto a Chan y correr en dirección a su hogar, prácticamente la madre naturaleza los estaba corriendo del aire fresco y eso al híbrido le enfadaba.

Chan se lanzó en el sofá cómodamente cuando la lluvia se intensificó de poco en poco, volviéndose por fuera de color grisáceo debido a las fuertes gotas caer a montones y el aire frío congelando sus huesos. Seungmin había ido por una manta, tal vez si pasaba el resto de la tarde junto a Chan en el sofá se sentiría similar la tranquilidad, su corazón latía felizmente ¿por qué? Seungmin sabía qué razón era el gruñón tigre en el sofá, su preciosa y blanquecina sonrisa le hacía perderse tan fuertemente en sus pensamientos, pero ¿por qué de todos los chicos existentes en el mundo, Bang Chan tuvo que ser el que se haga dueño de sus sentimientos? Aquél gatote salvaje llegó tan peligrosamente al corazón de Seungmin para gobernar en él y parecía que no iba a irse nunca de él. Kim de solo recordar sus besos, sus caricias, su mirada, le hacían perder los estribos, queriendo gritar a los cuatro vientos que su dueño era nada más y nada menos que Bang Chan

—¿Channie? — Preguntó una vez estuvo de vuelta, la cabellera castaña clara de Bang se asomó a su campo de visión y seguidamente sus ojos penetrantes y oscuros se fijaron en su pequeño ser.

— ¿Mh?~ — Chan bajó sigilosamente su mirada por el cuerpo de Seungmin, como todo un felino al acecho y sonrió lentamente al ver la у manta en sus manitos.— Ven aquí, bebé.

Seungmin prácticamente corrió a sus brazos, recostándose en su pecho y cubrirse con la enorme manta, besos se esparcieron por sus preciosas y regordetas mejillas, junto a caricias en su espalda y ronroneos satisfechos por parte del híbrido.

— ¿Estás cómodo, Cabeza de Mora? — Preguntó Chan en un dulce susurro, haciendo sentir a Kim protegido.

— Uhúmm.~— Seungmin cerró sus ojitos dispuesto a quedarse dormido en aquélla tarde con una relajante lluvia estremeciendo sus oídos y un chico hermoso dándole besos en su coronilla. Simplemente delicioso.

Chan simplemente observó a su niño dormir, tan precioso como delicado, pero a su vez fuerte y valiente, Seungmin parecía estar sediento de amor y cariño, Bang al principio pensaba que nunca podría ablandar su corazón con él, sin embargo Seungmin inconscientemente lo logró. Logró adueñarse de sus sentimientos y sus suspiros, su natural ternura, endulzó al híbrido, haciéndole saber que su verdadero amor era él, el chico de las mejillas regordetas y con esa auténtica mora en su cabeza, Seungmin era su alma gemela, lo sentía... Chan lo sabía.

𝑻𝒊𝒈𝒓𝒆    ★♡𝑪𝒉𝒂𝒏𝒎𝒊𝒏♡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora